S. D. Dubai no ha sido sinónimo de éxito en esta ocasión para Carolina Marín que ha cerrado su paso por las Dubai World Superseries Finals con un balance de tres derrotas y cero victorias. Aunque con opciones de clasificación para semifinales casi hasta su último choque, Marín no ha podido desplegar un juego que le permitiera seguir avanzando en la cita que cierra el año 2016.
Tras las derrotas ante Sun Yu y Akane Yamaguchi en las dos primeras jornadas, Marín llegó con opciones de clasificación para semifinales al último partido ante Sindhu, eso sí sin depender de ella misma. Los resultados que debían darse eran que Marín derrotara a Sindhu y Sun Yu a Yamaguchi, ambas por 2-0.
El Sun Yu-Akane Yamaguchi se disputó en primer turno y vio victoria de la primera, pero sin el ansiado 2-0 ya que el resultado fue 15-21, 21-10 y 21-10. El primer set de Yamaguchi dejó matemáticamente eliminada a Marín, dejando su partido ante Sindhu con el único aliciente de las opciones de clasificación de la india en caso de vencer.
En esa situación saltó Carolina Marín a la pista 2 del Hamdan Sports Complex con el objetivo de despedirse con victoria de la cita de maestras en un duelo que rememoraba la final olímpica. Desgraciadamente no fue así, pues sin objetivo competitivo ninguno para la española, Sindhu -que sí se jugaba el pase a las semifinales en caso de victoria- fue muy superior desde el intervalo del primer set consiguiendo una victoria por 21-17 y 21-13 que la clasificó para seguir optando al triunfo en un año que ha sido el de su gran explosión con la plata olímpica.
El título se le jugarán Tai Tzu Ying (China Taipei) y Sung Ji Hyun (Corea) desde el grupo A y Sun Yu (China) y Sindhu (India) desde el grupo B.
Carolina Marín se despide de 2016 con ‘solo’ dos títulos, pero los más importantes del año: campeona olímpica y campeona de Europa. El título olímpico logrado en el pabellón Riocentro 4 pasará a la historia del deporte español por lo que significó y por cómo se consiguió, con un total dominio en una competición de máxima exigencia como la olímpica.
El objetivo único de esta temporada, bajo el que quedaron cualquier otro evento a lo largo del año, se logró para autoproclamarse reina absoluta del bádminton mundial. Como ella misma reconoce, los retos nunca acaban y en 2017 y años sucesivos seguirá asaltando con la misma convicción todos los títulos que se le pongan por delante.