La onubense Laura Calvarro es la mitad de ‘Delimbo’, una de las galerías de arte con más éxito de España

La onubense Laura Calvarro. / Foto: Virginia Kleer.
La onubense Laura Calvarro. / Foto:  Virginia Kleer.
La onubense Laura Calvarro. / Foto: Virginia Kleer.

A.R.E. Apostar por un sueño, sobre todo cuando éste es rompedor y en un contexto que, en principio, no es el más favorecedor, puede parecer una absoluta locura. Pero quizá, si el sueño es compartido, la sensación de vértigo se disipa un poco y acabas logrando, paso a paso, que lo imposible se haga realidad. En el caso de la onubense Laura Calvarro, el deseo era poder expresarse, el riesgo lo corrió junto a Seleka, su pareja, y el resultado tangible es Delimbo, una galería de arte muy particular que ha cumplido su décimo aniversario.

Lo que hace especial a Delimbo no son sólo sus dueños, que lo son, sino su especialización en un tipo de arte, el contemporáneo, creado por lo que conocemos hoy día como artistas urbanos o callejeros. En este sentido, profesionales de fama internacional de este sector, como Sixe, Olek, Mike Swaney, Felipe Pantone, Mr.Kern , Momo, 3ttman y un largo etcétera son quienes llenan de vida este espacio, ubicado en la calle Pérez Galdós de Sevilla, y que se ha convertido en todo un referente para coleccionistas de todo el mundo.


Festival de Cine de Huelva

Seleka y Laura en Delimbo.
Seleka y Laura en Delimbo.

Vamos a conocer de cerca al 50% onubense de este reto artístico, la inquieta Laura Calvarro, un torbellino de energía contagiosa que estos días no para de recibir llamadas de periodistas nacionales y extranjeros, al igual que su socio, para hablar del fruto de su trabajo de estos últimos diez años.

Para empezar, el que Laura se dedicara al arte era algo que, sencillamente, tenía que pasar. Hija del artista multidisciplinar y maestro Manuel Calvarro, de madre actriz y abuela poetisa, creció en un entorno que propició plenamente su interés por las manifestaciones culturales en su sentido más amplio. “De pequeña iba a la Escuela de Arte León Ortega porque mi padre estudiaba allí y yo me dedicaba a trastear”, recuerda la onubense. Unos años más tarde, ella misma cursó en aquel centro Bachillerato Artístico, interesándose especialmente en un primer momento por la fotografía.


Puerto de Huelva

Imagen de la sala de exposiciones / estudio de la galería.
Imagen de la sala de exposiciones / estudio de la galería.

Luego, esa inquietud derivó hacia un todo: el mundo de la performance, el arte conceptual, la escritura… La bestia se desató y ya no tuvo medida. Laura se fue a Sevilla y se licenció en Bellas Artes, especializándose en Diseño y Grabado. Además, durante su etapa universitaria se integró en el grupo de arte contemporáneo ‘Blind man’ de su Facultad, con el que hizo infinidad de actuaciones relacionadas con la escultura, la pintura, el arte contemporáneo, etc.

Estos años fueron muy movidos. Estuvo haciendo video joking, arte urbano, así como diversas performance y videoperformance, obteniendo la beca BecArte que concede el Instituto Andaluz de la Juventud en 2013 con la videoperformance ‘Hasta que la muerte nos separe’. Un año después también ganó el segundo premio del Concurso de Diseño Gráfico ‘Proyecto Así lo vemos. El Alcohol y las Drogas’ de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía. Asimismo, fue componente del equipo de dirección artística del corto ‘Adrián corre’, ganador del Festival de Cine Inédito de Islantilla.

Laura estudió Bellas Artes en Sevilla.
Laura estudió Bellas Artes en Sevilla.

Laura se atrevía con todo, con cualquier medio que le permitiera expresarse a gusto, que siempre ha sido, en suma, su principal objetivo. Buceando en este universo de posibilidades este “culo inquieto” que se mueve por impulsos dio con otro, el de Seleka, un artista que llevaba muchos años pintando en la calle y que se había labrado una buena reputación en el mundo de los muros. Él tenía un proyecto “y me metí con él. Sin darme cuenta empezamos los dos juntos a llevarlo todo”, asegura la onubense.

Aquel proyecto, como no, era una galería de arte, que inicialmente llevaba otro nombre y se ubicaba en otro lugar de Sevilla. Los primeros cinco años fueron muy duros, de jornadas laborales infinitas y ausencia de días de descanso. Como explica Laura: “empezamos en 2006, con 23 años y la crisis. Cuando todo estaba cerrando, nosotros abríamos. Éramos dos chavales haciendo una locura a ojos de la gente, además de dedicarnos al arte urbano, algo que no se entendía en esta ciudad”.

La onubense asegura que los cinco primeros años fueron de aprendizaje. / Foto: Virginia Kleer.
La onubense asegura que los cinco primeros años fueron de aprendizaje. / Foto: Virginia Kleer.

Lo primero fue comenzar la búsqueda de artistas, algo que no fue del todo difícil porque la pareja ya tenía bastante claro con quiénes querían contar. Al principio, se dirigieron más a profesionales de España y Francia y luego fueron abriendo su marco hasta abarcar el Globo. Curiosamente, algunos de estos artistas de renombre les aconsejaban que aguantaran los primeros cinco años, que eran los más difíciles, pero que una vez superados, las puertas se irían abriendo… y así fue. Después de un lustro de supervivencia, de montar eventos y exposiciones de “manera frenética, porque no nos daba tiempo a pensar mucho en nada”, según Calvarro, las cosas cambiaron a mejor.

Entonces iniciaron una nueva etapa en la galería: se instalaron en su actual sede de la calle Pérez Galdós, con excelentes condiciones para poder trabajar y, al poco de estar allí, cambiaron a su actual nombre e imagen de marca, Delimbo. Para la onubense, en aquel momento “hicimos una criba de lo bueno aprendido durante aquellos primeros cinco años y dejamos de hacer lo que no cuadra con el proyecto”. Así, Delimbo es el resultado de la experiencia, el fruto de una iniciativa que se ha pulido con los años, dando lugar a un espacio único y especial.

La tienda de Delimbo da paso a la sala de exposiciones. Se comunican por la puerta que se ve al fondo.
La tienda de Delimbo da paso a la sala de exposiciones. Se comunican por la puerta que se ve al fondo.

Pero, ¿cómo funciona? En primer lugar, la galería se divide en dos espacios: una tienda situada en su entrada y, tras ella, una sala de exposiciones/ estudio de arte. En la tienda se pueden encontrar desde sudaderas y camisetas a obras gráficas y serigrafías, piezas originales que pueden llamar la atención de cualquier persona, sea aficionada o no al arte.

En su interior, Delimbo esconde su corazón, una sala de 200 m2 en la que se exponen obras de arte contemporáneo de artistas internacionales, el 80% de los cuales posee una trayectoria consolidada en la calle, aunque a día de hoy sus trabajos también pueblan galerías de todo el mundo. En este sentido, es precisamente el haberse mantenido desde el primer momento fieles a esta línea expositiva, a unos determinados valores y creencias, lo que ha posibilitado que coleccionistas de todas partes confiaran en ellos, alcanzando su enorme difusión como galería reputada.

Actual muestra colectiva que puede verse en Delimbo.
Actual muestra colectiva que puede verse en Delimbo.

Asimismo, el encontrarse en una ciudad como Sevilla, por la que pasan muchas personas a lo largo de todo el año, y el saber moverse por Internet y redes sociales, han favorecido su expansión y desarrollo, haciendo posible que Delimbo sea conocido y venda arte desde Andalucía a todo el mundo.

Uno de los conceptos que ha hecho muy especial a esta galería es que en ella se hacen residencias con los artistas, es decir, que se convierte en un estudio en el que los autores disponen del tiempo que necesiten para generar en su interior las obras que van a exponer en sus muestras. En estos casos, la sala –que se puede separar de la tienda mediante una cortinilla- se cierra para dar privacidad al creativo y para conservar el factor sorpresa el día de la inauguración.

Los artistas crean sus muestran en la propia galería.
Los artistas crean sus muestran en la propia galería.

“El tiempo mínimo que emplean es de dos o tres semanas, aunque se pueden extender a seis o más. Les damos el tiempo que necesiten. Por eso a lo mejor hacemos cuatro exposiciones al año (más o menos, depende del año), porque luego cada muestra está un mínimo de dos meses, para dar tiempo a que la gente venga a verla. Son exposiciones muy especiales, en las que prima la calidad frente a la cantidad”, explica Laura Calvarro.

Por otro lado, los artistas, que al provenir de la pared son capaces de asumir grandes formatos, tienen total libertad para intervenir el espacio y utilizan infinidad de materiales: spray, acrílico, óleo, rotulador… A este respecto, la onubense afirma divertida que “llevamos diez años pintando y repintando las paredes” de la galería. Y es que las obras que se pintan directamente en las paredes son efímeras, es decir, no se pueden vender, sólo reportan a nivel expositivo, un concepto difícil de entender para muchos usuarios.

Olek vistió en Sevilla la estatua del Cid Campeador.
Olek vistió en Sevilla la estatua del Cid Campeador.

Entre los profesionales que ha traído Delimbo, hubo uno cuyo paso por Sevilla fue especialmente sonado. Hablamos de Olek, una artista visual de origen polaco que ha cubierto edificios y esculturas de todo el mundo con sus creaciones hechas de crochét. En la capital hispalense también lo hizo en 2013, pues durante las seis semanas que estuvo generando su exposición en Delimbo, cosiendo junto a 20 colaboradores, Olek aprovechó para vestir el monumento al Cid Campeador. Aquello fue toda una revolución y, el día que abrieron la muestra al público, más de 2.000 personas acudieron a la galería de Laura y Seleka, cortando la calle Pérez Galdós durante casi tres horas.

Por poner otro ejemplo, en estos días Delimbo acoge una muestra colectiva en la que participa, entre otros, Felipe Pantone, un argentino afincado en España cuyas creaciones pueden verse en fachadas de edificios de multitud de países.

Exposición de Olek en Delimbo en 2013.
Exposición de Olek en Delimbo en 2013.

Sin embargo, el universo de esta galería no acaba en su sala /estudio. También salen a pintar con sus artistas invitados por la ciudad y organizan infinidad de actividades, como presentaciones de libros, conciertos, teatro… algunos gratuitos, otros a puerta cerrada y otros previa adquisición de entrada. Además, colaboran con el Espacio Turina de Sevilla, facilitándoles dos artistas al año, uno internacional y otro local, y han promovido una iniciativa de la que se han hecho eco los medios internacionales y que se ha bautizado como Soho Benita. Tras este concepto se encuentra una asociación de diferentes negocios de la calle donde se ubica la galería, la calle Pérez Galdós, a los que une su singularidad e innovación y sus ganas de generar actividad económica ofreciendo al cliente algo más que un producto. Un ejemplo de sinergia empresarial que ya está dando sus frutos.

Pero volviendo a la galería, Laura resume todo lo expuesto afirmando que “Delimbo es un espacio vivo y eso hace que pasen cosas. Además de la sala también está la tienda… es diferente de lo que se conoce como una galería al uso, es un concepto nuevo, un espacio autosuficiente. En Sevilla somos de las galerías que más obras vende y en España una de las que más. Siempre estamos buscando nuevas opciones y eso hace que tengamos mucho movimiento”.

Laura y Seleka también forman parte de la Asociación Soho Benita.
Laura y Seleka también forman parte de la Asociación Soho Benita.

Precisamente su concepto abierto e innovador es el responsable de que personas muy diferentes se vean atraídas por la galería. “A Delimbo entra todo el mundo. Por ejemplo, alguien entra en la tienda para comprar una sudadera y desde ahí ve que dentro hay una exposición y la ve. Luego trae a su familia para que la vea también y así sucesivamente. Todo esto humaniza el proyecto, el ver el trabajo de los demás y que se hacen cosas”, asegura Calvarro.

Y es que lejos del concepto elitista de arte, que asocia la contemplación y la adquisición del mismo con un elevado nivel cultural o económico, la onubense pone de relieve que siempre han defendido “justo lo contrario, un arte para todo el mundo, una democratización del arte. No hay una regla para determinar quién puede consumir arte y quién no. Puedes consumir arte sin consumirlo. Lo único que gastas es el tiempo que dedicas a ir y ver la exposición. La cultura es algo necesario para todo el mundo, forma parte de nosotros, de nuestra naturaleza”.

La onubense aboga por la democratización de arte. / Foto:  Virginia Kleer.
La onubense aboga por la democratización de arte. / Foto: Virginia Kleer.

Incluso desde Delimbo abogan por que para ser coleccionista no es necesario tener mucho dinero pues, si bien las grandes obras son más caras, Laura y Seleka promueven el nacimiento de nuevos e incluso jóvenes coleccionistas a través de la venta de serigrafías y obras gráficas, al alcance de bolsillos más modestos.

En esta línea se encuentra uno de los objetivos de la onubense de cara a 2017: poner en marcha el Club Delimbo. La iniciativa permitiría que sus socios cuenten con una serie de ventajas, como descuentos, invitaciones a actos, etc. previo pago de una cuota cuatrimestral simbólica. Además, cada cuatro meses se les mandaría una de las obras seriadas que producen en la galería (serigrafías, obras gráficas…) de valor igual o superior a las cuotas.

Otros los proyectos que la pareja tiene en mente es hacer itinerancias de las exposiciones y también abrir un espacio en Madrid, junto a otras galerías, con las que se turnarían para exhibir muestras en él, lo cual supondrá algo así como tener una ‘sucursal’ de Delimbo durante determinados periodos de tiempo en la capital española.

El Club Delimbo se pondrá en marcha en 2017.
El Club Delimbo se pondrá en marcha en 2017.

Por último, cabe destacar que durante el próximo 2017, el espacio sevillano acogerá muestras, a partir de marzo, de los artistas Momo, 3TTMan, Nuria Mora y Reme. Una buena cartera para un año que comienza en sólo unos días.

En suma, podemos decir que Delimbo se ha convertido en el eje expresivo de Laura Calvarro, aunque la onubense siempre trata de compatibilizar su labor en este espacio vivo con seguir pintando en la calle, hacer performance, fotografías, escribir… pero sobre todo con su gran pasión en estos últimos dos años, pinchar música.

El éxito de la galería es algo que nunca se habían planteado, ni ella ni Seleka, “ha ocurrido de manera natural, dando soluciones a problemas. Nosotros creemos mucho en el trabajo y en que, siendo fiel a tus valores, la vida te posiciona. A veces queremos algo y empezamos a focalizar hacia ello a la par que trabajamos igual que siempre y, al final, la vida nos acaba llevando a nuestro objetivo”, asegura la artista. Desde luego, en su caso así ha sido, y diez años después de aquella alocada aventura, la pareja disfruta de su gran obra, la mejor que jamás hubieran creído que podrían construir juntos. Feliz cumpleaños.

2 comentarios en «La onubense Laura Calvarro es la mitad de ‘Delimbo’, una de las galerías de arte con más éxito de España»

  1. No conozco personalmente a Laura Calvarro, pero me ha hablado de ella su padre, Manuel Calvarro, al que admiro como artista y persona y que me honra con su amistad. Me complace felicitarles, a ella y a Seleka. Es una magnífica representante de la mejor juventud de Huelva y una prueba de lo que la capacidad creativa y el espíritu emprendedor, unidos al trabajo intenso, pueden lograr.
    ¡Felicidades en el décimo aniversario del principio de lo que hoy es Delimbo!

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