Rosa Mora. El devenir de los acontecimientos nos va descubriendo caminos que a veces jamás pensamos que llegaríamos a transitar, pero que en muchas ocasiones marcan un antes y un después en nuestras vidas.
Licenciada en Administración y Dirección de Empresas (Lade) por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, la onubense Nana Golmar confiesa a Huelva Buenas Noticias que nunca pensó que pudiera llegar a destacar por sus habilidades artísticas, y mucho menos que gracias a esta vocación –que descubrió casi fruto de la casualidad- llegara a hacerse un nombre en nuestro país por sus sencillos y elegantes diseños de sombreros y tocados.
Alumna del colegio de las Teresianas, Nana Golmar creció y vivió en Huelva hasta que con 18 años -como muchos otros onubenses- puso rumbo a Sevilla para cursar los estudios universitarios en la capital hispalense. En su caso, se decantó por la formación empresarial, ajena aún a lo que el destino le tenía preparado. Madrid fue su siguiente parada, ciudad en la que residió y trabajó hasta que, tras pasar 11 años fuera de Huelva, regresó, animada por su madre, para embarcarse en una nuevo e ilusionante proyecto.
“Tras finalizar mis estudios universitarios me mudé a Madrid, época que coincidió con el estallido de la crisis. Fue entonces cuando mi madre, que se había formado en diseño de moda y había realizado un curso de tocados, me propuso montar nuestra propia empresa. En un principio yo me encargaría de las cuestiones más administrativas, del diseño de la marca…”, nos cuenta Nana Golmar. “Con la puesta en marcha del negocio –añade la diseñadora- comencé a aprender a hacer tocados. Descubrí entonces que era creativa, que me gustaba hacer cosas con las manos, y que se me daba bien”.
Tras la creación de una marca propia de tocados, y viendo la buena aceptación que estos tenían -sus diseños funcionaron desde el primer momento de manera extraordinaria en el mercado barcelonés donde eran expuestos y vendidos en la tienda regentada por una amiga de la joven creadora- Nana Golmar decidió ir más allá y se arriesgó a abrir, junto a la diseñadora Rocío Peralta, una tienda en Sevilla.
La trayectoria de la onubense no ha estado exenta de contratiempos. «Cuando me empezaba a ir bastante bien, sufrí un accidente de moto«, nos cuenta. Se fracturó las dos manos, un revés que la mantuvo alejada del taller durante más de tres meses. «Gracias a la rehabilitación -añade- recuperé el cien por cien la movilidad, un hecho insólito que incluso ha llevado a los médicos que me trataron a exponer mi caso en Congresos [ríe]». Tras la «sorprendente» recuperación, Nana Golmar se volvió a volcar de lleno en la realización de tocados. Se cruzó entonces en su camino la posibilidad de hacer un curso de sombrerería. «Como yo creo mucho en las señales, me dije, esto está para mí», explica la diseñadora. Y así fue como se adentró en el mundo de los sombreros, «que se ha convertido en la razón de ser de la marca, haciendo de este antiguo oficio la pasión y el modo de vida de Nana Golmar».
Una pasión que le ha reportado un gran número de satisfacciones siendo una de ellas el hecho de que el equipo de la recientemente estrenada miniserie de Mediaset y MOD Producciones emitida en Telecinco ‘Lo que escondían sus ojos’ haya contado con sus diseños para vestir a tanto a personajes principales como a parte del elenco de actores y actrices que integran el reparto. Protagonizada por Blanca Suárez, Rubén Cortada y Charlotte Vega, ‘Lo que escondían sus ojos’, basada en la novela de Nieves Herrero, se centra en el romance que mantuvieron el ministro franquista Serrano Suñer y la Marquesa de Llanzo.
«Se pusieron en contacto conmigo a través de un correo electrónico hará aproximadamente un año. La verdad es que me sentí muy halagada. En un principio me solicitaron que les enviara tocados y sombreros inspirados en la sociedad española de los años 40. Posteriormente me pidieron dos piezas exclusivas para el personaje que interpreta la actriz Blanca Suárez«, nos explica la onubense.
Nana Golmar está viviendo la emisión de la serie con una ilusión enorme, «cada capítulo supone una sorpresa para mí puesto que hay tocados que ni yo sé si van a salir…«, incide.
En cuanto a las felicitaciones que está recibiendo, la joven diseñadora se siente muy agradecida y ve humildemente su colaboración en la serie como «un reflejo de que haces un buen trabajo«. «Todo esto -añade- lo asumí como un importante reto. Estaba centrada en eventos como bodas, y el encargo para la serie me resultó muy divertido… la labor de documentarme, hacer los diseños».
Por la forma en la que se expresa, la onubense Nana Golmar contagia la pasión que siente por su trabajo. Compara el diseño de un sombrero con una escultura a la que dar forma, en la que el equilibrio es la clave. «El sombrero es una cuestión de formas que busca el equilibrio con la persona que lo lleva», explica.
De cara al futuro, «uno de mis sueños es conseguir que la gente lleve sombrero como una prenda más de vestir. Ponerte sombrero es una experiencia, un mundo de sensaciones. Me encantaría contribuir a que vuelva el hábito de vestir sombreros. Por otro lado, tras mi colaboración con ‘Lo que escondían sus ojos’, desearía participar en proyectos relacionados con el teatro o el cine«. Retos que la hacen seguir formándose y aprendiendo constantemente con el objetivo de consolidar el hueco que, a base de trabajo, ha conseguido ganarse en el mundo de la moda.