HBH. Dicen que quien no arriesga no gana. Afirman también que no se puede cruzar el océano hasta que no se tiene el coraje de perder de vista la costa. En este sentido, coraje no les faltó en 2002 a quienes llevaban las riendas de Bodegas Oliveros para adentrarse en un terreno aún inexplorado por el resto de empresas vinícolas de la comarca: el de la exportación.
La inversión fue importante, el riesgo asumido también, pero el balance que hacen a día de de hoy es más que satisfactorio. Bodegas Oliveros, negocio familiar que hunde sus raíces en 1940, dirigido actualmente por la tercera generación Oliveros, sirvió de guía para otras empresas que posteriormente vieron el mercado internacional como una de las principales vías crecimiento en un sector tan competitivo y globalizado como es el vitivinícola.
Presente en una veintena de países, el 85 por ciento de la producción de Bodegas Oliveros se vende en el exterior. “Somos fuertes en la zona asiática, Estados Unidos, centro Europa y Caribe”, explica a Huelva Buenas Noticias, Miguel Oliveros, responsable de Bodegas Oliveros. “Hace ya bastante tiempo -añade- como decisión estratégica nos volcamos en la exportación. Técnicamente hablando es complicado puesto que es un asunto que te exige estar muy al corriente y te empujar a hacer cambios que no te exigiría el mercado nacional. No obstante, eso te da otra visión del negocio, te obliga a mejorar. En este sector tan tradicional, el margen de innovación y mejora no es muy grande ya que, digamos, todo está inventado, pero sí es cierto que la autoexigencia te hace mejorar y ésta te hace distanciarte de la competencia”.
Sin restar atención al plano internacional, Bodegas Oliveros planea, de cara al futuro, apostar por el mercado local. “Hace 14 años tiramos por un camino, el de la exportación, y ha funcionado bien. Ahora, sin embargo, vamos a retomar el camino de nuestra tierra. Tenemos un plan: estar más presentes y ser más agresivos en Huelva, que los visitantes prueben nuestros productos en Huelva”.
Si la exportación es una de las señas de identidad de Bodegas Oliveros, su indiscutible liderazgo en enoturismo –turismo dirigido a conocer las zonas de producción vitivinícola- es otro de sus rasgos definitorios. En cifras, “solo Bodegas Oliveros registra tres veces más visitas que el resto de las bodegas de la zona juntas. Somos la tercera bodega más visitada a nivel andaluz, por detrás de dos de Jerez. Es más, hay Denominaciones de Origen enteras en este país que cuentan con menos visitas que nosotros”, explica orgulloso Miguel Oliveros. “Gracias a que ofrecemos visitas bilingües -añade Oliveros- llegan hasta nuestra bodega grupos procedentes de Canadá, EEUU, centro Europa, Países Bajos, países nórdicos, británicos, franceses… Lo mejor es la venta directa que estas visitas suponen para la bodega, además de la notoriedad que conseguimos de manera gratuita. En el sector del enoturismo empezamos poco a poco hasta conseguir contratos con grandes touroperadores e incluso con el Imserso. Ofrecemos una visita de calidad que se produce en medio del funcionamiento de la bodega”.
Bodegas Oliveros ofrece una rica y amplia gama de vinos y vinagres. Entra las marcas más reconocidas de la Bodega destacan Oliveros, Juan Jaime, Lágrima de Vino Naranja, Alzamendi y Marqués de la Bolita. De la carta, Miguel Oliveros destaca el Oliveros Coupage, vino blanco elaborado con las variedades zalema y colombard. Es relevante señalar además los vinos tintos con Denominación de Origen Condado de Huelva, criados en una cava subterránea especial y acondicionada para soportar las temperaturas de esta parte de Andalucía. «Somos los únicos en hacer crianza y afinado bajo tierra. Es costoso porque exige mucha mano de obra, pero para poder competir con otras zonas, o tienes mucha calidad y muy buen producto, o lo tienes complicado».
Reconocimiento a nivel internacional tiene también el Vermut de Bodegas Oliveros. «Es un producto que mi abuelo y mi padre mimaron mucho. Tenemos un Vermut Crianza y un Vermut Reserva de ocho años, que es una auténtica joya, tanto es así que ha sido incluido por una publicación francesa que recoge los 50 mejores Vermuts del mundo», nos cuenta Oliveros.
Mención especial merece el Vino Naranja, perteneciente a la gama de vinos dulces. «Vino exclusivo y que representa un signo de distinción para nuestra bodega, ya que cedimos nuestra marca, Vino Naranja, para proteger este vino tan peculiar y atractivo bajo el paraguas del Consejo Regulador», explica a este medio Miguel Oliveros.
Por otro lado, con motivo de la celebración del 75 aniversario que Bodegas Oliveros festejó el pasado año, la empresa diseñó, registró y fabricando una botella personalizada. Botella de gamas medias altas que en la actualidad utilizan para el Pedro Ximénez, Vino Naranja y Vermut Reserva. «La tenemos en propiedad y la botella es una auténtica maravilla. Es la única bodega en Huelva que cuenta con una botella privada. Ha sido una importante inversión de dinero, pero creo que merecía la pena porque eran 75 años. Al final busca dejar rastro, y cuando la bodega cumpla un siglo seguirá teniendo esta botella, un lujo que no todo el mundo se puede permitir».
1 comentario en «Bodegas Oliveros se distingue por la utilización de una botella personalizada y exclusiva, diseñada por su 75 aniversario»
En la década de los cuarenta vi en una taberna de utrera, donde iba mi padre, un cartel con un señor con los cachetes colorados y una copa en la mano que decía: Fuerte como el acero, bebiendo Fino Oliveros. ¿Sería posible recibir por este medio una foto de aquel cartel?. Gracias