Redacción. El pasado domingo 18 de septiembre la Guardia Civil detuvo a cinco cazadores furtivos cuando, presuntamente, regresaban de cazar ilegalmente en la Finca Caravales, situada en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Los presuntos furtivos, vecinos de Higuera de la Sierra y Llerena, contaban con dos vehículos de apoyo e iban acompañados de un menor, hijo de uno de ellos, en el momento de la detención.
La operación comenzó cuando los dispositivos de detección de intrusos de la mencionada finca, dotados de cámaras termográficas y nocturnas, identificaron la presencia de cazadores furtivos en las primeras horas de la noche. En este momento, la guardería solicitó el apoyo de la Guardia Civil y continuó la vigilancia de los furtivos hasta su llegada, manteniéndolos informados en todo momento de los pasos de los cazadores para facilitar su detención.
En la operación, que culminó con éxito, participaron varias patrullas de la Guardia Civil, siendo la patrulla de la localidad de Zufre la que procedió a interceptar los vehículos en los que huían los presuntos furtivos. En ellos, la Guardia Civil se incautó de un rifle calibre 308 alterado con munición, un silenciador, un visor nocturno, una navaja, dos cabezas de venado y una de gamo recién cortadas.
El Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) del Cuartel de Aracena, que llevaba tiempo detrás de estas personas, está realizando una amplia investigación y no se descartan más actuaciones. Además, se están llevando a cabo otras líneas de investigación en referencia a otros cazadores furtivos a la espera de que sean también detenidos en cuanto se consigan evidencias.