Redacción. En una finca de Extremadura se hacinaban casi un centenar de burros. El fallecimiento de los propietarios dejó a la intemperie a estos animales, algunos de los cuales sufrían de desnutrición, parásitos y enfermedades como la sarna. La asociación el ‘Refugio del Burrito’ puso en marcha una enorme operación de rescate que incluía la identificación, recuperación y alimentación de estos animales mientras se les buscaba un buen lugar de adopción. Más de diez de estos animales llegaron el domingo a un verdadero paraíso,el entorno del Parque Nacional de Doñana.
Dentro de poco se celebra el Día Internacional de la Fibromialgia y algunos de estos asnos pronto estarán ofreciendo terapias a colectivos de afectados en pleno entorno natural. Otra de las iniciativas de la Asociación hispano-británica El Burrito Feliz de Chucena, con idea de que tengan una existencia más digna, es que además colaboren con la unidad de burros desbrozadores que intentan evitar, comiéndose el pasto seco de los bosques, los incendios de verano en esta zona tan sensible.
Los “Burros Bomberos” de Doñana ya son conocidos internacionalmente y suponen un polo de atracción medioambiental para la zona.