Mari Paz Díaz. El Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva acogía hace unos días el acto de despedida de los 54 residentes que han completado su formación durante este año en los centros de salud y hospitales de la provincia. Un acto en el que, como es habitual, también se entregaba el ‘Premio Fabis al Mejor Residente’, un galardón anual que llega a su cuarta edición con el objetivo de estimular y reconocer la labor de los residentes. Un reconocimiento al que optan aquellos alumnos que finalizan su periodo de residencia y cuya trayectoria ha resultado destacable por su esfuerzo formativo, su capacidad investigadora y su aportación en la trasferencia de conocimiento al sistema sanitario público.
Este año, el premio ha recaído en la facultativa Yolanda Arco Prados, residente de Farmacia Hospitalaria, habiéndose otorgado además dos accésit en reconocimiento a la calidad curricular de los candidatos, a Juan Carlos Sánchez España, residente de Oftalmología, y Ana Sara Viedma Martín, de Psiquiatría, todos ellos adscritos al Hospital Juan Ramón Jiménez.
La concesión del premio conlleva, además de una dotación económica de 2.000 euros en el primer premio y 500 por accésit, la obtención de un plan personalizado de captación de financiación en el ámbito de la investigación y programas de recursos humanos para potenciar la carrera investigadora de cada uno de los galardonados, de ahí que sea un reconocimiento muy llamativo. Hay que recordar que la Fundación Andaluza Beturia para la Investigación en Salud (Fabis) es una organización onubense sin ánimo de lucro que tiene como finalidad promover la investigación biomédica y en ciencias de salud de la provincia, prestando su apoyo a grupos de investigación en cualquier centro del sistema sanitario público de Huelva.
Por este motivo, a través de esta entrevista, hemos querido conocer mejor a la galardonada de esta edición, a Yolanda Arco Prados, que lleva diez años residiendo en Huelva -hasta donde reconoce que vino por amor y donde asegura que es muy feliz-, aunque nació en Olot (Girona) y se ha criado en Antequera (Málaga), debido a que sus padres son andaluces y emigraron unos años a tierras catalanas. De padre agricultor y madre ama de casa, Yolanda estudió Farmacia en la Universidad de Granada gracias a diferentes becas públicas de formación, además de que durante el verano trabajaba en la hostelería. Logró licenciarse en el año 1999, decantándose entonces por el mundo de la investigación en el Departamento de Microbiología de su facultad tras obtener una beca predoctoral. Una etapa investigadora que desarrolló durante seis años.
A pesar de ello, reconoce que «a nivel profesional no siempre he conseguido lo que me he propuesto. Tras doctorarme en 2005 preparé durante años dos oposiciones, una de ellas nunca se llegó a convocar y en la otra, la de Técnicos de Salud del Medicamento del Servicio Andaluz de Salud (actualmente, Farmacéuticos de Atención Primaria), quedé en las puertas de la gloria, ya que se convocaron 26 plazas y resulté la 27, a una centésima de tener la vida laboralmente resuelta». Por este motivo, mientras esperaba los resultados de la oposición preparé el acceso vía FIR (Farmacéutico Interno Residente) a la especialidad de Farmacia Hospitalaria. Y es así como recaló en el Juan Ramón Jiménez de Huelva, donde ha estado como residente desde mayo de 2011 hasta noviembre de 2015, tras obtener una prórroga por maternidad. Y, ahora, ha sido reconocida como la mejor residente. Todo un ejemplo que hemos querido conocer en primera persona.
-Yolanda, ¿por qué decides estudiar Farmacia?
-No fue una decisión como tal, sino algo más bien casual. Durante mis años de instituto en Antequera no fui buena estudiante y la nota de corte no me permitió elegir mucho más. Tampoco yo tenía claro lo que quería estudiar, aunque mi idea era algo relacionado con la Química o las Ciencias Biológicas, así que Farmacia era una buena opción.
-¿Por qué elegiste el Hospital Juan Ramón Jiménez para hacer la residencia?
-Fue una decisión por motivos estrictamente personales. En esta ocasión, y al contrario de cuando tuve que elegir carrera, lo tenía claro. Quería hacer Farmacia Hospitalaria en Huelva para poder llevar a cabo un proyecto de familia. El momento difícil vino tras el examen de acceso a la especialidad, pues no pensaba que el resultado iba a ser tan excelente: Quedé la sexta a nivel nacional y la primera de Andalucía. Eso me permitía realizar la residencia en cualquier hospital de España -excepto en el Gregorio Marañón, que ya había sido elegido cuando llegó mi turno. Pero era el momento de formar una familia y eso fue clave en la elección del Hospital Juan Ramón Jiménez.
-¿Cómo te has sentido durante la residencia?
-Me preguntas cómo me he sentido, bueno, pues imagino que como cualquier residente de cualquier hospital, no bien recibida, y, en ocasiones, mano de obra barata y poco valorada. Eso no quita que el hospital y, en especial la Unidad de Gestión Clínica de Farmacia donde me he formado, estén constituidos por excelentes profesionales de todas las categorías con los que he trabajado maravillosamente y gracias a los cuales me he formado como especialista, compañeros a los que les debo mucho.
-¿En qué ha consistido tu trabajo?
-El trabajo del residente consiste en ir adquiriendo los conocimientos y las aptitudes de un especialista mediante rotaciones por distintas áreas. En Farmacia Hospitalaria se trabaja en áreas tan importantes como la validación y dispensación de los tratamientos a pacientes ingresados, dispensación de medicación para los botiquines de las distintas unidades hospitalarias y de atención primaria, elaboración de nutriciones vía parenteral para neonatos y adultos, elaboración de fórmulas magistrales y medicamentos destinados a tratamientos oncológicos, hematológicos y otros administrados en hospital de día, y la dispensación de medicamentos a pacientes ambulatorios, la gestión, los ensayos clínicos y otras muchas.
-Una vez que te han concedido el Premio Fabis a la Mejor Residente, ¿cómo te has sentido con este reconocimiento?
-Sorprendida. Este año, el veredicto del jurado se mantuvo en secreto hasta el momento de la entrega del premio, así que el escuchar mi nombre fue toda una sorpresa. Es maravilloso saber que tu trayectoria es la mejor de todos los residentes de todas las especialidades de la provincia, que son muchos y excelentes profesionales. Estoy muy contenta y satisfecha. Es un reconocimiento a muchos años de trabajo. Así que estoy feliz.
-¿En qué consiste este Premio Fabis a la Mejor Residente?
-El Premio Fabis reconoce la labor de los residentes formados en el Sistema Sanitario Público Andaluz (SSPA) en la provincia de Huelva. Es un jurado formado por 12 miembros, profesionales del SSPA de la provincia, el que valora la calidad de la trayectoria del residente, su iniciativa investigadora, su esfuerzo formativo y las aportaciones realizadas al SSPA durante la residencia.
El premio consiste en una dotación de 2.000 euros y un plan personalizado de captación de financiación en el ámbito de la investigación para potenciar la carrera investigadora del ganador. Además, se pueden entregar hasta dos accésit de 500 euros cada uno e igualmente un plan de investigación personalizado para ellos.
-Tras tu paso por el hospital como residente, ¿qué estás haciendo en estos momentos?
-Actualmente trabajo como Farmacéutica de Atención Primaria en el Distrito Huelva Costa. He tenido la suerte de que me llamaran de la bolsa de trabajo del SAS apenas dos meses después de finalizar la residencia. Dedico gran parte de mi trabajo a fomentar el uso racional de medicamentos entre los médicos del ámbito asistencial de Primaria. Estoy muy contenta de poder continuar trabajando en Huelva y encantada de hacerlo al lado de grandes profesionales y compañeros.
-¿Cómo te planteas el futuro? ¿Tienes algún otro proyecto?
-Mi contrato es eventual y tiene fecha de fin, así que el futuro es incierto. A mí me gustaría seguir trabajando en Huelva, pero no depende de mí. No me cierro a ninguna posibilidad.
Personalmente tengo dos proyectos. Uno de ellos es mi familia y mi bebé de 18 meses y el otro es un proyecto de investigación que gracias al premio tendré la oportunidad de desarrollar. Está aún sin definir, pero me gustaría que implicara a los dos niveles asistenciales: atención primaria y especializada, y con un claro impacto en la salud de los pacientes que se puedan beneficiar de nuestra intervención.
-¿Algún mensaje a final?
-Quiero aprovechar las últimas palabras para agradecer enormemente a Fabis que me haya concedido el premio y por el apoyo recibido para sacar adelante el proyecto de investigación.
Quiero agradecer también al Dr. Ernesto Sánchez su tiempo y esfuerzo durante los años de residencia. Comparto este premio contigo, es tuyo también. A mis tutores, a todos los farmacéuticos de la Unidad de Farmacia del Complejo Hospitalario, al jefe de la Unidad y a todos mis compañeros residentes que con su colaboración también han hecho que hoy yo pueda disfrutar este premio y por lo buenos ratos que han sido muchos y muy divertidos. A todo el personal de farmacia. Y, por supuesto, a mi familia, por el tiempo sacrificado y dedicado al trabajo y a la investigación. A mi marido, por todo, por tanto.
Es para mí un orgullo esta entrevista. Cuando llegué a Huelva nunca pensé que mi trayectoria pudiera ser interesante. Gracias.