Redacción. El Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa), adscrito a la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, ha impulsado en Huelva la vocación científica, en general, y el interés por la investigación acuícola, en particular, de estudiantes de Secundaria y Bachillerato. Lo ha hecho a través de la jornada ‘Un trozo de mar en tierra’, con la que el Centro Ifapa Agua del Pino (El Rompido, Cartaya), en el marco de la Semana de la Ciencia y el Día de la Acuicultura (que se conmemora el próximo 30 de noviembre), ha abierto sus puertas a 150 alumnos de los institutos San Sebastián, de la capital, Arboleda, de Lepe, y Padre José Miravent, de Isla Cristina.
La iniciativa, como ha puesto de relieve el delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Pedro Pascual Hernández, se inserta en la clara apuesta por la divulgación de un centro que es referente en Andalucía en cuanto a conocimiento científico en beneficio de la calidad de la acuicultura, la formación y transferencia tecnológica al sector productivo. El objetivo del encuentro, no en vano, es mostrar a la sociedad el impacto de la investigación en la vida cotidiana, en este caso, en los ámbitos de la alimentación, la salud y el consumo y, al mismo tiempo, despertar inquietudes en los jóvenes sobre estas materias como potenciales expertos en las mismas.
Los estudiantes, en concreto, a lo largo de su recorrido en grupos por los laboratorios de patología y fisiología de peces y moluscos y las instalaciones de cultivo, tanto la cámara de algas como las salas de desarrollo larvario, postlarvario, alevinaje y reproducción, se han adentrado en unos proyectos orientados a la puesta a punto y optimización del cultivo de diferentes especies de moluscos, crustáceos y peces de gran relevancia comercial. El Centro Ifapa Agua del Pino está dotado, de hecho, de excelentes infraestructuras para desarrollar cultivos integrales de distintas especies marinas, a los que se han incorporado importantes avances tecnológicos para mejorar los procesos productivos.
En la actualidad, según ha explicado el responsable de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural en Huelva, el grueso del trabajo de investigación está enfocado hacia la mejora del bienestar de moluscos bivalvos y peces en granjas marinas. En este sentido, el centro desarrolla en estos momentos estudios de caracterización de patógenos propios de los sistemas de cultivo, protocolos para el diagnóstico y prevención de enfermedades, indicadores de bienestar animal y métodos zootécnicos para la disminución del estrés y la aparición de patologías.
Novedades en investigación. La directora del Centro Ifapa Agua del Pino, María Luisa Cordero, dentro de la “amplia” labor investigadora de unas instalaciones que cuentan ya con 31 años de trayectoria, tras ser inauguradas en 1985, ha destacado dos proyectos novedosos, uno con la corvina como especie objetivo, que arrancará el próximo año, y otro, iniciado en 2016, dirigido a la minimización de los efectos perniciosos del cangrejo parásito Afropinnotheres monodi sobre las poblaciones naturales de berberechos y los cultivos de almejas y mejillones del Golfo de Cádiz.
El primero, sobre la base de los resultados obtenidos por los científicos de Agua del Pino sobre la adición de triptófano en el alimento de doradas y lenguados cultivados y sus efectos favorables en la atenuación del estrés, abordará por primera vez el uso en el cultivo de corvina de éste y otros aminoácidos como complementos alimenticios que disminuyan la tensión. Como ha detallado la directora del centro, las empresas de acuicultura de Huelva han mostrado su apoyo a la iniciativa, que contará con la colaboración del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias de Cataluña, el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y la Universidad Autónoma de Barcelona.
El otro proyecto se centra en lo que se conoce como el “cangrejo guisante”, que con frecuencia se observa en el interior de los moluscos bivalvos de las costas onubense y gaditana y, aunque no causa efectos negativos en la salud humana, sí lo hace sobre las poblaciones afectadas mediante la merma de la calidad del producto final. El estudio que se lleva a cabo sobre la distribución de este parásito indica que está bastante extendido por el Golfo de Cádiz y que su presencia empieza a alargarse hasta el litoral atlántico. En paralelo, también se caracterizan otras patologías asociadas al afropinnotérido.