Mari Paz Díaz. José María Franco es todo un clásico cuando se habla de arte en Huelva, uno de los maestros que tiene esta provincia. Y no sólo cuando nos referimos a la pintura, sino por la sabiduría que este serrano atesora de Huelva y de los onubenses. Conversar con José María Franco siempre es un placer, porque nos permite descubrir aspectos del pasado y del presente de Huelva que, quizás, para muchos de nosotros habían pasado desapercibidos. Genio y figura de uno de los artistas onubenses más reconocidos.
A sus 77 años de edad son pocas las cosas que le quedan por hacer y ninguna por demostrar. A pesar de ello, no hay ni un sólo día que no trabaje. Y lo hace siempre como el primer día. «Tengo la misma ilusión de siempre, la misma ilusión que el primer día», nos confiesa desde su casa de Aracena.
Hijo y padre de artistas, su trayectoria artística es un reflejo de la evolución pictórica de las últimas décadas en la provincia de Huelva, tal y como dejó patente en la exposición celebrada en el Museo Provincial de Huelva a finales del pasado año 2012 con motivo de su exposición titulada ‘Las estaciones de José María Franco. 1952-2012’, una antología de su fecunda carrera, que recibió la visita de más de 3.000 personas.
José María Franco se formó en el estudio de la Calle San Cristóbal de Huelva, bajo la tutela de dos de los grandes, de Antonio León Ortega y Pedro Gómez, sus maestros, además de otros artistas de la talla de Daniel Vázquez Díaz, Gustavo Bacarisas o José María Labrador.
Décadas de pintura en las que ha sabido reflejar desde los lugares que han formado parte de su vida, como Ayamonte, las fuentes de la Sierra o los ambientes portugueses, sin olvidar otras manifestaciones que han marcado su vida, como la Semana Santa, por citar un ejemplo, todo ello sin olvidar las pinturas de la bóveda del Santuario de la Virgen de la Cinta de Huelva, realizadas por José María en 1963, una obra que reprodujo en 2006 para sustituir a las anteriores, que estaban dañadas por la humedad.
Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, de Sevilla, ejerciendo como profesor de dibujo, una actividad que se une a sus múltiples creaciones, desde sus acuarelas a la realización de carteles, grabados, pergaminos o pintura mural. Además, también es muy conocido por sus ilustraciones de libros, en obras como Sitios del agua (Aracena, 2001), publicación que realizó junto al escritor Manuel Moya.
No en vano, su obra se cuelga en museos y colecciones particulares muy variadas, desde el Museo Provincial de Huelva hasta la Universidad de Sevilla, entre otros espacios. Y, por supuesto, ha realizado numerosas exposiciones, prueba de su prolífica obra.
Con José María Franco conversamos sobre sus próximos proyectos, entre los que se incluyen trabajos dedicados a la Plaza de Toros de Campofrío o una exposición en Córdoba.
-¿En qué está trabajando en estos momentos José María Franco?
-No paro de trabajar. Siempre estoy pintando, desde mi participación en varios libros a una invitación que me han hecho para exponer en Córdoba. Tengo 77 años y puedo afirmar que tengo la misma ilusión, o incluso más, que el primer día. Con mucho interés por seguir aprendiendo. Por ello, mientras sigua así, voy a crear. De hecho, no dejo de pensar todo el tiempo con mi imaginación, antes de plasmarlo en un lienzo. Primero lo tengo en la cabeza y luego le dio forma en la obra.
-¿Cuál es su último proyecto?
-Ahora he estado haciendo el Vía Crucis de Juan Pablo II, que será publicado en Huelva con textos de José María Padilla. En este trabajo, me he encargado de las ilustraciones y la portada de un libro que contará en un prólogo del obispo de Huelva, José Vilaplana.
-¿En qué ha consistido ese trabajo?
-He hecho una interpretación del Vía Crucis, que espero que sea aceptado. Cuando esté terminado se pasará a la Hermandad de la Cinta, porque su objetivo es que tenga un valor social, que pueda recaudarse fondos con un fin solidario.
-También ha tenido la oportunidad de participar en una obra dedicada a la Plaza de Toros de Campofrío…
-Mi participación ha sido realizar la portada de un libro sobre la Plaza de Toros de Campofrío. Se trata de una obra muy bonita que hace un recorrido por el coso más antiguo de España. Es una plaza preciosa y he querido reflejarlo en mi obra. Es una plaza que tiene un gran valor artístico y etnológico.
-¿En qué consiste este trabajo?
-Se trata de una recopilación de textos sobre la misma plaza de toros, con prólogo del profesor Francisco José Martínez. Mi aportación es la imagen de la portada, donde he realizado una imagen impactante del ruedo grande de Campofrío con una cabeza de toro. Es un proyecto muy bonito realizado por la Asociación Cultural.
–Por último, me gustaría preguntarle por esa exposición a la que ha sido invitado a participar en Córdoba…
-Mi hijo Germán, que acaba de presentar su tesis doctoral, obteniendo Cum Laudem, hizo una exposición preciosa en Córdoba. Y, a raíz de aquella propuesta, me han invitado a mí a una muestra.
–Si hablamos de exposiciones es casi obligado preguntarle por su antológica en el Museo Provincial de Huelva. ¿Cómo se sintió?
-La exposición del Museo Provincial de Huelva fue para mí muy satisfactoria, porque se pudo ver toda mi trayectoria, desde 1952, con obras de cuando yo comencé, hasta 2012. Fue una satisfacción porque, además, fue muy visitada. Y no sólo por personas de Huelva, sino también llegadas de fuera, incluso de Madrid.
También tengo que destacar el libro-catálogo que se editó, junto a la cantidad de dedicatorias y homenajes que me ofrecieron esos días.
-Todo ello lo compagina con su labor de maestro, que no la abandona…
-No. En estos momentos estoy muy orgulloso de la labor que está realizando uno de mis alumnos, una persona que se llevó una temporada conmigo y ahora se ha ido a Inglaterra. Es un chaval que es como una esponja y que está haciendo cosas extraordinarias. Eso para mí es una satisfacción. Su nombre es Jaime Rodríguez Angelina y estoy seguro que dará mucho que hablar. También he trabajado con otro chico de Madrid, que ha estado conmigo y que incluso ha ganado algunos concursos.
-Para finalizar, me gustaría hablar de su relación con Huelva. Porque, aunque reside en Aracena, continúa manteniendo una intensa vinculación con esta ciudad…
-Sí. Voy de vez en cuando a Huelva. Para mí es fundamental mantener ese contacto con Huelva. Además, nunca me olvido de mi Hermandad de los Estudiantes, con la que tengo todavía la misma ilusión que cuando la fundé con 13 años.
De hecho, tengo previsto ir a Huelva este mes de noviembre, porque Estudiantes entregará una serie de reconocimientos a los más antiguos de la hermandad. Será un acto muy bonito, porque asistirán los bisnietos de Juan Barranco Posada, Santiago y Juan Luis, novilleros que aunque son de Badajoz ingresarán en la cofradía de su abuelo, que fue el fundador. Son novilleros que están triunfando en las plazas de toda España y que este año piensan tomar la alternativa y quieren que sea en Huelva.
1 comentario en «José María Franco: «Tengo la misma ilusión por pintar que el primer día»»
Por un capricho de la naturaleza, por suerte los artistas nunca se marchan del todo, tan solo se ausentan.