Mari Paz Díaz. Hablar de una mujer científica era una cuestión poco habitual hasta hace relativamente poco tiempo. Parecía que era un terreno exclusivo de los hombres. Sin embargo, en los últimos años estamos asistiendo a muchas historias que están rompiendo estos estereotipos, demostrando que la mujer también tiene mucho que decir en el terreno de la ciencia. Para demostrarlo no tenemos que marcharnos muy lejos. Aquí, en la provincia de Huelva, encontramos buenos ejemplos de ellos. Y así lo demuestra nuestra protagonista de hoy.
Su nombre es Paqui González Través y es natural de Punta Umbría, donde vivió hasta que al cumplir los 18 años se marchó a estudiar Biología a la Universidad Complutense de Madrid. Luego se matriculó en un Doctorado en el Instituto de Bioquímica, un centro mixto entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Complutense, realizando su primera estancia postdoctoral en el Centro de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols.
Durante esos años también hizo varias estancias de unos tres meses cada una en diferentes laboratorios de San Diego, Londres y Munich. Un periodo que posteriormente completó con una segunda estancia postdoctoral en el Instituto Salk, en La Jolla (California). Fue en Estados Unidos donde inició una investigación que ahora ha llamado la atención de la comunidad científica, tanto que se ha hecho eco de la misma la que está considerada como una de las revistas científicas de mayor prestigio del mundo: ‘Nature’. Un estudio internacional desarrollado por un equipo investigadores del CISC del que forma parte esta onubense.
El título original del artículo es ‘TAM receptors regulate multiple features of microglial physiology‘ -en español, ‘Los Receptores TAM regulan múltiples funciones de la fisiología microglial’-. Una cuestión que se refiere a los receptores TAM, unas proteínas presentes en la superficie de las células de nuestro sistema inmune.
Según nos explica la propia Paqui González, «en este trabajo de investigación hemos estudiado la importancia de los receptores TAM en las principales células inmunes del cerebro, llamadas microglía. Estas células actúan como “centinelas” del cerebro y son las responsables de combatir patógenos y eliminar las células muertas. La mayoría de la gente piensa que el cerebro adulto no es capaz de generar nuevas neuronas. Sin embargo, hay unas pequeñas zonas en el cerebro que siguen generando nuevas células nerviosas a lo largo de toda nuestra vida. Cuatro de cada cinco nuevas neuronas mueren durante el proceso de maduración y aquí es cuando entra en acción la microglía que es capaz de detectar y eliminar las células muertas o defectuosas convirtiéndose así en “los barrenderos o limpiadores del sistema nervioso”».
Con esta base, el equipo de investigación en el que participa esta puntaumbrieña «ha descubierto que los receptores TAM son esenciales para que la microglía pueda eliminar las células muertas del cerebro. Cuando eliminamos los receptores TAM del cerebro de los ratones, las neuronas muertas se acumulan y esto puede producir daños cerebrales. Por último, también hemos analizado el papel que juegan estos receptores en la enfermedad de Parkinson. Para ello usamos un modelo de ratón que desarrolla Parkinson. Cuando eliminamos los receptores TAM de la microglía de estos ratones, observamos que los ratones sin receptores eran más longevos y la aparición de los síntomas se retrasaba».
Estas llamativas ideas han dado lugar a varios resultados que cuentan con un enorme interés desde el punto de vista científico. Tal y como nos cuenta Paqui, «hay varias conclusiones importantes. La primera, que la microglía necesita presentar en su superficie los receptores TAM para poder identificar y eliminar las células muertas del cerebro en las zonas donde se generan nuevas neuronas. La segunda, que no sólo reconocen células muertas sino también células “enfermas, defectuosas o disfuncionales”. Y por último, que la modulación de estos receptores TAM podría influir en la progresión de patologías neurodegenerativas o trastornos inflamatorios crónicos».
La cuestión ha llamado tanto la atención que, en la actualidad, hay varias empresas desarrollando inhibidores de Axl y Mer para el tratamiento de diversos tipos de cáncer, mientras que el estudio del equipo de Paqui abre la posibilidad de usar estos inhibidores para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson.
De hecho, como hemos comentado, la importancia de los datos obtenidos ha dado lugar a que la revista ‘Nature’ haya publicado esta investigación, lo que ha supuesto una enorme satisfacción personal para esta puntaumbrieña, ya que es uno de sus mayores logros profesionales, «un gran impulso para mi currículo y espero que tenga consecuencias beneficiosas para mi futuro». No en vano, ‘Nature’, junto con ‘Science’ y ‘Cell’, es una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo, leídas por investigadores y científicos de gran impacto a nivel mundial, tanto que recibió el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en el año 2007, prueba de que en sus páginas se han publicado algunos de los descubrimientos científicos más importantes de los últimos tiempos.
Realmente, conseguir este logro no ha sido nada fácil para Paqui, dado que ha sido producto de un largo proceso desarrollado por ella y sus compañeros de laboratorio durante más de cinco años de trabajo. Además, posteriormente tuvo que mandar el manuscrito a los evaluadores de la revista científica que, para su publicación, solicitaron nuevos experimentos y datos para mejorar el artículo, lo que tuvo que realizar durante el último año, si bien, el esfuerzo mereció la pena.
En cualquier caso, como sucede en el mundo de la investigación, no es la primera vez que esta onubense difunde sus resultados científicos, puesto que anteriormente ha publicado 35 artículos en revista internacionales, en su mayoría trabajos sobre el sistema inmune y el desarrollo de enfermedades autoinmunes.
En la actualidad, González Través está contratada durante un año con una beca Marie Curie de la Unión Europea en el Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols de Madrid, donde espera terminar otros dos proyectos iniciados durante sus años en el Instituto Salk: Uno sobre la importancia de los receptores TAM en el desarrollo de enfermedades autoinmunes como el lupus o la esclerosis múltiple y, otro, analizando cómo la presencia de los receptores TAM en las células inmunes del hígado puede proteger frente a un daño hepático agudo.
A partir de aquí, «mi idea más inmediata es continuar trabajando en el proyecto que acabamos de publicar en ‘Nature’. Queda muchísimo por hacer. Nuestros datos sobre el papel que los receptores TAM pueden tener en la progresión del Parkinson nos abren las puertas a muchísimas nuevas ideas y experimentos. Tenemos que analizar si los resultados podrían extrapolarse a humanos, si el uso de inhibidores de los receptores TAM podrían ralentizar el progreso del Parkinson, etcétera, etcétera», nos comenta.
Con todo, para terminar, esta investigadora de Punta Umbría aconseja a los universitarios onubenses que «que disfruten de cada día, de cada momento, porque es una etapa inolvidable. Que aprendan no sólo de las clases sino de las experiencias. Qué vivan por un tiempo -corto o largo- fuera de España, porque es una experiencia muy interesante tanto a nivel personal como a nivel profesional. Y, sobre todo, que no se rindan, que aunque en los tiempos que corren a veces parezca que no merece la pena el esfuerzo, a la larga se darán cuenta de todo lo que esta etapa ha influido en su vida y en su personalidad«. Tomaremos nota Paqui. Enhorabuena.
