Mari Paz Díaz. Desde el punto de vista geológico, la provincia de Huelva es una región fascinante. Y no sólo si lo decimos con un sentido histórico, sino también contemporáneo, puesto que su estado está en continúa evolución. Por este motivo, no es extraño el éxito alcanzado hace unos días por el IX Congreso Geológico de España, una reunión que organiza cada cuatro años la Sociedad Geológica de España, que reunía en la Onubense a más de 400 expertos españoles para presentar los últimos avances sobre el conocimiento de nuestro planeta.
Científicos que no sólo han podido asistir a diferentes ponencias y paneles, sino que también han tenido la oportunidad de conocer a pie de campo los principales enclaves de la provincia desde un prisma geológico, quedando en muchos casos fascinados por el interés que desprenden estos espacios. Así ha sucedido, por ejemplo, con la Ría de Huelva, un paraje natural de gran belleza, orgullo de los onubenses, que está en continúa evolución.
En concreto, según ha explicado a Huelva Buenas Noticias el profesor del Departamento de Geodinámica y Paleontología de la Onubense, Francisco Manuel Alonso Chaves, miembro del Comité Organizador de este Congreso, que contó con Juan Antonio Morales como presidente, «los investigadores que nos han visitado han quedado muy contentos porque han comprobado in situ los datos que hemos venido aportando y que hemos difundido en este Congreso a través de una Memoria, aunque también tenemos la intención de publicar estos resultados en revistas científicas de relevancia para que estos estudios tengan un recorrido internacional».
Entre los proyectos de investigación difundidos en este foro se ha encontrado la realización de un Mapa Geológico de la zona del entorno de Huelva capital, así como del Andévalo y el Condado onubense, donde se han detectado «varias fracturas, algunas de gran profundidad, que llegan a afectar a la corteza terrestre y que pueden tener una longitud de entre 4 y 5 kilómetros, es decir, con unas dimensiones considerables. Unas fallas tectónicas que se han apreciado en lugares como la Ría de Huelva y que veníamos investigando desde tiempo atrás, comprobando que algunas se movieron entre sí hace millones de años, mientras que, en otros casos, se trata de fallas que continúan desplazándose», señala Alonso Chaves.
Por estas palabras podemos deducir que la Ría es un lugar que se transforma, puesto que estas fracturas influyen de forma directa en cuestiones como los sedimentos. En este aspecto, el profesor aclara que «la Ría es una zona deprimida, baja, topográficamente hablando e, incluso, podemos afirmar que se está hundiendo, porque es donde se concentra más sedimentación. Por eso ha llamado tanto la atención a nuestros colegas del Congreso cuando han tenido la oportunidad de verla».
Esta cuestión se puede comprobar perfectamente si miramos el perfil topográfico de la ciudad de Huelva, donde puede apreciarse cómo el margen del río Odiel se encuentra en la zona más alta de la ciudad, que correspondería al área del Conquero hasta Santa Marta, produciéndose un descenso o gran desnivel si nos dirigimos hacia la Marisma del Tinto, con una pendiente muy suave. Para Alonso Chaves, «esa forma topográfica de la ciudad ilustra los movimientos que se producen en la corteza terrestre en la zona de la Ría por la presencia de esas fallas tectónicas». Unas fallas de las que no sólo existen estas evidencias, sino que también se ha podido comprobar su existencia en los perfiles sísmicos -especie de radiografía de la Tierra.
Estas fallas tectónicas, efectivamente, se crearon hace cientos de millones de años, pero siguen actuando en la actualidad. Se sabe que son activas debido a que en esta zona se producen terremotos, que normalmente son de pequeña magnitud, según concreta este investigador de la Onubense, que recuerda que «Huelva es un área proclive a este tipo de fenómenos sísmicos. No es algo novedoso. Y es que la provincia no puede ser ajena a lo que pueda suceder en el Algarve, Sevilla o Cádiz, las zonas del entorno que nos limitan desde un punto de vista político. Porque el marco tectónico de Algarve es muy similar al de Huelva. Y lo mismo ocurre cuando hablamos de las provincias de Cádiz y Sevilla, una zona sísmica moderada».
Esta afirmación no debe sorprendernos debido a que los terremotos que se producen en el entorno del Golfo de Cádiz están relacionados con la actividad tectónica que se registra en este área, situada en los límites de una importante placa a nivel mundial, que discurre desde las islas Azores hasta el Estrecho de Gibraltar, por lo que «nosotros estamos muy cerca de esa zona de fractura que tiene una formación muy antigua, de millones de años, y ante cualquier pequeño fenómeno se reactiva o vuelve a aflorar, es decir, podríamos decir que es como nuestro punto débil», comenta Francisco Manuel. Son conclusiones que la comunidad científica nacional ha tenido la oportunidad de comprobar gracias a su visita a Huelva con motivo de este Congreso de Geología.
Todo ello implica que el área situada en el entorno de la Ría de Huelva es susceptible de inundarse ante la posibilidad de que se produjera un tsunami. Sin embargo, a modo de conclusión, este científico de la Onubense considera que estos estudios no deben buscar el sensacionalismo, ni preocupar más allá de lo necesario a la población, sino que «conocer la geología de Huelva, de nuestro entorno, debe servirnos para mejorar la gestión del espacio y el territorio. Poniendo un caso práctico, si el área de la Ría se puede inundar, pues quizás sea mejor no dedicar este espacio a zonas residenciales, sino recreativas. En definitiva, entender cómo funciona la Tierra nos permite también saber mucho más de nuestro lugar más próximo, como sucede en este caso con Huelva. Y ese es nuestro objetivo, hacer un estudio de las zonas próximas para comprender aspectos que desconocíamos con anterioridad».