A.R.E. Un total de 21 proyectos de Educación en Valores realizados en centros educativos andaluces -de 95 presentados- han sido seleccionados finalistas autonómicos del XII Premio a la Acción Magistral 2016, un galardón que convoca anualmente la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), la Comisión Nacional Española de Cooperación con la Unesco y BBVA, en colaboración en Andalucía con la Consejería de Educación de la Junta. Dos de estos proyectos han sido presentados por centros de la provincia de Huelva, ambos en la misma categoría: la especial ‘Proyectos en red’.
Se tratan de las iniciativas ‘Desiertos en lágrimas cubiertos de papel’, presentado por el CEIP Doctor Peralías Panduro, de Corteconcepción, colegio que se coronó ganador de este mismo certamen el pasado 2015 en la categoría B (Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato, Ciclos Formativos de Grado Medio y Programas de Cualificación Profesional Inicial) con el proyecto ‘Buscando una oportunidad’. Este año ha vuelto a la carga con este otro reto en el que también participa el IES San Blas de Aracena y que se centra en la problemática del pueblo sirio, a fin de incentivar y desarrollar en el alumnado valores de solidaridad, respeto, generosidad, hospitalidad, tolerancia y empatía.
El otro centro educativo que ha superado la fase autonómica de la competición es el Colegio Público Rural Aderán I, de Cabezas Rubias. Éste se quedó a las puertas el pasado 2015 de conseguir este galardón, pues fue finalista nacional con ‘Educar en convivencia’, la propuesta con la que competían en la categoría A (Infantil y Primaria). Al final no pudo ser, pero quizá este año tengan más suerte con ‘Conexión rural’, un proyecto muy interesante que han llevado a cabo junto al CPR almeriense Valle del Andarax (Instinción), basado en la conexión de ambas escuelas rurales mediante el desarrollo de acciones comunes que desembocan en una educación en valores. Conozcamos mejor la propuesta de este último candidato.
Lo primero que hay que saber del CPR Aderán I es que es una agrupación rural que abarca a tres colegios de las localidades de Cabezas Rubias, Montes de San Benito y Villanueva de las Cruces, en el Ándevalo noroccidental onubense.
Sebastián Gómez Monje dirige el centro desde hace 16 años, por ello es normal que se muestre muy contento al conocer que la candidatura al Premio Acción Magistral de ‘Conexión rural’ no ha pasado desapercibida y que este gran trabajo en equipo, junto al citado colegio almeriense, ha sido reconocido. «El año pasado nos quedamos entre los tres primeros. En esta ocasión competimos en otra categoría distinta y estamos muy satisfechos por haber pasado a la fase nacional, especialmente porque han sido los profesores de otras comunidades autónomas los que han decidido con sus votos que debemos estar ahí«, reconoce Gómez.
Y es que cabe destacar que en esta primera fase de evaluación del Premio que selecciona a los finalistas autonómicos, el ‘jurado’ en Andalucía ha estado compuesto por representantes de la Junta de Andalucía, docentes de la comunidad virtual Acción Magistral con experiencia en Educación en Valores (de todas las CC.AA. menos de la andaluza), además de representantes de las instituciones convocantes.
La idea de este proyecto en red que han desarrollado el CPR Aderán I y el CPR Valle de Andarax durante el curso escolar 2015/2016 surgió en una de las reuniones anuales que el programa Acción Magistral celebra en Madrid. Como detalla el director del colegio onubense, «en esta sesiones se promueve que los centros hagan trabajos no sólo individuales, sino también en la modalidad ‘Trabajo en red’, en la que varios centros de España pueden llevar a cabo un proyecto común, logrando que alumnos de distintos lugares colaboren en una misma tarea».
Fue en una de estas reuniones cuando Sebastián coincidió con María M. Moreno, directora del centro almeriense, a quien ya conocía a través de las Red Andaluza de Ecoescuelas, a la que ambos CPR pertenecen. «Es un colegio muy parecido al nuestro. María y yo teníamos ideas semejantes, así que nos lanzamos a realizar este proyecto en red que nos ha subvencionado Acción Magistral», afirma Gómez.
Así nació ‘Conexión rural’, una propuesta que tiene como base tratar valores educativos que promuevan un consumo responsable -ético, solidario y ecológico-, coherente y compatible con el desarrollo sostenible de los pueblos. Tras varios meses de reuniones y preparación, el proyecto se ha puesto en marcha este curso que acaba de concluir, integrándolo, en concreto, en el currículo de Primaria, principalmente en los niveles de 5º y 6º, aunque también se ha tratado de influir en las demás aulas para lograr la implicación de niños de otros cursos.
Para desarrollar este proyecto de educación ambiental, los dos colegios del Programa Ecoescuelas, el Aderán I y el Valle de Andarax, establecieron un total de siete tareas a completar a lo largo del curso que les permitirían aclarar conceptos, conocer cómo consume su entorno hoy en día y cuáles son las tendencias actuales y futuras. Los datos obtenidos se intercambiarían entre ambos centros educativos, se cruzarían, para analizar si en ambos lugares de Andalucía, separados por cientos de kilómetros, se consume de la misma manera y cuál es ésta.
Gracias a la máxima implicación de la comunidad educativa, cada una de estas siete tareas fue asignada a un área dentro de cada centro, siendo el equipo docente de cada una el encargado de ubicarla o darle cabida dentro del currículum del curso.
Así pues, el primer paso consistió en hacer lo que vinieron a denominar una Ecoconsulta, es decir, una evaluación inicial de la situación del consumo responsable en la comunidad educativa. Para ello prepararon una especie de encuesta con una serie de situaciones y respuestas graduadas para luego analizarlas y reflejarlas en gráficos estadísticos. La puntuación que sacaron en la misma fue media-baja, lo que implicaba que había mucho por mejorar.
En sucesivas fases, los alumnos aprendieron conceptos básicos, como qué significa ser un consumidor responsable, qué es el comercio justo, el consumo ético, el consumo solidario o el ecológico. Asimismo, abordaron la historia del consumo, comparando en tres aspectos, comida, ropa y productos del hogar, qué consumían sus abuelos y qué consumen ahora ellos. Un cruce de datos muy interesante con el que descubrieron cómo ha cambiado la manera de consumir en las últimas décadas.
La cuarta tarea a completar por los estudiantes de los dos centros andaluces fue analizar los factores que influyen en el consumo, como el nivel económico de cada individuo, aunque también reflexionaron sobre la relevancia de otros elementos, tal es el caso de la publicidad o los consejos que dan personas cercanas y que orientan el consumo animando a los usuarios a comprar cosas que, a veces, ni siquiera necesitan.
En las siguientes fases, los alumnos descubrieron las acciones de consumir para luego interiorizar conceptos como consumo ético, consumo solidario y consumo ecológico. En este sentido, sopesaron qué consumir para influir lo menos posible en su entorno: «valorábamos los productos y si cambiarlos por otros que causaran menor impacto en nuestro entorno en función de dónde estuvieran fabricados, elementos que lo formaban, de dónde venían, etc. Con los huertos escolares reforzaron la idea de consumo cercano en el que predomina la calidad, beneficia al pueblo y causa menos impacto», explica Sebastián Gómez.
Finalmente, el último paso fue analizar las tendencias de consumo actuales y futuras, midiendo cómo se puede vivir consumiendo menos, de manera más justa y reutilizando.
Los datos obtenidos por ambos colegios andaluces a lo largo del curso fueron presentados por los propios niños a través de murales, dejando patente las grandes similitudes de los resultados logrados por los dos centros. «Ambos somos colegios pequeños con circunstancias y características muy parecidas. A través de este proyecto se ha demostrado que las condiciones de trabajo e históricas del consumo, tanto allí como aquí, son muy parecidas. Las pequeñas diferencias están más en el ámbito alimentario y de consumo de productos del huerto, básicamente porque tenemos climas distintos. Por lo demás, las costumbres son muy parecidas«, indica el director del CRP Aderán I.
La culminación de ‘Conexión rural’ fue el encuentro entre los niños y educadores de los dos centros educativos andaluces que tuvo lugar en Huerto Alegre, Granada. Esta iniciativa les permitió poner cara a la otra mitad del proyecto, pues durante tres días los chavales, además de conocer la capital granadina y pasárselo fenomenal, también expusieron las conclusiones e ideas para el consumo responsable el día de mañana, produciéndose un interesante intercambio de información.
Así pues, los jóvenes han salido reforzados de esta experiencia que les ha dotado de herramientas para hacer frente a las sociedad consumista que les ha tocado vivir, ser críticos con ella, responsables con su manera de consumir y no dejarse influir por factores externos.
Ahora sólo queda que el jurado del Premio Acción Magistral sepa apreciar el gran trabajo realizado en red por el Aderán I y el Valle de Andarax y que nos den la buena noticia en septiembre de que Huelva tiene nuevo ganador del certamen, sea el centro de Cabezas Rubias o, nuevamente, el de Corteconcepción. ¡Mucha suerte a ambos!
