S. D. La cita es a las 0:30 del domingo. El lugar el pabellón Riocentro de Río de Janeiro, donde Carolina Marín tiene entre ceja y ceja colgarse una medalla. Para ello la de Huelva está obligada a ganar a la danesa Line Kjaersfeldt, en el partido que resolverá el grupo A de la fase de clasificación, y al que llegan ambas con sendas victorias ante la finlandesa Nanna Vainio.
Carolina dejó buenas sensaciones ante la nórdica en su debut el jueves. En apenas 22 minutos derrotó a Vainio por 21-6 y 21-4. Fue una excelente presentación, eso sí ante la jugadora más débil del grupo, de ahí que la propia jugadora onubense reconociera a su término que el choque ante Kjaersfeldt iba a ser más complicado.
Con la danesa, que tampoco tuvo problemas para vencer a Vainio (21-9 y 21-8, en 28 minutos), Carolina presenta un claro parcial de 4-0, si bien todos esos triunfos fueron trabajados. No debe confiarse la onubense que, en caso de ganar, accedería directamente a los cuartos de final del torneo, toda vez que las tres primeras del ránking, de clasificarse, están exentas de los octavos.
Quiere esto decir que Carolina aseguraría diploma olímpico -sería el segundo en la historia para el deporte de Huelva, después del obtenido por Sixto Jiménez en voley playa en los Juegos de Atlanta en 1996), aunque eso seguro que no le importa a la onubense que dejó claras sus pretensiones: “Quiero el oro”.