HBN. Redacciones, maquetas, dibujos, cuentos, canciones de rap… bajo una amplia variedad de formatos, alumnos de quinto de Primaria de colegios de Almonaster la Real, Calañas, Cortegana y el Cerro de Andévalo han hecho llegar a MATSA sus mejores deseos por cumplir una década. Ha sido gracias a un certamen convocado por la empresa minera bajo el título ‘Los 10 de 10’, a través del cual invitaba a más de un centenar de alumnos de los municipios que se encuentran en el área de influencia de la mina y que habían nacido con Aguas Teñidas, es decir, en 2006, a elaborar un trabajo creativo que tuviera como tema este emblemático aniversario.
Al final, fueron 10 los estudiantes premiados por sus propuestas, pero más allá de los patinetes con los que fueron obsequiados, estos estudiantes, junto al resto de sus compañeros, han logrado algo mucho más importante: formarse una imagen real de la minería actual y ser conscientes de su gran valor para el desarrollo de la zona en la que viven, siempre desde la sostenibilidad y el respeto al medioambiente.
Pero ¿cómo se ha alcanzado este objetivo? Con la actividad ‘Creciendo con MATSA’, gracias a la cual los niños han recibido formación e información de un sector del que tenían unas ideas preconcebidas que no se correspondían con la realidad actual. Un cambio de mentalidad que se ha producido en tres pasos: primero, con clases especiales en sus respectivas localidades en las que se les explicó las fases que atraviesa el mineral, desde su localización y extracción hasta la venta en los mercados internacionales; luego con la realización de una visita a las instalaciones de MATSA para que pudieran conocer la historia de la mina, su funcionamiento, valores e instalaciones y, por último, tras analizar toda esta información, se les invitó a que plasmaran lo aprendido de manera creativa en sus propuestas de felicitación de cumpleaños para la empresa.
Cómo todo esto ha calado en los alumnos lo saben bien los directores de dos de los centros educativos que han participado en la iniciativa: Antonio Domínguez Sanchez, del CEIP Divino Salvador de Cortegana y Ana Sánchez Mogedas, del CEIP Virgen de Andévalo de El Cerro, quienes explican que los niños, además de salir encantados por todas las atenciones recibidas, han abierto sus mentes incluso de cara a futuras posibilidades laborales.
«Antes de la actividad ‘Creciendo con MATSA’ los alumnos sólo sabían un poco sobre la formación de las rocas que habían aprendido en Geología. Ahora están más interesados por lo que las rocas pueden contener«, explica Antonio Domínguez, quien además añade: «los escasos conocimientos que tenían les habían llegado tergiversados y pensaban que las minas eran espacios sucios, peligrosos e incluso con cierta explotación laboral. Ahora, tras conocer aquello y ver cómo se trabaja, su idea ha cambiado completamente».
Y es que lo que encontraron estos estudiantes fue justo lo contrario, un entorno muy limpio, en el que prima la seguridad y se hace una importante labor de desarrollo sostenible para conseguir minorizar al máximo el impacto en el entorno natural de la actividad minera. «Otra de las cosas que han valorado mucho los alumnos», continúa explicando Domínguez, «es la forma en que MATSA está actuando en la zona, contribuyendo no sólo a su desarrollo económico, sino también al mantenimiento de actividades sociales, colaborando con ayuntamientos, organizando eventos culturales, apoyando a asociaciones y sus proyectos, creando becas de estudio e investigación… Ellos no sabían todo eso, igual que tampoco conocían sus altas medidas de seguridad y los protocolos sanitarios que se aplican a los trabajadores. Les ha impactado muchísimo».
En la misma línea se pronuncia la directora del CEIP Virgen de Andévalo, cuyos alumnos disfrutaron mucho la visita, conociendo de primera mano los diferentes perfiles laborales que encajan en el trabajo minero actual y, sobre todo, las instalaciones. «Tras la bienvenida de la directora general de MATSA, Audra Walsh, vimos un vídeo del nacimiento de la mina, que iba paralelo a los primeros 10 años de vida de una niña. Luego hicimos una visita en autobús a las instalaciones y los estudiantes pudieron ver la boca Santa Bárbara, el yacimiento romano, los domos, las plantas de tratamiento del mineral… y por último disfrutamos de una merienda de convivencia», narra Ana Sánchez.
Al hecho de descubrir MATSA, hay que añadir que para muchos de estos jóvenes fue un día muy emocionante porque por primera vez iban al lugar en el que trabajaban sus padres, lo que hizo la visita aún más especial.
El resultado fue que los niños acabaron encantados con la experiencia y se pusieron luego manos a la obra para plasmar lo aprendido en un proyecto creativo. Tuvieron un mes para presentar sus propuestas, que fueron de lo más originales e innovadoras. Algunos optaron por presentaciones en cartulina explicando qué supone la minería para una zona como la Sierra y el Andévalo onubenses; otros hicieron hermosas felicitaciones de cumpleaños, y también hay quienes optaron por cuentos o redacciones en las que destacaban uno o varios aspectos concretos de la minería en MATSA.
A pesar de que todos tenían buenas cualidades para ser ganadores, finalmente el jurado tuvo que escoger 10 de estos trabajos. Así, uno de los más destacados era una canción que hablaba de Aguas Teñidas a ritmo de rap; otro correspondía al diseño de una tarta de cumpleaños felicitando a MATSA por su aniversario; también una niña narró el proceso de nacimiento y desarrollo de la mina comparándolo con el suyo propio. Por otro lado, otro de estos creativos escolares elaboró un dibujo alegórico en el que recordaba la visita a las instalaciones de Almonaster la Real, haciendo hincapié en las medidas de seguridad y, en concreto, en el director de Seguridad, Salud y Medio Ambiente de la empresa minera, Carlos Sánchez, quien se emocionó cuando recibió, junto a Audra Walsh, a los niños porque en ellos veía a sus hijos.
En esta línea, encontramos también otros proyectos premiados, como un trabajo de investigación sobre las distintas partes de la mina y su historia o una maqueta de la provincia, con arbolitos, fotos de plantas, minerales, mineros y construcciones propias de la mina y un corazón en el centro con el escudo onubense y la frase ‘MATSA le ha dado vida a Huelva’.
Durante la entrega de premios, los ganadores tuvieron la oportunidad de explicar sus proyectos en presencia de sus padres, profesores y directores de los CEIP, así como de la directora general de MATSA, Audra Walsh, que los felicitó por la calidad de sus trabajos y afirmó la gran satisfacción que suponía para la compañía «haber trasmitido a los niños los valores que identifican a los trabajadores de MATSA, entre los que se encuentran la responsabilidad, honestidad, trabajo en equipo, compromiso, respeto por el medio ambiente y por las personas y la seguridad”.
De hecho, los niños han interioriza tanto esta filosofía y han visto tan claro la fuente de riqueza que la minería supone para su tierra, que muchos de ellos se plantean ahora dedicarse a este sector, «los niños más como maquinistas, gruistas, camioneros, mineros, etc. mientras que a las niñas les ha llamado más la parte de oficina y piensan en carreras como Química o Geología», reconoce Ana Sánchez.
Como valoración final, los directores de ambos centros escolares han reconocido como muy positiva la iniciativa de MATSA por su décimo aniversario, pues ha permitido a los niños que nacieron con la mina conocerla a fondo, borrar falsas ideas y mitos sobre la misma (seguridad, respeto al medioambiente, condiciones laborales, etc.) y averiguar que su aportación va más allá de lo puramente económico. Todo un descubrimiento para estos pequeños que ya sopesan formarse para engrosar en el futuro la familia minera onubense.