HBN. Con la llegada del verano y las altas temperaturas, quienes recalan en la provincia de Huelva lo primero que ansían es descalzarse, ponerse el bañador, pisar sus playas de arena blanca y sumergirse en las aguas del Atlántico. Es una tendencia comprensible, la principal demanda en estas fechas, pero no hay que olvidar que nuestra tierra es un paraíso increíble que abarca mucho más…
Por eso, y porque su clima suave permite, a pesar del calor, disfrutar de sus pueblos y aldeas también en esta época estival, proponemos a quienes deseen descubrir los secretos de las tierras onubenses seis planes ‘de interior’ para estas vacaciones.
Conocer la mayor reserva natural de Europa. Apostar por Doñana es hacerlo siempre a caballo ganador. El Parque Nacional y Natural, que se extiende por 18 municipios de Huelva, Sevilla y Cádiz, es una fuente de belleza sinfín, uno de esos lugares del mundo en los que el tiempo se detiene y la paz lo inunda todo.
Este espacio, que visitan alrededor de 300.000 personas al año, es Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad y está poblado por dunas y marismas, bosques y lagunas. No en vano, Doñana es la mayor reserva ecológica de Europa, y su particular orografía, al encontrarse en la desembocadura del Guadalquivir, genera un hermoso y atractivo mosaico de ambientes y paisajes.
Y es que los humedales de Doñana -en 1982 el Parque fue incluido en la lista de humedales del Convenio de Ramsar– son esenciales en las rutas migratorias de cientos de miles de aves: un lugar de paso, cría e invernada para 300 especies europeas y africanas -un auténtico paraíso para los aficionados a la ornitología-, además de un refugio natural para la conservación de especies en peligro de extinción, como el lince ibérico, el águila imperial, la cerceta pardilla o la malvasía cabeciblanca, o de otras de rapaces y vegetales endémicas y amenazadas, como el enebro costero.
Además de disfrutar de la naturaleza, en Doñana se pueden realizar infinidad de actividades en contacto con la misma, como paseos a caballo, en camello, excursiones en 4×4, senderismo, conocer el Museo del Mundo Marino, el centro de visitantes El Acebuche, el de La Rocina o el Palacio del Acebrón.
Capítulo aparte en el marco de Doñana merece la aldea de El Rocío, cuya ermita es un hervidero de peregrinos todos los días del año. A los pies de las marismas, el templo alberga en su interior a la Blanca Paloma, imagen que desata devociones en todos los rincones del planeta, provocando un sentimiento de hermandad que cada año tiene su explosión en torno al Lunes de Pentecostés. Así pues, es una parada obligada al visitar el Paraje Natural, y un lugar delicioso para contemplar el firmamento en una estrellada noche de verano.
La Sierra y sus maravillas. La Sierra de Aracena y Picos de Aroche es otra parada obligada en nuestra ruta por el interior de la provincia. En ella se encuentra el municipio de Aracena que, coronado por un espectacular castillo, alberga un corazón de aguas calizas visitable: la Gruta de las Maravillas. La que fuera la primera cueva turística de España posee una gran extensión de lagos, abundancia y variedad de formaciones, y una excepcional longitud (más de 1.200 metros) -un espectacular recorrido circular- que hacen de este complejo subterráneo un conjunto de belleza y vistosidad como ningún otro.
Entre los atractivos más interesantes en el recorrido, destacan zonas visitables abiertas al público desde el año 2014 como son el espacio de La Palmatoria; La Marmita de los Gigantes y Los Banquetes o La Lluvia, que se han convertido en un reclamo para personas interesadas en conocer los rincones más vírgenes de la Gruta de Aracena.
Otro encanto de este municipio está vinculado al ámbito de la gastronomía, y es que no hay que olvidar que la provincia es cuna del jamón de Jabugo, albergando Aracena un Museo dedicado a conocer mejor este manjar. En concreto, el Centro de Interpretación del Cerdo Ibérico es un espacio de 1.600 metros cuadrados que ofrece la oportunidad de descubrir el ciclo vital del ibérico: desde que la bellota cae al suelo de la dehesa hasta que el jamón está listo en las bodegas para su consumo.
Pero quien desee saber más sobre este producto, también tiene la oportunidad de realizar la conocida como Ruta del Jabugo, que incluye visitas con amplias explicaciones de todo el proceso de cría y elaboración que comienzan en el ecosistema natural de la dehesa y continúan en las bodegas y secaderos. Toda una experiencia para los sentidos el poder vivir en primera persona este proceso artesanal que confiere al jamón de Jabugo su excelencia y calidad, haciéndolo un producto único en el mundo.
A unos kilómetros de Aracena nos encontramos otros espacios con encanto y mucho que ofrecer. Es el caso de Almonaster la Real, cuya mezquita del siglo X está enclavada en lo más alto del cerro que corona el Castillo. Erigida durante el reinado de Abd al-Rahman III, el monumento es un testimonio excepcional de las primeras obras islámicas de España y de la relevancia cultural que tuvo esta localidad en Al-Andalus, siendo punto de encuentro económico, para el comercio, cabecera de un distrito militar y referente en la difusión del saber y el diálogo.
Y de la mezquita de Almonaster pasamos al castillo Cortegana, una fortaleza medieval en torno a la cual cada verano se celebran las conocidas Jornadas Medievales, una iniciativa que hace regresar al Medievo al municipio onubense durante unos días para recordar sus raíces. Este año será del 11 al 14 de agosto cuando los vecinos se echen a la calle, ataviados con trajes de época, para recibir a los miles de turistas que podrán disfrutar de actuaciones musicales, recreaciones teatrales, un zoco de época o comprar con el euro-maravedí, la moneda con la que se comercia en este particular mercado.
Abandonamos la Sierra haciendo hincapié en otros dos espacios: la Peña Arias Montano de Alájar y Cañaveral de León. El primero, por ser un balcón con vistas a la Sierra de Aracena en el que disfrutar también de la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles y el conocido como Arco de los Novios; y el segundo por sus manantiales, que en verano dan lugar a la creación de una peculiar piscina en el centro del pueblo, un refrescante espacio en el que bien merece la pena sumergirse.
Cuna del Descubrimiento. Si hay una figura a la que la provincia de Huelva está unida indisolublemente es la de Cristóbal Colón. El almirante escribió con pluma de oro el nombre de nuestra tierra en la historia de la humanidad al partir desde el puerto de Palos de la Frontera hacia el Nuevo Mundo. Casi 525 años después, Huelva sigue rememorando aquella hazaña a través de iniciativas como la Ruta de los Lugares Colombinos.
Declarada conjunto histórico artístico de la provincia de Huelva, esta ruta se estructura alrededor de la figura de Cristóbal Colón, y abarca espacios que tuvieron una especial relevancia en la preparación y realización de su primer viaje, una primera expedición que encabezaría la era de los grandes descubrimientos marítimos que habrían de cimentar el mundo moderno.
La Ruta, en vías de conseguir erigirse como patrimonio mundial, incluye 14 bienes culturales pertenecientes a los municipios de Palos de la Frontera, Moguer, San Juan del Puerto y Huelva. En concreto, de Palos de la Frontera se incluyen el Monasterio de Santa María de La Rábida, el Monumento a los Descubridores, llamado también Columna del IV Centenario, la iglesia de San Jorge, La Fontanilla, la Casa de Martín Alonso Pinzón y el Puerto Histórico de Palos. Moguer aporta el Monasterio de Santa Clara, el Convento de San Francisco, la Casa Museo de Zenobia y Juan Ramón Jiménez y el Puerto Histórico de Moguer. En Huelva, los bienes culturales son el Santuario de Nuestra Señora de La Cinta, la Casa Colón y el Monumento a la Fe Descubridora. Por último, en San Juan del Puerto la iniciativa incluye su Puerto Histórico.
En esta línea, cabe recordar que en el paraje de La Rábida también se encuentra el Muelle de las Carabelas, un enclave donde se muestran las réplicas de las naves de Colón, la Pinta, la Niña y la Santa María, y en el que cada verano la Diputación Provincial de Huelva organiza un interesante programa de actividades para toda la familia.
Deportes para practicar todo el año. Otro motivo más que destacable para querer pasar unos días en la provincia onubense es su oferta de golf. Y es que Huelva fue el primer lugar de España en tener un campo para practicar este deporte, otro de los legados que los ingleses dejaron a esta tierra a principios del siglo XX.
En la actualidad, la provincia cuenta con un total de nueve campos llenos de luz. De interior son el de Bellavista y La Monacilla, ambos en Aljaraque y el de Corta Atalaya en Minas de Riotinto. También en la costa se puede practicar esta disciplina deportiva en los espacios que para este fin existen en Cartaya (Nuevo Portil y El Rompido), Ayamonte (Costa Esuri e Isla Canela), Matalascañas (Dunas de Doñana) e Isla Cristina (Islantilla).
En este sentido, cabe destacar la cada día más consolidada marca ‘Golf Huelva La Luz’, tanto a nivel nacional como internacional, que ofrece diversos productos asociados a la oferta de golf, como la gastronomía, la cultura o la historia, para despertar el interés por la provincia y atraer a más viajeros.
Un río rojo y un pasado minero. Adentrándonos en la provincia, encontramos el municipio de Riotinto, por el cual pasa uno de los ríos más espectaculares del planeta, el Tinto, una masa de agua de color rojo que debe su singularidad a la concentración de óxido de hierro.
En general, la zona de la cuenca minera de Riotinto presenta característicos colores rojizos y amarillentos debido a la elevada presencia de compuestos de hierro y azufre, como la jarosita, un mineral que también se ha encontrado en Marte. Es por ello, entre otros motivos, que esta zona se considera uno de los lugares en la Tierra más parecidos al Planeta Rojo, por lo que centros de investigación como la NASA lo han elegido en numerosas ocasiones para la realización de campañas y estudios.
Pero, además de su singularidad, Riotinto representa un episodio muy importante de la historia industrial de la provincia. Allí se puede contemplar la Corta Atalaya, el mayor yacimiento minero a cielo abierto de Europa, y revivir y conocer, gracias a su Parque Minero, el pasado de esta comarca, cuyos 5.000 años de actividad extractiva en sus yacimientos acabaron modelando su paisaje.
Así pues, viajar al corazón de la Cuenca permite disfrutar de sus colores y también de su historia. En este sentido, la oferta del Parque Minero incluye montar en un ferrocarril minero de la Riotinto Company Limited, un tren convertido ahora en turístico, que en otro tiempo servía para conectar la mina con el Puerto de Huelva. Actualmente se pueden recorrer 12 kilómetros de aquella línea comercial y admirar los paisajes naturales tan impresionantes que dibuja el río Tinto a su paso, o también los industriales, como el del antiguo polo de la comarca. Como curiosidad, la locomotora de este ferrocarril es la más antigua de España que sigue en funcionamiento.
Una vez en la zona, también es recomendable visitar al Museo Minero y la Casa 21, que permiten conocer y comprender la milenaria historia y los aspectos de la vida cotidiana del staff de la compañía británica que explotó en el siglo XX la mina de Riotinto. Finalmente, cabe la posibilidad de adentrarse en una auténtica galería minera, la de la Mina de Peña de Hierro, que descubre a quienes la contemplan una hermosa panorámica de la mina a cielo abierto.
Murallas y vino. Por último, como alternativa a la playa, una gran opción es visitar la localidad de Niebla, la ciudad amurallada más importante de España dentro de su periodo histórico. Su muralla, de época musulmana, tiene dos kilómetros de longitud, seis puertas y 53 torres, y fue declarada, junto al centro histórico del municipio, Bien de Interés Cultural (BIC) como Conjunto Monumental Histórico-Artístico.
Además, en el interior del recinto se encuentra el Castillo de los Guzmanes, una fortaleza de origen romano que cada verano acoge la celebración de diversos espectáculos en el marco del Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla. Este 2016 son siete las actuaciones a celebrar en el espacio, del que pueden consultar la programación en este enlace.
Y para terminar, qué mejor que hacerlo con un buen sabor de boca, el que proporcionan los caldos del Condado de Huelva. En esta zona, concretamente en Bollullos, se encuentra el Centro de Interpretación del Vino del Condado de Huelva, un excelente escenario en el que empaparse de los distintos tipos de vides que se cultivan en la zona y la enorme amalgama de caldos que se producen con ellos: desde los afrutados, pasando por los olorosos, crianza, vino naranja o dulces.
Pero la experiencia enológica abarca mucho más, otros aspectos que se pueden disfrutar a través de la Ruta del Vino del Condado de Huelva, un producto turístico que ofrece la posibilidad de realizar diversas actividades, como recorrer senderos entre viñedos; aprender los secretos que encierra el mundo de la enología participando en catas comentadas; disfrutar de miradores interpretativos y realizar visitas a los atractivos turísticos más relevantes de la zona, entre los que se encuentran el Parque Nacional de Doñana, El Rocío o los Lugares Colombinos, teniendo como eje al citado Centro del Vino.
En resumen, una amplia gama de posibilidades. Una provincia maravillosa cuyo interior se puede recorrer y descubrir, también, en verano.