HBN. Con motivo del equinoccio de otoño y el cambio a esta nueva estación, que tiene lugar este jueves 22 de septiembre, el Dolmen de Soto de Trigueros organizaba el pasado fin de semana la actividad ‘El Milagro del Sol’, un ritual con carácter ancestral que se basa en la adoración al sol. Un instante peculiar, que consiste en ver el primer rayo de sol que comienza a iluminar la galería del monumento hasta alcanzar el fondo de la cámara funeraria.
Este ritual prehistórico constata el conocimiento pleno sobre los astros, el cielo y la propia naturaleza de quienes levantaron el conjunto megalítico pues, es imposible explicar, cómo sin ningún tipo de instrumentación o adelanto tecnológico, pudiesen calcular de manera tan exacta esa orientación perfecta para que el sol recorra los 21 metros de galería alcanzando la zona más profunda del Dolmen. Pero, además, el fenómeno sigue llamando mucho la atención miles de años después.
La prueba de ello lo encontramos en el ejemplo de dos chicas de Guadalajara, Cristina Gutiérrez Martín y Arantxa Aranzazu, que este año han decidido pasar sus vacaciones en la provincia de Huelva con el objetivo de conocer el Dolmen de Soto y asistir a este momento que marca el cambio de estación. Una experiencia que conocieron a través de un reportaje difundido en la revista Muy Interesante, donde se ponía de manifiesto la importancia de este enclave funerario situado en Trigueros, construido con losas graníticas de unas 40 toneladas, que «fueron acarreadas desde una cantera situada a más de 35 kilómetros de esta localidad onubense», según explica esta publicación.
«Hace unos meses vimos un artículo en la revista Muy Interesante sobre este monumento de Trigueros y nos gustó mucho. Así que, como tengo una amiga en Alosno la llamé para que me contara algo más y me habló de las actividades que se organizan por parte del Ayuntamiento de Trigueros en este sentido. Así pude enterarme del tema del equinoccio, que me llamó mucho la atención. Así que decidimos venir a Huelva a pasar nuestras vacaciones, para conocer el Dolmen y, de paso, visitar la provincia», nos explica Cristina.
Con este objetivo, estas dos guadalajareñas, que se dedican a la jardinería, llegaron hace unos días a la provincia en caravana, instalándose el día anterior a la actividad del equinoccio en el entorno del Dolmen de Soto. Esto les permitió levantarse al día siguiente al amanecer para ver entrar por el monumento el primer rayo de sol del amanecer, un momento que les pareció muy bonito y con mucha magia, por lo que aseguran que sólo por esto ha merecido la pena venir a Huelva. Según nos comentaban, «nos gustó mucho, porque esa noche había luna llena y nos pareció algo muy mágico. Luego, la charla que ofreció Diego de Platalea fue muy completa, lo que, unido a la música, nos permitió imaginar cómo sería hace miles de años».
Para Cristina y Arantxa también fue muy destacada la visita que realizaron a Trigueros, «donde Mari Carmen Rafallo también nos hizo una exposición que nos llamó mucho la atención. Se nota que tanto Carmen como Diego son unos apasionados de lo que hacen, así que nosotras quedamos encantadas. Darles la enhorabuena por la labor que realizan y esperamos que el Dolmen de Soto sea conocido en toda España».
A partir de aquí, estas viajeras han estado haciendo turismo en diversos puntos de la provincia de Huelva, visitando la capital, las playas y la zona de la Sierra. Una visita que, aseguran, «nos ha gustado mucho, además de que la gente destaca por su cercanía y hospitalidad».