Redacción. El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José fiscal, ha visitado hoy las salinas de Marismas de Odiel, que en estos días se encuentra en plena campaña de extracción de sal. Durante su encuentro con los responsables de la salinera, José Fiscal ha resaltado la diversificación que se está llevando a cabo.
En este sentido, el titular de Medio Ambiente ha incidido en que con los nuevos usos que se le dan a la sal, entre los que se encuentran el alimentario, se consigue más valor añadido en la provincia de Huelva y se crean más puestos de trabajo entorno a la población que convive con el espacio natural, ya que más familias viven de esta explotación. En estos momentos, Electroquímica Onubense es la empresa que explota este recurso salinero, que cada año supera las cien mil toneladas de producción de sal.
José Fiscal se ha mostrado convencido de que Marismas del Odiel es un ejemplo de cómo la conservación de los espacios naturales está íntimamente ligada al desarrollo sostenible: “Se puede hablar de un Paraje Natural, de una Reserva de la Biosfera, de un Lugar de Importancia Comunitaria, de una Zona de Especial Conservación para las Aves y de un Humedal Internacional Ramsar. Todo ello, compatible con la explotación de la sal a través de procesos de desarrollo sostenibles”.
La salinas constituyen hábitats muy importantes para los pasos migratorios de aves, sustentan la colonia de reproducción de flamencos, acogen la invernada de anátidas protegidas, colonias de reproducción de espátulas, nidos de águila pescadora, entre otras.
Cada balsa constituye un ecosistema diferente con algas, peces, insectos, artemias, y garantiza núcleos de diversidad en el espacio protegido. A su vez en el territorio salinero se realizan actividades de uso público, voluntariado y educación ambiental y constituye un elemento significativo del paisaje de la costa de Huelva.
La explotación salinera debe hacerse compatible con
el cumplimiento de medidas ambientales para garantizar la conservación de estos recursos y el paisaje. Constituyen una ocupación del dominio público y por tanto su uso debe garantizar la compatibilidad con otros vocaciones naturales del territorio, la conservación de la vegetación en muros y caminos, el mínimo impacto de las infraestructuras, la coordinación con la gestión del espacio protegido y la conservación de especies de avifauna.