Esperanza Fidalgo. Nace en Pruna (Sevilla), en 1949. Vive en Huelva desde 1967, donde estudió Magisterio. Más tarde cursa la Licenciatura de Filosofía y CC. de la Educación en la UNED y posteriormente se doctora en CC. de la Educación por la Universidad de Sevilla.
Fue miembro, en los setenta, del mítico grupo de teatro “La Garrocha”. Ha adaptado para el teatro infantil cuentos clásicos que ponía en escena con sus alumnos. Y para adultos La vida de Juan Ramón Jiménez y Zenobia o Hablemos de Cervantes, a partir de sus textos, que se han estrenado por el grupo de teatro leído El nombre es lo de menos al que pertenece desde su fundación.
Es autor de varios relatos cortos publicados en la revista La Memoria de AFA Huelva y en otros medios. Entre ellos Juan Marioneta, El adivinador de sueños, El gato o El círculo mágico. Su primera novela, Navaja, publicada también por Editorial Niebla en noviembre de 2014, ha tenido una excelente acogida entre los lectores. La novela En voz queda es una historia cargada de sensibilidad en la que vamos siendo partícipes de las experiencias por las que van pasando los personajes y con las que, aunque ellos no quieran, van conformando sus caracteres y sus actitudes ante la vida.
Con parecida riqueza de vocabulario y, a la vez que sencilla, con la fluida prosa que descubrimos en Navaja, José María Rodríguez nos introduce en el rico mundo de los sentimientos de la mano de tres personajes. Cuando la sinrazón y la opresión aparecen, aprenden a amar, a sentir y, en definitiva, a vivir de manera discreta. Amistad con mayúsculas que perdura a pesar de los diferentes avatares políticos y sociales que van encuadrando y marcando sus vidas.
La presentación se completará con una exposición de ilustraciones realizadas por Manuel E. Ramírez Vega. Su pasión por la pintura le viene desde la cuna inoculada, como un veneno, por su padre, aficionado a pintar del natural. Para lo cual, afirma, no hay antídoto posible. De una intuición especial ha explorado y explora, a lo largo de su carrera, los elementos que simplifican su expresión, fijando su mirada en aspectos que para los demás pueden pasar desapercibidos pero que son significativos para mostrar la esencia de las cosas o el carácter de las personas.