Redacción. La sociedad necesita una transformación y este cambio es necesario impulsarlo desde la Universidad como espacio generador de ideas y conocimiento. La institución universitaria debe ser, por tanto, un modelo a seguir que implante los criterios que rigen la economía social en su propio funcionamiento. Así lo entienden los profesores Juan Diego Borrero y María Ángeles Escrivá que han organizado las jornadas “Ecolaboratorio. Por una economía más justa” con el objetivo de dar a conocer a la comunidad universitaria en qué consiste este nuevo concepto de economía, así como concienciar sobre la importancia de construir un entorno más justo y responsable.
Las jornadas han comenzado esta mañana en la Facultad de Ciencias del Trabajo y Trabajo Social con la presencia de la Vicerrectora de Estudiantes, Carmen Santín; el Director General de Economía Social y Autónomos, José Roales; los profesores Juan Diego Borrero y María Ángeles Escrivá y la Decana de la Facultad de Trabajo Social, Pilar Marín.
“La economía social es una forma diferente de entender la empresa que trata de priorizar la rentabilidad social por encima de la rentabilidad económica. Es un concepto distinto que pone por delante lo social antes que la obtención de beneficios o lo especulativo, que es lo que vienen entendiendo normalmente las empresas. Otro aspecto que la caracteriza es que no sólo se tiene en cuenta el emprendimiento de la propia empresa sino también los derechos de los trabajadores que tienen que desarrollarse al unísono de la viabilidad económica”, ha precisado el Director General de Economía Social y Autónomos. Asimismo, ha explicado que “una economía más justa es aquella que antepone siempre el empleo, luego la renta y luego la riqueza”.
Por su parte, Juan Diego Borrero ha manifestado que una economía responsable se consigue, en primer lugar, “con conciencia, hay que darse cuenta de que hay que cambiar, en segundo lugar, con compromiso, pues no basta solo la conciencia, sino la acción y, en tercer lugar, con conocimiento, es decir, saber hacer las cosas, y ahí como Universidad creemos que tenemos una labor importante que desarrollar, pues ese tercer pilar, el conocimiento, debemos revertirlo a la sociedad”.
Fernando Dugo, representante de la Asociación Economía del Bien Común, ha explicado que “la empresa es una gran impulsora de todo lo que es la economía en su conjunto pero ésta debe estar dirigida desde las personas y para las personas. Nosotros hemos creado un modelo en el que valoramos cuál es el desempeño ético de las organizaciones basado en criterios de dignidad, solidaridad, sostenibilidad ecológica, sostenibilidad en general, transparencia interna o democracia, entre otras cuestiones, así como entorno en el que se desarrollan y evaluamos su aportación ética”.
Junto a las jornadas, se ha desarrollado en el Hall de la Facultad de Ciencias del Trabajo un mercado social en el que participa, entre otras, la empresa “Traperos de Huelva”, que se dedica a la inserción laboral para personas que están en riesgo de exclusión que, por diferentes motivos, tienen muchas dificultades para acceder al mercado laboral. Trabajan con ellos en torno a la reutilización y al reciclaje de todo tipo de elementos y apuestan por el medio ambiente.
También está presente la iniciativa “Centro de Interpretación Etnológico Matilde Gallardo”, “un proyecto que surgió de una idea desde el punto de vista patrimonial porque en Riotinto se estaba poniendo en valor el patrimonio de carácter industrial pero veíamos que faltaba poner el acento en lo que es la cultura popular. A partir de dos recursos que eran un huerto familiar y una vivienda obrera tradicional, se crea este centro para interpretar ese aspecto de la cultura minera que tenía que ver con las familias obreras y en el cual desarrollamos, además de visitas guiadas otro tipo de actividades que tienen que ver con los saberes y prácticas de la comunidad obrera”, comenta uno de sus responsables.
La cooperativa “Consumo Justo”, que también cuenta con un stand, es una cooperativa de consumidores de productos ecológicos y comercio justo que nació hace unos siete años con la intención de que se pudiera consumir de otra manera. Ofrece comida para todos aquellos que optan por un servicio de comida ecológica: desayunos o picnics, todos ellos a base de productos con certificación de producción ecológica.