El sacerdote Santiago Delgado agradece el cariño que los vecinos de Puebla de Guzmán le han mostrado durante cerca de cuatro décadas

R.M. La humildad que caracteriza a Santiago Delgado le ha hecho durante estos años querer mantenerse alejado de focos y protagonismos. Su despedida del que ha sido su hogar durante cerca de 40 años, merecía, sin embargo, romper por un día con su deseo de permanecer en un segundo plano, convirtiéndose durante unas horas en el centro de todas las miradas. Decenas de personas asistieron recientemente a la Iglesia Parroquial de Puebla de Guzmán para asistir al homenaje sorpresa en el que participaron los vecinos de esta localidad, una misa en la que rindieron tributo a este párroco que ha ejercido como sacerdote en el municipio andevaleño durante 38 años. Tal y como nos cuenta el propio sacerdote, «en la misa participaron los dos coros de la localidad y, al finalizar, el alcalde de Puebla de Guzmán, Antonio Beltrán, subió para despedirme con unas palabras muy emotivas».

Natural de Alosno, Santiago Delgado, que cumple los 70 años de edad este mes de septiembre, llegó a Puebla de Guzmán después de prestar servicio en el Seminario de la capital onubense, en Almonte, Tharsis y Villanueva de las Cruces. Casi cuatro décadas residiendo en este pueblo del Andévalo onubense que hacen que, a día de hoy, se sienta «como un vecino más de Puebla y un familiar de todos”.

Su integración en la vida del municipio ha sido plena. Un hecho facilitado, en parte, por su labor como docente de Religión en el IES del Andévalo de Puebla de Guzmán. «Considero que la circunstancia de haber sido profesor en el instituto ha tenido mucho que ver con mi permanencia en el pueblo. La verdad es que, siendo una asignatura optativa, la matrícula para mis clases siempre estaba completa», nos cuenta orgulloso Santiago Delgado.

De los vecinos de Puebla destaca su «capacidad de acogida, su sencillez y su gran religiosidad». Echando la vista atrás, los casi 40 años de sacerdote en el municipio le dejan infinidad de recuerdos agradables. De ellos, señala momentos de la Romería de la Virgen de la Peña, «para la Puebla, la Virgen de la Peña es el corazón del pueblo»,  así como el día en el que la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud -que se celebró en 2011 en Madrid- estuvo en la localidad andevaleña.

De su trayectoria como sacerdote Santiago Delgado prioriza «el contacto con la gente». «Un sacerdote es una persona para los demás y ha de vivir para los demás». Aunque se despide de Puebla de Guzmán, señala que entre ellos -los sacedotes- «no existe la jubilación total». En este sentido adelanta que, a partir de ahora, estará en el Asilo de Huelva capital ‘Hermanitas de los ancianos desamparados‘.

A Santiago Delgado lo sucede como párroco de Puebla de Guzmán Pedro Carrasco Chacón, natural del municipio. Un nombramiento que, a juicio de Delgado es «muy acertado», y que se hará efectivo este mismo jueves 8 de septiembre.