Redacción. La Hermandad del Rocío de La Palma del Condado, la más antigua de la provincia, ya camina al encuentro con la Blanca Paloma. A las siete de la mañana se ha oficiado la Misa de Romeros en el interior de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, una circunstancia especial, como está siendo tantos momentos de este Rocío, tan inusual por la lluvia, y es que esa Misa de Romeros se celebra siempre al aire libre pero la hermandad no ha querido correr riesgos ante las previsiones tan adversas del tiempo. Por eso, también la carreta iba semicubierta.
Junto con La Palma hacen el camino la hermandad de Hortaleza y Valenciana de Cultos. La carreta palmerina iba adornada con ramos de flores a base de rosas, gerberas y liliums. Su transcurrir por la localidad ha sido tranquilo en el sentido de que la lluvia ha respetado la salida por el pueblo. Se han sucedido los rezos de despedida en la Iglesia del Valle, ante la patrona, la Virgen del Valle; y en el monumento a la Virgen del Rocío.
El alcalde, Manuel García Félix, ha acompañado al Simpecado durante el trayecto, junto al Hermano Mayor, Antonio Ligero Castillo, Rocío Moreno, y el presidente de la hermandad, Enrique Martín Cera.
La lluvia ha hecho acto de presencia cuando la hermandad ha llegado a Bollullos, momento en que la carreta del Simpecado ha tenido que ser tapada en su totalidad. Allí ha tenido lugar un encuentro histórico, el de la hermandad de La Palma con su ahijada, la de Bollullos del Condado. Ambas carretas han coincidido ante le monumento a la Virgen de las Mercedes donde se le ha rezado la Salve.
El 11 de mayo por la noche la hermandad organizó un cabildo extraordinario para informar de los cambios en el camino. Así, todos los carruajes tendrán que separarse de la Carreta del Simpecado cuando se llegue al Camino de las Parcelas, sólo accederá al mismo la Carreta con los caballistas y peregrinos a pie. Esta vez, la hermandad de La Palma no llegará a su casa del Rocío por la calle Villamanrique, sino que tras llegar al Eucaliptal, buscará la calle Romería, para llegar por el Real a su Casa de Hermandad.