Redacción. La exposición ‘De Tarteso a Ituci. Arqueología en el Campo de Tejada’ se ha abierto al público el pasado fin de semana en la sala 0 del Museo de Huelva donde permanecerá hasta finales de enero de 2017. La muestra expone objetos arqueológicos procedentes de dos yacimientos claves en la Historia de Huelva: el tartésico-turdetano de Tejada la Vieja (entre los siglos IX-IV a.C.), y el de Tejada la Nueva, correspondiente a los periodos púnico, romano e islámico (desde el siglo IV a.C. hasta la Edad Media). El grupo de investigación de la Universidad de Huelva ‘Urbanitas. Arqueología y Patrimonio’, dirigido por el catedrático de Arqueología Juan Campos, ha colaborado con el Museo de Huelva en esta exposición, cuya comisaria es Clara Toscano, que ha implicado en todo el proceso expositivo a alumnos de la primera promoción del grado de Gestión Cultural.
La exposición se encuadra en el programa que lleva a cabo el Museo de Huelva consistente en mostrar los yacimientos más importantes de la provincia, como ya hizo el pasado año con ‘Saltés, en las Puertas del Paraíso’. El objetivo de estas exposiciones es acercar a la sociedad estos elementos tan relevantes de nuestro patrimonio cultural, en muchas ocasiones desconocidos para la mayor parte de la ciudadanía, ya que no son visitables, o sus restos arqueológicos se encuentran almacenados.
En este sentido, la exposición muestra más de cincuenta objetos que no se exponen en la sala permanente del museo, además del último hallazgo en el propio yacimiento de Tejada la Vieja, hace apenas unos meses. Se trata de un betilo que fue encontrado con motivo de la intervención que el grupo de investigación de la Universidad de Huelva está llevando a cabo en el enclave arqueológico con la colaboración del Ayuntamiento de Escacena del Campo.
Esta exposición muestra por primera vez las piezas procedentes de las diferentes campañas y la puesta en valor de dos importantes enclaves arqueológicos de la provincia, que tienen como nexo de unión la ocupación de Tejada la Nueva como consecuencia del abandono de Tejada la Vieja.
Campo de Tejada. El yacimiento arqueológico de Tejada la Vieja está inscrito con la categoría de Zona Arqueológica en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural desde 2007. La primera intervención arqueológica tuvo lugar en 1975, de la mano del profesor Antonio Blanco. La gestión del yacimiento y las excavaciones en ella realizadas desde 1983 han correspondido a la Diputación Provincial de Huelva. Actualmente, gracias a la firma de un convenio, ha sido cedida a la Universidad de Huelva la gestión, conservación, y mantenimiento del mismo.
Se trata de un asentamiento amurallado ubicado en un cerro, con una posición estratégica entre la campiña onubense y la sierra. Esta localización respondería a la producción y distribución del mineral, ya que se controlaría el camino entre las minas de Riotinto y Aznalcóllar. La ocupación del sitio tiene lugar entre fines del siglo IX y principios del siglo VIII a.C., relacionada directamente con los contactos que tiene la población autóctona con los fenicios, encontrándose ya amurallado desde los primeros momentos, y con una fase final de ocupación en el siglo IV a.C. Se trata, por tanto, de un oppidum amurallado que se encuadra en el periodo tartésico y turdetano y que basa su potencial económico en la actividad minero-metalúrgica y como centro redistribuidor de los recursos.
La cercana ciudad de Tejada la Nueva se identifica con la romana de Ituci. Tras el abandono de Tejada la Vieja por la decadencia del comercio mineral, la población se traslada hacia un lugar con mejores condiciones para las prácticas agropecuarias y con mejor ubicación con respecto al circuito comercial. Posteriormente también Tejada la Nueva fue abandonada, quedando en la actualidad las ruinas de un recinto amurallado almohade como muestra de su ocupación en la Edad Media. En los alrededores se han descubierto numerosos vestigios arqueológicos, entre los que destaca un sarcófago de plomo y restos de una vivienda romana con mosaicos, ambos mostrados en la exposición. Asimismo, destaca de este enclave el repertorio numismático con leyenda púnica y romana, representado en la muestra con una selección de monedas cedidas temporalmente por el Ayuntamiento de Escacena del Campo.
