Miguel Mojarro. En Aracena hay un casino que luce «palmito» entre bellezas muy habladas y poco disfrutadas. Muchos son los que han estado entre sus casas blancas y sus verdes entornos. Pero pocos los que han sabido disfrutar de lo que Aracena ofrece sin alzar la voz.
Bajo el suelo, el encaje fino del carbonato cálcico. Sobre los montes, el verde de bosques prolongados hacia los castañares de Galaroza. En su caserío, magníficas muestras de la mano de Aníbal y plazas atractivas unidas por urbanismo bien pensado.
Entre todo esto, arrogante pero humilde, un Casino que rinde homenaje a quien es mito en la Sierra. En la esquina mejor del entorno. Sobre la atalaya más preciada de la gran plaza.
Hijo de Aníbal González, en homenaje al admirado Arias Montano, un casino toma su nombre como propio.
Casino Arias Montano. Blanco, esbelto, admirable y envidiado. Con la acera atractiva que se convierte en su segundo salón, este Casino enseña el camino de la superación a quienes quieran entenderlo.
Y acoge a la nueva Asociación Casinos de Huelva, como lugar para manifestar intenciones y objetivos. Desde la autoridad que le confiere estar presente en la difícil tarea de compartir la dirección, junto a otros casinos emblemáticos, como son Trigueros, Rociana y Nerva.
Una presentación que el Casino Arias Montano asume compartiendo ilusiones con los demás casinos serranos. En su salón magnífico, con ventanal que lo convierte en el mejor balcón del Sur.
Asociación Casinos de Huelva estará en esta joya casinera, para iniciar una tarea que será dura, pero que dará resultados deseados para todos los Casinos de Huelva.
Jueves 15 de septiembre. A las 7,30 de la tarde.
En Aracena. Cuando la tarde termina y el futuro comienza.