Juan Carlos Jara. Huelva Buenas Noticias ofrece a los onubenses una forma distinta de ver la realidad que nos rodea, ésa que la gran mayoría de medios de comunicación nos muestra con crudeza, destacando lo negativo y olvidando, quizás involuntariamente, todo lo bueno que tenemos cerca de nosotros. Por ello, escribir un artículo de opinión en tono positivo en este medio no es una tarea difícil teniendo en cuenta la maravillosa tierra en la que vivimos, pero sí es cierto que puede a veces convertirse en algo más complicado si te pones a ello tras una sencilla y rutinaria visita a alguna de las provincias cercanas.
Así, un día en la cercana Sevilla, por citar solo un ejemplo, puede trastocarte tu optimismo y recordarte esas diferencias que las administraciones públicas siguen manteniendo e incluso a veces potenciando. Huelva, privilegiada por la naturaleza y por tantas virtudes que todos conocemos, continúa sufriendo esas grandes dosis de abandono al que la somenten en demasiadas ocasiones sus sumisos dirigentes políticos.
Caminar por la capital sevillana y regresar, al caer la noche, camino de nuestra tierra te llena de preguntas sin respuesta. ¿Por qué Huelva, pese al lógico progreso que conlleva el paso de los años, continúa llegando tarde a casi todo? ¿Por qué cuestiones tan sencillas como el cuidado de los jardines, la conservación de las fuentes o la construcción de parques infantiles libres de esa arena que tanta suciedad acumula no está aquí al nivel de otras capitales de provincia de nuestro entorno? ¿Por qué en Sevilla las luminarias de la circunvalación sí lucen encendidas, salvo excepciones, para incrementar la seguridad vial? ¿Por qué allí, y no siempre porque sea más necesario y urgente, el gobierno autonómico invierte grandes cantidades en el metropolitano mientras deja en el saco del olvido proyectos prometidos para Huelva? ¿Por qué en la ciudad vecina sí se puede contribuir a construir y a mantener infraestructuras innecesarias, como el estadio de La Cartuja, con fondos autonómicos y nacionales?
Desde los detalles más sencillos hasta los más complejos, desde los que dependen de gobiernos locales hasta los que dependen de instancias más altas, Huelva sigue mostrando sus carencias a esos turistas que nos visitan cada año para disfrutar de nuestra tierra pese a no ser fácil el viaje. Y son también esas cuestiones las que lastran a una provincia maravillosa que podría brindar a sus habitantes una calidad de vida aún mayor a poco que el empeño por mejorarla fuese algo más intenso.