Antonio José Martínez Navarro. De magnífico suceso –por el resultado artístico y por la concurrencia masiva de público con asistencia del Sr. Subdelegado del Gobierno, Enrique Pérez Viguera y del Sr. Alcalde de Huelva, Gabriel Cruz- puede calificarse la presentación del cartel anunciador del XXXVII Concurso Infantil Nacional de Fandangos de Huelva y su Provincia, encaminado a que surjan nuevos valores de S, M. el Fandango, celebrado en la acogedora Peña Flamenca de «La Orden». Y bien merece en primer lugar hacer extensivo nuestro aplauso generoso a la comisión organizadora, la citada Peña, sobre la que ha caído el peso mayor de la puesta en marcha y la organización de un Concurso llevado de manera impecable durante cerca de cuarenta años. ¡Ahí es «ná»!.
A este humilde historiador se le presume que, en su fantasía, en las noches flamencas de esta Peña se hace revivir los cafés cantantes, aquellas viñetas de principios del siglo pasado, donde cada cual, cantaores, guitarristas y aún aficionados, llevaban la esencia de un arte cuyo fin no era lanzar «jipíos» ni levantar polvo, sino expresar algo que revive en las entrañas del pueblo, el flamenco. Y es que se palpa la euritmia del pasado histórico de esta casa, convertida en Peña Flamenca, con amplios ventanales y altos techos y en cuyas paredes podemos observar cuadros y fotografías con cantaores maduros de los tiempos aquellos de la época dorada y otros, más jóvenes, que aspiraron y consiguieron la fama. Pero vamos a la descripción de la velada flamenca que nos ocupa. Ésta, se dividió en dos partes: En la primera, la cantaora onubense Carmen Molina, al toque Joaquín Pérez Serrano, cantó unos fandangos con gran poder de voz, meciéndolos, y con una sorpresa para el autor del cartel, ya que en el último fandango por Huelva se glosaba en la letra la admiración por la labor de Alfonso Aramburu.
A renglón seguido subió al escenario el autor de estas letras, quien tras agradecer al público su asistencia y a la Peña su hospitalidad, evocó la trayectoria artística –en su doble vertiente de pintor y arquitecto- de Alfonso Aramburu, autor del cartel que de manera altruista había colaborado con el mencionado Certamen.. Éste agradeció emocionado sus palabras y dio amplias explicaciones de las directrices artísticas seguidas en el dibujo que presentaba.
El descubrimiento del cartel lo realizaron ambos (historiador y arquitecto) dejándose ver en el dibujo un muchacho que, con un escorzo genial, canta desgarradamente. La expresión de sus manos nos evidencia que lleva en su corazón el fuego interior del flamenco. ¡Magnífico acierto de Alfonso Aramburu en el que el muchacho invita con vehemencia a que otros de su edad se acerquen a participar en el evento!
Amenizó la velada flamenca en su segunda parte la Fundación «Amparo Correa». Esta, se dividió en dos actuaciones. En la primera de ella el Secretario de la citada Fundación, Manolo Correa, fue desarrollando algunos datos históricos de los cantes de ida y vuelta y dio paso a que dos voces de la misma, Almudena Ramos y Rocío López, acompañadas a la guitarra por David Soto, interpretaran magistralmente dichos cantes. En la segunda, Manolo Correa se expresó sobre varios estilos del fandango de Huelva y fue interpretada en el cante y en la guitarra por los mismos actuantes de la Fundación citada.
Al final de la velada, Manolo Correa, Almudena Ramos, Rocío López, David Soto y dos voces más que fueron requeridas por el Secretario, interpretaron el cántico flamenco de la Fundación «Amparo Correa».