Rosa Mora. Siete miembros oficiales, colaboradores, y un total de ocho perros operativos conforman en la actualidad la Unidad Canina de Rescate del Cuerpo de Bomberos de Ayuntamiento de Huelva.
Esta semana se cumple un mes del terremoto de magnitud 7’8 en la escala Richter que sacudió Ecuador. Hasta el país iberoamericano se desplazaron entonces efectivos onubenses, que formaron parte a su vez de la ONG Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF). La intervención en el país andino se suma a la extensa lista de desplazamientos realizados por la Unidad Caninda desde su nacimiento en el año 1997.
Precisamente en ese año, 1997, ingresó en el Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Huelva el hoy coordinador de la Unidad Canina de Rescate, Antonio Nogales. Profesional vinculado a este operativo desde sus orígenes y actualmente responsable del Área de Catástrofe de Bomberos Unidos BUSF.
«Siempre me encantaron los perros, y ya cuando comencé a trabajar tuve la suerte de coincidir con compañeros que habían tenido la iniciativa de dar forma a la Unidad Canina, a los que me pude sumar», nos cuenta el onubense. A día de hoy son alrededor de 30 los profesionales del Parque de Bomberos de Huelva que forman parte de la ONG Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF) efectivos especialistas en rescate canino, personal de desescombro y salvamento, profesionales especializados en potabilización de agua, o logística, entre otros.
Los comienzos de la Unidad Canina de Huelva se remontan a febrero de 1997 después de que efectivos del Cuerpo de Bomberos participaran en el I Curso de Formación de Bomberos-Guías y Perros para el rescate de sepultados, organizado por la Escuela Andaluza de Técnicos en Emergencias, EATE. A raíz de esta formación comenzó a gestarse la unidad onubense que nacía con un firme objetivo: la localización de personas sepultadas con vida. Surgió, de este modo, en Huelva, cuando el número de equipos que desempeñaban estas labores a nivel internacional era aún muy baja.
Avalados por una enorme experiencia, la Unidad Canina de Rescate de Huelva se ha convertido en imprescindible en cualquier catástrofe. En esta línea, tal y como nos explicaba orgulloso Nogales, tras producirse el terremoto en Ecuador, el Consistorio de Huelva recibió peticiones expresas de municipios afectados por el seísmo solicitando los servicios de los bomberos onubenses, actualmente, los más valorados a nivel internacional.
Respecto a los trabajos realizados en Ecuador, país al que se desplazaron seis bomberos onubenses de la Unidad Canina de Huelva, y a pesar de no haber podido rescatar ninguna vida, Nogales destaca la buena acogida del pueblo ecuatoriano, “el trabajo ha fluido muy bien, y hemos tenido una respuesta de la gente alucinante, esa ha sido nuestra recompensa”, incide.
Desde 1997, año en el que nació la unidad, el equipo onubense ha destacado por la utilización del método creado por el sevillano Jaime Parejo García conocido como método Arcón, “el único sistema avalado científicamente y académicamente, oficial por gobiernos, y que logra optimizar la eficacia de los equipos caninos garantizando al máximo el salvamente de vidas, incluso en confinamiento sin visibilidad”, explica Nogales.
Por otro lado, desde el año 2001 y gracias a un acuerdo suscrito con ‘Bomberos sin Fronteras’, la unidad onubense actúa de forma conjunta con la citada ONG. «Gracias a este acuerdo hemos creado un equipo polivalente capaz de asumir todas las fases del rescate. Precisamente uno de nuestros retos era -sin ser una carga para el país donde aterrizamos- poder asumir todas las fases: la localización de las personas vivas, el desescombro y salvamento, la extracción de los supervivientes, así como la asistencia sanitaria. Intentamos abarcar todas las fases con autonomía propia».
Desde su fundación, la Unidad Canina de Rescate ha participado en labores de rescate y salvamento en más de una decena de países destacando entre ellos Taiwán, Bolivia, Marruecos, Irán, Filipinas, en los terremotos de Perú y Turquía, en el tsunami que asoló la costa de Sri Lanka en 2004, así como en el seísmo de Haití en 2010, un acontecimiento éste último que, a juicio de Antonio Nogales, ha sido «el más exigente y el de mayor envergadura al que se ha enfrentado«.
Los retos actuales de la Unidad Canina pasan por «mantener los niveles de operatividad de los ejemplares caninos. Cada vez reproducimos más situaciones que luego nos encontramos en los terremotos, y reducir nuestros protocolos de activación y desplazamientos. Reducir el tiempo de llegada es lo que diferencia que se salven más o menos vidas siempre», explica Nogales. Asimismo actualmente trabajan en un proyecto junto a Diputación, Ayuntamiento de Huelva y Giahsa para dar forma a una futura plataforma solidaria por el agua con la que intervenir en países que lo requieran.