Ángel Custodio Rebollo. Hace nos días y cuando veía en la televisión una información sobre la “memoria histórica”, mi libre imaginación me llevó a lo que muchos consideran memoria histórica y que podríamos llamar “olvido histórico,
Di una vuelta por el callejero de Huelva y vi, de forma fehaciente, que padecemos la enfermedad del Alzhéimer con nuestros antepasados.
Me explico: Sabemos que en la antigüedad los combatientes recibían donaciones de los reyes por servicios prestados en los enfrentamientos con sus enemigos. Otras veces la donación era para congraciarse con alguien a quien no se querían enfrentar y había otras muchas formas de conseguir esas donaciones.
La ciudad de Huelva fue objeto de donaciones o ventas por sus propietarios en aquellos tiempos y hubo propietarios, entre los que de momento y obteniendo datos por la bibliografía existente, que ni conocieron ni llegaron a pisar la población.
Pero hemos de reconocer que fueron propietarios de Huelva y cuando repasábamos el callejero, salvo que se nos escapase alguna, no hemos encontrado calles a nombre de Juan Mathe de Luna, Vataça Lascaris (a quien nosotros conocemos como Doña Betanza), Rafael López de Haro, María de Padilla, Reina de Portugal Luisa de Guzmán, y algún otro que ahora mismo de recuerdo.
Aparte que se hicieran otros agasajos en amorosa de estos antiguos dueños de Huelva, sería oportuno que en las próximas calles a las que se le otorguen nombre, se tuvieran en cuenta a estos personajes de nuestra Huelva.