Redacción. El acto se inició con la bienvenida de la concejala de Cultura Lourdes Garrido, quien destacó la intensa actividad cultural y literaria que se promueve desde la Fundación del Nobel moguereño, y saludó cordialmente al reconocido autor peruano, que se mostró muy emocionado de poder conocer personalmente el Moguer que ya descubriera a través de la obra de Juan Ramón Jiménez.
A continuación se presentó el último poemario de Antonio Ramírez Almanza, una reflexión cargada de añoranza y de responsabilidad medioambiental que lleva por título ‘La Rocina: últimas aguas libres de Doñana’.
El catedrático de la Facultad de Educación de la UHU Juan Carlos González fue el encargado de explicar las claves de este trabajo literario, cuyos textos fueron leídos por una de las mejores voces de la provincia, como es la de Juan José Oña. El poemario estaba ilustrado además con un precioso dibujo del artista Pedro Rodríguez, que también participó en la velada explicando los motivos de inspiración de su obra.
Finalizada la presentación de La Rocina se inició la intervención del gran autor peruano Arturo Corcuera, una de las personalidades literarias más importantes del país andino y gran admirador del Nobel moguereño y de su obra, quien se mostró verdaderamente encantado de poder recorrer el Moguer de Juan Ramón, un autor esencial en las lecturas y la formación poética de este gran literato y gestor cultural, cuya obra ha sido traducida a una docena de idiomas.
Corcuera, que fue presentado por el filósofo y escritor Francisco Silvera, quien fuera además coordinador del trienio juanramoniano 2006-2008, inició su participación en la velada con una disertación sobre el genio poético moguereño y sobre el modo en el que su poesía rinde homenaje constante a la figura del entrañable Platero y a los valores que ésta encierra.
Posteriormente el poeta peruano explicó algunos episodios de su complicado periplo vital y sus inquietudes literarias, para finalizar con la lectura de varios de los textos que componen su intensa obra poética, que ha sido reconocida con importantes premios y galardones tanto en su Perú natal como en otros países iberoamericanos y también en España.
Muchos aficionados a la poesía disfrutaron de la completa velada literaria que volvió a convertir a la casa-museo del Nobel moguereño en espacio reservado para la palabra y los sentimientos.