Redacción. El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, ha visitado las marismas de Doñana, inundadas tras las precipitaciones de los últimos meses. En concreto, desde el 1 de septiembre la media acumulada ha ascendido a algo más de 300 litros por metro cuadrado. Las aguas caídas han provocado que los principales cauces vertientes a la marisma, como Rocina, Partido y Guadiamar, aporten un caudal que unido a las precipitaciones directas han permitido el inicio de la inundación en los principales caños de la marisma. En estos momentos, el 80% de la superficie de marismas está ya inundada.
José Fiscal ha señalado que se está observando desde la máxima naturalidad el buen estado de los ecosistemas marismeños tras las últimas precipitaciones, y se hace teniendo siempre en cuenta que Doñana es un espacio singular en el que a lo largo del año se reproducen periodos cíclicos de sequía y de abundancia de agua.
El titular de Medio Ambiente ha indicado que al estar las marismas rebosantes de agua se augura un buen período para las aves acuáticas gracias a las precipitaciones que se han registrado en los últimos meses. En este sentido, ha recalcado la importancia de las lluvias para que las lagunas de Doñana se llenen de agua, ya que son las precipitaciones y las correntías las que provocan su llenado, y no tanto las aguas subterráneas, como se cree a veces; por lo que si no llueve, las marismas no se inundan, independientemente de las aguas subterráneas.
Fiscal ha recordado que desde la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio se trabaja para minimizar al máximo los riesgos que todo espacio natural tiene, por supuesto también el de Doñana; y no se puede olvidar que precisamente este espacio ha sido incluido en la Green List de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), como uno de los 25 espacios protegidos mejor gestionados.
José Fiscal ha insistido en que el agua en Doñana es fundamental, pero no se puede convertir lo normal, lo natural, lo propio y característico del clima mediterráneo, la sequía periódica, en un problema de conservación. Tampoco, según el consejero, se puede eludir la ordenación rigurosa de la agricultura, tratando de adecuar y garantizar un agricultura sostenible, innovadora y de vital importancia en la generación de riqueza en este territorio.