Benito A. de la Morena. Fue Herodes I el Grande quien temeroso de perder su trono pretendió eliminar al supuesto rival, el esperado Rey de los judíos, el niño Jesús, y ordenó la matanza de los inocentes menores de dos años nacidos en Belén, algo que brillantes artistas han representado, como el cuadro que acompaña estas palabras.
A veces olvidamos que las festividades tienen su explicación y entramos en la dinámica de los “tiburones” que comercializan con nuestras vidas y emociones, pues, como dice la canción, es preferible reír que llorar, aunque eso no debe ser motivo suficiente para justificar nuestro desconocimiento.
Navidad significa nacimiento de Jesús y lo celebran todos sin distinción de sexo, raza u opinión y la prueba está en que sus señorías parlamentarias lo aceptan como algo tradicional y sin que se sientan presionados. Nadie trabaja en esos días, son cosas de la vida que nunca cambiarán.
Hace poco se celebró Halloween, lo que siempre fue para los cristianos el “Día de todos los Santos” y claro está, es mejor disfrazarse de brujitas que ver la vela encendida y suponer que el movimiento de la llama era el espíritu del familiar por el que pedíamos en una habitación lúgubremente iluminada. Si además enseñamos a los niños que deben pedir golosinas por las puertas, el circuito está cerrado y los adeptos atrapados. La elección es evidente.
Lo que si me choca es lo de los Reyes Magos de Oriente que vinieron a adorar al niño Jesús y que sustituimos por Papá Noel en regiones cristianas; pero yo pensaba que eso era cosa de las comercializadoras que pretenden vender juguetes antes del 7 de enero, casi sin tiempo para disfrutarlos por mor del cole, pues bien, presiento que el tema va más allá y que el verdadero motivo es el anti catolicismo que va ganado terreno a una Iglesia anclada en un pasado que deberíamos renovar con un mensaje más adecuado al siglo en el que vivimos, pues ya se sabe, renovarse o fenecer y por ello pido al papa Francisco que no ceje en su empeño de presentar esa Iglesia que muchos anhelamos donde la solidaridad impere y la búsqueda de la espiritualidad sea más personalizada y menos teledirigida.
Un cordial saludo y Venturosa entrada de Año.
1 comentario en «Tradiciones»
Si por algo me gusta leer a Benito de la Morena, es por su fina ironía (Casi imperceptible) y por la profundidad de sus reflexiones, aunque sea en pocas lineas.
Y por los temas, que tienen enjundia y oportunidad.
En este caso, no vamos a hacer un comentario amplio, como merece su artículo, sino que lo haremos en nuestra web (www.azoteas.es), donde reproduciremos su texto y lo acompañaremos con nuestro breve y humilde comentario.
Hoy solamente unirnos a su deseo:
Venturosa entrada de Año.