Redacción. Más de 100 obras en telas, tapices de unos tres metros de longitud en retazos rojos intensos, dibujos de mujeres en manteles de cocina hechos con la mano izquierda siendo diestra y sin levantar el lápiz, cuadros con medias pantys, fotografías intervenidas, instalaciones y performance, describen la individual de la artista venezolana Natalie Rocha tras varios años de trabajo entre España y Tailandia.
Un ejemplo de todo este derroche de creatividad de la artista podrá contemplarse a partir del 17 de septiembre en la Casa Museo de Venezuela en España en Beas, donde a las 20.00 horas se inaugurará una exposición de Rocha que ha sido organizada con el apoyo de la Asociación Hermanamiento Río Unare y del Ayuntamiento de Beas.
“Todo lo que ha ocurrido, bueno y malo en mi vida, se ha convertido en arte y se ha materializado en un objeto”, cuenta la carismática artista de cuya obra surgen vetas del expresionismo abstracto alemán y del arte povera. Cada elemento, color, tejido, hilos, jirones, cortezas de árboles… ha sido contemplado en su medio con “mirada inocente”. La escogencia de las superficies no forma parte de una intención deliberada, más bien de una empatía, y a partir de allí, “nace la expresión”, asegura la autora.
Durante cuatro años, al terminar su posgrado en Educación Emocional en la Universidad de Barcelona (2003-2004), dictó talleres en la ciudad de Badalona compartiendo aula con jóvenes y mujeres de más de 16 nacionalidades, haciendo del arte un recurso pedagógico y metamórfico para inmigrantes y población en riesgo de exclusión. Posteriormente, entró en la Universidad Autónoma de Barcelona donde obtuvo el DEA en el Doctorado de Educación y Sociedad (2005-2011).
Ahora Rocha muestra cómo el arte también ha sido su recurso expresivo, cómo ha sido sanador para sí misma porque “bordamos nuestra historia sobre una tela”.
Es miembro de la primera generación del Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas “Armando Reverón” en Caracas (1991-1996), institución pionera en Latinoamérica como universidad para la investigación del arte.
Actualmente vive en España, donde reside en uno de los pueblos blancos de Andalucía para desarrollar estas líneas de trabajo, lejos del vertiginoso ritmo de las grandes ciudades.