Mari Paz Díaz. Corría el año 2009 cuando el Centro de Arqueología Subacuática de la Consejería de Cultura, en colaboración con el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, llevaba a cabo la extracción de un cañón de bronce en aguas de Cartaya. El hallazgo se produjo como muchas de las cosas importantes, de forma casual, cuando unos pescadores que vivían una jornada cotidiana de pesca lograron avistarlo.
En concreto, según recoge el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), el hallazgo fue notificado por Francisco Jesús Valdés Esparragosa, Sebastián Rivero Esparragosa y José María Mena a la Delegación Provincial de Cultura de Huelva. Posteriormente la Dirección General de Bienes Culturales solicitó al Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico la colaboración del Centro de Arqueología Subacuática para llevar a cabo la extracción del cañón, así como la realización de una prospección arqueológica en la zona.
A partir de aquí, se extraía el obús frente a la Barra de El Rompido. Un valioso descubrimiento que ponía de manifiesto que esta pieza de artillería pertenecía a algún pecio de gran valor que se habría hundido en las aguas onubenses. No sería la primera vez que así hubiera sucedido.
El cañón recuperado se encontraba en buen estado de conservación, apreciándose con claridad varios grabados que fueron vitales para averiguar la fecha de su creación, el escudo del barco al que pertenecía y el número de identificación de la pieza, entre otros aspectos. Señales que se apreciaban con claridad una vez limpio y preparado.
De hecho, ya entonces, la pieza fue trasladada a los talleres de restauración del Centro de Actividades Subacuáticas, donde fue sometida a un proceso de estabilización para ser depositada en el Museo Provincial de Huelva, en cuyos fondos continúa custodiada la valiosa muestra de artillería.
En concreto, según ha informado el director del Museo de Huelva, Pablo Guisande, a Huelva Buenas Noticias, “la información que disponemos sobre este obús nos la dieron desde el Centro de Arqueología Subacuática del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico y es la que reza en la propia pieza, es decir, que se fundió en 1797 en la Real Fábrica de Artillería de Sevilla”. Por tanto, se trata de un cañón de finales del siglo XVIII, que, al parecer, salió de Sevilla con destino Cádiz.
Un dato valioso pero insuficiente para determinar a qué navío perteneció, “aunque sin duda fue uno importante, porque presenta el escudo real de Carlos IV”, puntualiza Guisande. Una cuestión que hace aún más interesante el hallazgo. Por este motivo, habrá que seguir investigando sobre el mismo, esperando que en un futuro puedan aportarse más detalles sobre su procedencia y su valor histórico y patrimonial.
En cualquier caso, este obús de bronce aparecido en la Barra de El Rompido tan sólo es un ejemplo de los cañones que han sido encontrados en las aguas del litoral onubense. Tanto es así que el Museo de Huelva tiene en proyecto realizar una exposición temporal para el próximo año con los cañones que posee en sus fondos. O, al menos, ese es el deseo del centro onubense, puesto que aún no han iniciado la fase previa de investigación de dichas piezas, imprescindible para llevar a cabo la parte expositiva de los mismos.
En este aspecto, nos gustaría recordar algunos de los cañones que han aparecido con anterioridad en la Costa de Huelva. Entre ellos, entre los hallazgos más relevantes, podemos citar el que se produjo en el Muelle de Levante de Huelva, cuando, durante las obras de un dragado efectuado en 1974 aparecieron dos cañones octogonales de bronce, decorados con serpientes y datados en los mismos siglos.
No es extraño, porque en esta misma zona, y durante un dragado anterior realizado en 1905 en el canal de la barra de la ría de Huelva, se extrajeron 46 monedas de oro acuñadas en América del Sur (siglos XVI -XVII) y una anilla de oro. Todo este material se encuentra depositado en el Museo.
Cañones de hierro de la Edad Moderna o Contemporánea se encontraron, por otro lado, en Almonte, en la zona conocida como Mata del Difunto. Al igual que sucedió en el litoral de Doñana, a la altura de Torre Zalabar, donde se localizaron restos de madera, cañones y ballestas correspondientes a un barco hundido de época moderna.
Otro de los hallazgos más recientes se registraba en Mazagón. En esta ocasión, se trató de una pieza del siglo XVIII de 18 libras correspondiente a la dotación del navío ‘El Rayo’, una embarcación construida en La Habana en 1749, capaz de transportar casi un millar de soldados, conocido por haberse hundido a causa de un temporal frente a las costas de Mazagón, en Arenas Gordas, tras haber participado días antes en la Batalla de Trafalgar de 1.805. Este cañón fue recuperado en 2005 por el Seprona de la Guardia Civil en un domicilio particular de Mazagón. Posteriormente, en 2012, fue entregado al Museo de Huelva para que formara parte de sus fondos, donde se realizaba su limpieza y restauración.
Este tipo de hallazgos es de suma importancia si tenemos en cuenta que ofrecen numerosas pistas y datos de posibles hallazgos de mayores dimensiones y valores, como puede suceder en el caso de barcos o pecios de gran envergadura histórica.
Hay que recordar que se calcula que en las aguas españolas existen cerca de 1.500 barcos hundidos, que en muchos casos esconden diferentes tesoros de alto valor histórico. Una de la zonas más llamativas en este aspecto es el Golfo de Cádiz, abarcando desde el municipio onubense de Ayamonte al gaditano de Tarifa, con más de un centenar de tesoros pertenecientes a unos 800 barcos datados entre los siglos XVI y XIX, de los que las aguas onubenses podrían albergar un 25%. Una cuestión que ha llamado mucho la atención para historiadores, investigadores y curiosos en general. En total, en las aguas andaluzas existen unos 79 yacimientos arqueológicos confirmados por la Junta de Andalucía, de los que 13 se encuentran en la provincia de Huelva.
Por este motivo, no debe sorprendernos el hecho de que la aparición del obús de Cartaya no se tratara de la primera vez que una jornada de pesca acababa con un descubrimiento de interés y de gran valor histórico. Así sucedió también cuando entre las artes de pesca de una embarcación apareció una pequeña estatuilla fenicia en perfecto estado de conservación. Estas figurillas aparecen en la costa atlántica andaluza, existiendo ejemplares tanto en el Museo de Huelva como en el Museo de Cádiz. Una figura masculina que representa al dios egipcio Reshef o al dios sirio-cananeo Melqart, en actitud de ataque. Dios guerrero y amenazante, Melqart es también considerado por los orientales como el protector del comercio marítimo. Los fenicios, en su expansión hacia Occidente, establecieron múltiples santuarios dedicados a este dios en los puntos de mayor interés comercial. Uno de ellos pudo estar en Huelva, importante emporio durante este período. Están fechadas en los siglos VIII-VII a.C.
Con todo, es sólo una muestra del rico patrimonio de Huelva que se esconde bajo las aguas del litoral onubense. Un patrimonio en gran parte desconocido y oculto, lo que nos lleva a preguntarnos, ¿cuándo y dónde se producirá el próximo hallazgo? Habrá que estar atentos.
1 comentario en «El obús del siglo XVIII aparecido en Cartaya, una muestra de los cañones hallados en la Costa de Huelva»
La pieza fue hallada x sebastián rivero esparragosa, josé martin mena y francisco valdes esparragosa. El valor historico incalculable es de 30000€. La guardia civil el dia d la extracion fue d ojeadora pues la pieza la sacaron los citados anteriormente y el centro de arqueología subacuática de cadiz. Aun a dia de hoy las personas autoras del hallazgo no han sido recompensados ni x un gracias siquira habiendo transcurrido ocho años desde q comunicaron el hallazgo.