Mari Paz Díaz. A todos nos gusta superar nuestros propios retos. Encontrar un puesto de trabajo, ser madre de familia numerosa, aprobar un examen… Son desafíos cotidianos que, a veces, se unen a otras metas más amplias, a pesar de que rara vez aparecen en los titulares de los medios de comunicación. Sin embargo, en esta ocasión, se trata de una aventura que merecía la pena conocer. Su protagonista es José Joaquín Sánchez, Quino para los amigos, que acaba de regresar de Estados Unidos, después de cruzar el país de costa a costa en bicicleta. Sí, 42 días pedaleando en solitario a lo largo y ancho del extenso continente americano, en una aventura insólita que ha querido contar a Huelva Buenas Noticias.
Un viaje que se ha desarrollado entre el 3 de septiembre, cuando comenzó en Nueva York, y que finalizó el pasado 10 de octubre en Los Ángeles. En total, unos cuarenta días, a lo largo de los cuales ha recorrido cerca de 6.000 kilómetros en 38 etapas, lo que ha supuesto una media de unos 150 kilómetros diarios.
Bajo el título de ‘De Huelva a Estados Unidos: De costa a costa‘, este aficionado al ciclismo realizaba esta hazaña, que le ha permitido conocer en primera persona este país, sobre el que, asegura, existen muchos mitos, algunos más ciertos que otros. Así lo ha podido transmitir a través de una página de Facebook que creó con el objetivo de contar a sus amigos y conocidos cómo se iba desarrollando el trayecto.
El diseño del recorrido lo llevó a cabo en dos fases. La primera fue de 11 días en los que hizo 1.700 kilómetros, entre Nueva York y Chicago, para dejar para la segunda etapa la conocida Ruta 66 hasta Los Ángeles. Eso sí, en alguna ocasión se desvió de este itinerario para conocer y visitar lugares tan míticos como el Monument Valley, el Gran Cañón del Colorado y Las Vegas.
Una aventura que, a priori, parece necesitar de una gran logística, si bien, lo único que pudo preparar en principio fue el diseño aproximado de cada etapa. Además, confiesa, que siempre son muchos los imprevistos que surgen a lo largo del camino. Así, por ejemplo, un día se le rompió un pedal en una carretera secundaria muy poco transitada, teniendo la suerte de que en ese momento pasaba otro ciclista local, que le dio las señas para llamar a una tienda situada a 40 kilómetros -las distancias son muy amplias en EEUU- desde donde le trajeron un pedal de repuesto.
Es una anécdota que pone de manifiesto que los estadounidenses son gente muy abierta, que siempre que pueden se ofrecen a prestar su ayuda a quien la necesita. O, al menos, esa ha sido la impresión de este onubense, que ha tenido la oportunidad de conocer la América profunda. Eso sí, el modo de vida americano es muy diferente al nuestro. En general, son personas que se desplazan pocas veces andando, utilizando el coche prácticamente para todo y llevando una vida muy sedentaria, al haber pocas opciones para salir. Por este motivo, «lo que más he disfrutado durante estos días era con el trayecto en bici. Las noches las dedicaba a descansar o ver un poco la televisión».
Del mismo modo, en otra ocasión, dio por sentado que encontraría un motel de carretera en una jornada en la que iba a cruzar por una zona de desierto, pero estaba tan poco poblada que no fue así. Se trataba de un área situada en una reserva india, donde le fue complicado encontrar un lugar dónde dormir. Finalmente, gracias a la amabilidad de un indio local que trabajaba en una gasolinera, pudo acostarse en el salón de su humilde casa.
A partir de aquí, reconoce que ha comido y dormido en los lugares que ha ido encontrando en el camino, porque «Estados Unidos es estupendo para eso. Nada cierra. Todo está abierto las 24 horas del día, una gran ventaja frente al viaje que hice por Europa, donde todo cerraba a eso de las 6 de la tarde, con lo que tenía que planificar muy bien las etapas para no llegar a mi destino más tarde de esa hora, puesto que podía quedarme en la calle».
Siendo así, aunque llevaba una tienda de campaña ultraligera, casi siempre «he podido dormir en moteles y, frente a lo que solemos pensar, he comido muy bien. Es cierto que en gran parte de los estados que he recorrido hay una gran influencia mexicana, también en la comida. Además, como luego quemaba muchas calorías durante el viaje, he tenido la posibilidad de comer de todo. Así que he comido muy bien, al haber mucha variedad, muchas opciones. Aunque, eso no quiere decir que no me acordara de la cocina de aquí».
Otro de los hándicaps era el idioma, «porque mi inglés es el medio que puede tener cualquier español de mi edad. Sin embargo, es cierto que puedes mejorarlo viajando. Y, en esta ocasión, he estado preparándome escuchando listenings»
Un recorrido que puede resultar increíble para cualquier persona, pero que es el resultado de una larga andadura con la bicicleta, puesto que ya el pasado año 2015 logró superar otra gran hazaña: llegar en bicicleta desde el Cabo Norte, en Noruega, a El Portil. Y lo consiguió en tan sólo 40 días. Un viaje que también contó a través de las redes sociales, con una página en facebook. Una aventura que puedes recordar en este reportaje publicado anteriormente en HBN: https://huelvabuenasnoticias.com/2015/06/21/el-onubense-quino-sanchez-se-propone-llegar-en-bici-desde-cabo-norte-noruega-a-el-portil-en-40-dias/
Quino Sánchez había llevado a cabo otras muchas rutas, normalmente por España. «Empecé a hacer este tipo de itinerarios en el año 2005, haciendo en diez ocasiones el Camino de Santiago en bici. Prácticamente lo hacía todos los años, a excepción de 2008, cuando me decanté por la ruta transpirenaica. Eso sí, hacía el Camino de Santiago en invierno, una época más complicada, porque te limita mucho la luz, al ser los días más cortos, y la climatología, pues te puede llover y nevar, sin olvidar que te encuentras a mucho menos gente», nos cuenta. Estos viajes por el norte de España le sirvieron para prepararse para retos más duros, como el que ha llevado a cabo ahora en Estados Unidos. Una preparación no sólo física, sino, sobre todo, mental, además de adquirir experiencia ante las adversidades y vicisitudes que se te puedan presentar. No es fácil hacer un viaje de este tipo en solitario.
¿Su motivación? Asegura que simplemente es superarse a mí mismo. «Comencé a desplazarme en bicicleta después de haber viajado mucho por todo el mundo, pero desde el principio me di cuenta que hacerlo en bici es muy especial. Y, por eso, me planteé en un momento dado hacer la ruta desde el Cabo Norte a El Portil. Luego, una vez superada, es cierto que nunca me había llamado la atención conocer Estados Unidos, pero me planteé poder cruzarlo al ser muy diferente a Europa. Y realmente ha sido una experiencia muy positiva. Me ha sorprendido mucho este país sobre el que no conocía muchas cosas», afirma. Entre otras cuestiones, le ha llamado mucho la atención el contacto con la naturaleza, tan distinta al continente europeo, y las largas distancias en carretera, que provoca en ocasiones que sean muchos los animales muertos en estas vías.
De hecho, aunque todo dependerá de su disponibilidad económica, ya tiene en mente una nueva aventura que superar: siempre ha querido conocer Australia. Pero eso será otra historia que contar.
Por el momento, Quino Sánchez muestra su disponibilidad para todos aquellos que quieran contactar con él para conocer más detalles de su hazaña o para que les de algún tipo de consejo. Para todos «estoy encantado de contarles mi historia para quien así lo desee». Un ofrecimiento que seguro que gustará a los muchos aficionados a la bicicleta que hay en la provincia de Huelva. A Quino, desde aquí, ¡enhorabuena!