Mari Paz Díaz. ‘El estrés parental en familias en situación de riesgo psicosocial’ es el título de la tesis doctoral presentada en la Universidad de Huelva por Javier Pérez Padilla, un investigador que comenzó a interesarse por el ámbito de la intervención familiar siendo estudiante de Psicología de la Universidad de Sevilla. A partir de entonces, se convirtió en alumno interno del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, colaborando en proyectos centrados en apoyar a familias con trayectorias de vida complicadas. Al acabar la licenciatura se embarcó en un máster de dos años, con el que pudo obtener una beca trabajando de manera oficial en la evaluación de programas que apoyaban a familias en riesgo, así como otra beca posterior -de carácter predoctoral y en concurso público de cuatro años- en el Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Huelva, donde colaboró en diversas investigaciones con este tipo de familias.
Todo ello derivó en la presentación de su tesis doctoral en julio de 2014, una fecha que no olvidará puesto que fue el resultado de «cuatro años de mi vida, tres de investigación en el que he recorrido infinidad de pueblos de Huelva entrevistándome con cada una de las madres y uno de redacción de la propia tesis. Cuando una persona realiza este solitario trabajo debe apoyarse en la comprensión y confianza de los que tiene alrededor, puesto que quita mucho tiempo de otras esferas de la vida».
Al final, el esfuerzo mereció la pena, puesto que obtuvo la nota de Cum Laude por unanimidad, otorgado por los miembros de su tribunal, que estuvo compuesto por la Dra. Victoria Hidalgo, la Dra. Alicia Muñoz y la Dra. Cristina Nunes, tres doctoras que trabajan en esta temática desde hace años. Además, tras realizar la tesis, la Junta de Andalucía le amplió un año más su contrato postdoctoral para dar a conocer los resultados de su investigación.
Dirigida por la Dra. Susana Menénedez, profesora titular de la Universidad de Huelva con una amplia experiencia en la temática, y tutelada por el Dr. Óscar Lozano, centrándose en los aspectos más técnicos de los análisis de datos, la investigación se ha basado en conocer «el estrés que experimenta un grupo de mujeres por el hecho de ser madres. Estas mujeres viven rodeadas de situaciones problemáticas: pobreza, desempleo, relaciones difíciles con sus hijos y sus parejas… Y, además, ejercen de la mejor manera posible su papel como madre. Estas mujeres, a veces, se sienten superadas por todas las situaciones que tienen que afrontar en su día a día, y esto les afecta en todos los terrenos de su vida, entre ellos, en el ejercicio de su maternidad», explica Pérez Padilla.
Gracias a esta tesis, según comenta este investigador, «hemos encontrado datos que apuntan a que este colectivo de familias en riesgo experimenta un estrés relacionado con el hecho de ser madre excesivamente elevado, lo cual les afecta tanto en la relación que tienen con sus hijos, como en la percepción que tienen de su estado de salud general. No obstante, son madres que tienden a mostrarse empáticas con sus hijos e hijas y que afrontan las situaciones vitales más problemáticas de manera activa. Además, y estos son puntos a considerar seriamente cuando apoyamos a estas mujeres, que aquellas madres que se sienten protagonistas de la crianza y cuidado de sus hijos, que afrontan y trabajan con honestidad las emociones que esta tarea vital les supone, que muestran sensaciones positivas y optimistas en torno a la maternidad…, son mujeres resistentes, que se sobreponen a la adversidad y que, en la situación tan negativa que les rodea, ejercen su papel de madre de una manera loable».
Un tema de suma importancia que está siempre de actualidad, puesto que, como reconoce Javier, «ser madre o padre siempre estará presente. Es uno de los papeles que nos definen como persona y quizá el más importante que podamos vivir en nuestra vida. Por otro lado, en la actualidad, vivimos en una situación en la que muchas personas se apoyan en los Servicios Sociales debido a que no pueden hacer frente a la presión económica y social que experimentan. Si unimos estas dos dimensiones se puede observar que la temática era necesariamente abordable».
Para los interesados en estas cuestiones, ‘El estrés parental en familias en situación de riesgo psicosocial’ es una tesis doctoral se encuentra alojada en formato digital en el repositorio de Arias Montano de la Universidad de Huelva, sin olvidar que sus resultados se han ido publicando en diferentes revistas científicas, tanto nacionales como internacionales. Además, su autor también ha colaborado activamente con los profesionales de Servicios Sociales para trasladarles estos resultados, dado que «es importantísimo transferir las conclusiones a los técnicos que están a pie de campo, pues son ellos y ellas los que trabajan codo con codo con las familias».
En este aspecto, «me gustaría ensalzar a la administración pública y a los técnicos y técnicas de Servicios Sociales, que nos abrieron las puertas de su mundo de apoyo y comprensión a las familias. Tanto ellos como las madres que entrevistamos son personas excepcionales por su compromiso y quisiera hacer público mi agradecimiento por hacernos participes sus experiencias», afirma.
Con todo ello, Javier continúa investigando, asistiendo a congresos científicos, elaborando materiales tanto docentes como para los profesionales, participando en proyectos de innovación, compaginándolo con otras actividades, como la docencia universitaria en Huelva en los Grados de Psicología, Educación Infantil, Primaria o Trabajo Social… Y, tampoco se puede olvidar, su participación, junto con un grupo de profesionales que tienen una gran experiencia en el análisis de este tipo de iniciativas, en las tareas que lleva a cabo la Asociación ‘Esafam’, dedicada a evaluar programas de intervención con familias. A pesar de ello, este doctor reconoce que «conseguir vivir de la investigación y la ciencia en España es una quimera difícil de superar. De todas formas, proyectos e ideas nunca faltan».
Para finalizar, Javier Pérez Padilla nos deja este mensaje para los jóvenes universitarios onubenses: «Aquellas personas que estudian -y después ejercen- un área determinada porque les apasiona, les encanta, les embelesa hasta el punto de que les define como persona, son posteriormente los que despuntan y, lo más importante, los que más felicidad sienten. Apremio a todos a tener un espacio de escucha interior y que, honradamente, piensen si lo que hacen, y en este caso, estudian, les apasiona hasta ese punto. Y si no, qué serían. A veces, con el ritmo de vida que llevamos no tenemos un momento para escucharnos y nos dejamos llevar. Y corremos el riesgo de encontrarnos a los cuarenta años trabajando de algo que nunca nos ha llamado la atención»·