Redacción. La Hermandad de la Santa Cruz de la Calle Sevilla decidió no sacar en procesión al Santo Madero ante la climatología tan adversa prevista. Así, su Junta de Gobierno decidió salir en comitiva desde la capilla hasta la parroquia con el estandarte y el libro de reglas de la hermandad y poder celebrar así la función principal de instituto.
La eucaristía estuvo presidida por el párroco de la ciudad, José Silvestre González. La Hermandad en el ofertorio realizó su Protestación de Fe Católica. Misa en la que estuvo invitada la corporación municipal encabezada por el alcalde, Manuel García Félix.
La misa finalizó con el canto del himno a la Santa Cruz y la comitiva volvió a la capilla con cientos de piomperos tras el gallardete.
Comitiva que la iniciaba Carmelo el tamborilero y seguía la Cruz de Guía, Reinas y Damas salientes (del pasado año), Junta de Gobierno de la hermandad, Libro de Reglas, Reina de las fiestas, junto a la presidenta de la Hermandad, Lola Rodríguez, y el gallardete, arropado por cientos de piomperos que al llegar a la capilla entonaron el himno a la Santa Cruz, acompañados por la Banda del Carmen de Salteras.
Los piomperos sueñan ya con finales de mayo, cuando la Santa Cruz de la Calle Sevilla vuelva a salir en procesión con motivo de la celebración del Corpus Christie.
Por otro lado, el Romerito del sábado 7 de mayo sólo pudo estar en la calle unas horas. La Hermandad decidió que saliera antes de lo previsto, a las 18.00 horas, y variar el orden del mismo con respecto a otros años, es decir adelantó las carrozas para que fueran tras la caballería y no al final como colofón del desfile. Pero pronto hizo acto de aparición la lluvia que obligó a suspenderlo cuando los primeros tramos enfilaban la Avenida de la Zarcilla.
Si bien los actos y cultos del pasado miércoles, jueves, y el viernes con la entrada de la Brigada Paracaidista, de la Banda de Tres Caídas, la Ofrenda de flores a la Virgen del Valle, y en la mañana del sábado la Diana, transcurrió brillantemente; el mal tiempo ha obligado a modificar los últimos actos festivos de las fiestas.