Mari Paz Díaz. Nacido en Huelva hace 24 años, en el barrio de Isla Chica, Asier González Cuevas es un joven solidario que se encuentra en estos momentos involucrado en un programa de voluntariado en comunidades indígenas de Cochabamba (Bolivia), donde, junto a tres compañeros más, están trabajando para poder rehabilitar una escuela guaraní en una pequeña aldea.
Un proyecto que les ha llenado de ilusión, pero para el que necesitan recaudar fondos, de ahí que haya querido hacer un llamamiento a la solidaridad de los onubenses a través de Huelva Buenas Noticias, porque «me ilusiona especialmente que Huelva se involucre en esta iniciativa, dado que se trata de una comunidad pequeña, sin recursos, en la que la escuela es el centro de la vida para pequeños y grandes, al no haber otro lugar de reunión. Cuando llegamos allí, quedamos impresionados con el estado del colegio, y decidimos empezar esta campaña por cuenta propia», nos explica Asier.
Un proyecto solidario que ya han difundido en Burgos, ciudad en la estudia este grupo de compañeros, y donde ya han recabado algunos apoyos, de ahí que también quieran contar con Huelva. Para ello, han lanzado este video de la campaña que han puesto en marcha bajo el nombre de ‘Aquí pintamos todos’:
Una bonita propuesta que ha querido explicarnos a través de esta entrevista, con la que le gustaría mover conciencias, consciente de que entre todos se puede conseguir mucho. Unos trabajos de rehabilitación que se van a desarrollar, según tienen previsto, entre el 28 de noviembre y el 4 de diciembre, por lo que toda la ayuda que obtengan es bien recibida.
Así nos lo cuenta este joven onubense que estudió en el Colegio Juan Luis Vives y que hizo Bachillerato en el IES La Rábida de Huelva, para, después, cuando cumplió 18 años, marcharse a cursar Ingeniería Civil en la Universidad de Burgos, un grado que acabó en el año 2014. En esta etapa tuvo la oportunidad de vivir un año en Valparaíso (Chile), una experiencia que supuso un gran giro en su vida.
A su regreso a España comenzó el Máster de Caminos, Canales y Puertos en la Universidad de Burgos -postgrado en el que actualmente se encuentra en el último curso-, al mismo tiempo que, gracias a una beca de este centro universitario, pudo iniciarse en el mundo de la cooperación, con la ONG Amycos, con sede en Burgos. En concreto, su labor en esta entidad, junto a otro compañero del Máster, es desarrollar un proyecto de agua potable y regadío en una pequeña comunidad quechua llamada Wuayjo, a través de la ONG Anawin (Cochabamba).
Ahora, desde Bolivia, donde se encuentra desde el pasado 8 de septiembre, nos pide la colaboración de Huelva, un lugar que, en los últimos años no ha visitado mucho, a pesar de que reconoce que «soy un enamorado de esta ciudad y su provincia. Huelva tiene algo que es difícil de explicar».
-Asier, ¿cómo surge la oportunidad de marcharte a Bolivia para participar en este proyecto internacional?
-Se me planteó la posibilidad de realizar mi Trabajo Fin de Máster como un proyecto de cooperación. Desde el primer momento lo vi claro: si tengo que realizar un proyecto, que sirva para algo y no quede en un papel mojado archivado en la universidad. No obstante, el proyecto que ahora estamos promocionando no tiene nada que ver con nuestro proyecto actual del agua. Surgió como una idea nuestra que fue tomando forma y que, por ahora, se está trasformando en realidad.
-¿Cómo es tu vida en Bolivia? No es tu primera estancia en el extranjero.
-Pues, aunque Cochabamba es una ciudad un poco caótica al principio, luego se lleva una vida tranquila y sencilla. Luego, entre semana, trabajamos en el área rural con diversas comunidades y es un ritmo más intenso. Supone un contacto directo con otra realidad, en la que solamente observando se aprenden cosas que cambian tu forma de pensar y te ayudan a crecer en todos los aspectos. Es increíble la forma de organizarse de estas pequeñas comunidades, con sindicatos y una participación de toda la población en las cuestiones importantes del día a día. Gente que tienen poco, -y te lo dan todo-, amable y hecha de otra pasta. Ya tuve otra experiencia en el extranjero, en Valparaíso (Chile), a través de la cual quedé enamorado de Sudamérica, teniendo esto gran parte de la culpa de que hoy esté aquí. Animo a todos a que vengan y la disfruten.
-¿Cuál es tu lugar de residencia?
-Estamos en Cochabamba, aunque todas las semanas nos movemos por la Municipalidad de Morochata.
-¿Qué estás haciendo en estos momentos?
-En la ONG estamos trabajando en los proyectos de agua potable y regadío. Y, al mismo tiempo, junto a mis compañeros, coordinando todo lo necesario para el proyecto de la escuela de ‘El Espino’. Tenemos que optimizar al máximo todas las donaciones para que sea un proyecto completo y efectivo.
-¿Quiénes formáis parte de ese bonito proyecto de recuperar la escuela guaraní?
-Lo componemos cuatro españoles, como son Lara Sánchez Gil, educadora Social en la Universidad de Burgos, nacida en esta ciudad; Adrián Mallén Marcos, estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Burgos, también nacido en Burgos; Daniel Vilas Prat, ingeniero Civil y estudiante del Máster de Caminos, Canales y Puertos en la Universidad de Burgos, nacido en Pontevedra; y yo mismo como ingeniero Civil y estudiante del Máster de Caminos, Canales y Puertos en la Universidad de Burgos.
-¿Cuál es el balance que haces de esta experiencia?
-Positivo, constructivo y único. Un antes y un después en mi vida. Agradecer a la ONG Anawin, que desarrolla un trabajo bestial y que está compuesta por grandes profesionales que se entregan al 100% por los demás.
-¿En qué consiste la iniciativa solidaria que queréis realizar?
-La iniciativa nació en un viaje al Chaco (sur de Bolivia) para supervisar un proyecto de agua y soberanía alimentaria en la localidad de El Espino. Es una pequeña comunidad guaraní, que tiene grandes problemas con el agua y que lleva una vida muy sencilla. El colegio es uno de los pilares de la población, ya que a su alrededor gira la mayoría de las actividades de los jóvenes y adultos. Tras visitarlo, nos dimos cuenta de todas las deficiencias que había en un lugar clave. Vimos que teníamos que hacer algo, pero no teníamos más recursos que involucrar a conocidos, amigos y todo aquel que quiera colaborar.
Gracias a que contamos en el equipo con un comunicador audiovisual, la mejor opción era hacer un video para difundirlo e intentar llegar a todo el mundo posible. Con todo lo recaudado, la idea es comprar los materiales necesarios para su rehabilitación -cristales, reconstruir paredes, pintar las clases para que sea un lugar ameno y creativo-, así como materiales didácticos y todo lo relacionado con una escuela. Nosotros mismos gestionaremos los fondos y realizaremos los trabajos con la ayuda de la comunidad, profesores, padres y madres. Que todos construyamos una escuela mejor.
-¿De qué forma pueden colaborar los onubenses con vosotros?
-Debido a la distancia y problemas de tiempo y aduanas, decidimos que la mejor colaboración era la aportación económica y la difusión del video. Sabemos que, por la situación económica, no todo el mundo puede aportar dinero, pero creo que solamente con la difusión o uniéndose en grupos pueden ayudar. Todo cuenta. Que se demuestre que Huelva es una ciudad solidaria, que sea consciente que, con muy poco, se pueden hacer grandes cosas y que, de alguna manera, somos unos privilegiados por lo que tenemos.
-¿Cuánto dinero o material necesitáis?
-No hemos fijado una cantidad, puesto que, según el dinero recaudado, se priorizará para lo más urgente. Lo que está claro es que todo se destinará 100% a este proyecto. No queremos que sea algo a corto plazo. Gracias a la ayuda de Anawin podemos conseguir que se de cobertura a sus necesidades en los próximos años.
-¿Qué piensa tu familia y tus amigos de tu aventura?
-Aunque aquí estoy un poco desconectado de todo, siempre tengo su apoyo y están muy contentos de que sea feliz. Ellos están colaborando con el proyecto y espero que me reciban con un buen abrazo.
-¿Cuáles son tus planes futuros?
-Si todo va bien, acabo mis estudios y estaré como otros tantos estudiantes que no tienen un futuro definido. Lo que tenga que venir, vendrá, y Sudamérica sería una buena opción.
-¿Qué es lo que más echas de menos de Huelva?
-La sensación de estar en casa. Su luz, su gente, su vida. En pocos lugares se vive tan tranquilo y tan a gusto. Valoremos lo que tenemos.
-Para terminar: un mensaje a los onubenses.
-Que se animen a colaborar, que somos un pueblo humilde pero solidario, que toda colaboración puede ayudar a una pequeña comunidad que quizás no sepa dónde está Huelva, pero que Huelva esté presente aquí. Gracias.