Rosa Mora. Un acontecimiento: el terremoto de Lisboa de 1755, y sus consecuencias en la entonces villa de Huelva, marcan el hilo narrativo de la primera novela del onubense Pedro J. Martín El color gris de la esperanza, de Ediciones Tranvía. Un trabajo que explica a Huelva Buenas Noticias su autor, comenzó a tomar forma en el verano de 2013, de forma fortuita. «Supongo que todo apasionado a la lectura tiene ese momento en su vida en el que se pregunta por qué no escribir algo, lanzarse y dar un paso más allá, ser él quien se ponga al otro lado del libro», y así surgió todo.
Mucho trabajo y esfuerzo el realizado por el onubense Pedro J. Martín hasta ver nacer su primera novela, que confiesa verse recompensado gracias a los agradecimientos y mensajes positivos de lectores que ya han buceado por las páginas de esta interesante e inquietante historia.
En El color gris de la esperanza, el autor onubense, un gran apasionado por la historia en general, y por la de su tierra en particular, nos invita a pasear por la Huelva del siglo XVIII. Una labor, la de acercarse a este episodio histórico que para el propio Pedro J. Martín ha resultado ser «una experiencia gratificante». «He descubierto monumentos que fueran importantes y que han quedado en el olvido. También he descubierto cómo era la vida en aquel siglo de cambios; he visto a una villa marinera, de la que ya poco queda, un pueblo trabajador, humilde y fuerte».
Huelva Buenas Noticias ha conversado con Pedro J. Martín, quien nos ha desvelado todos los entresijos de una historia en la que todo está cuidado al detalle. Hasta el título, El color gris de la esperanza , es realmente de un juego de palabras.
– Pedro, acabas de presentar tu primera publicación. ¿Cómo estás viviendo este momento?
– Lo cierto es que está resultando una experiencia muy gratificante. Es un sueño que con esfuerzo y tesón se ha visto materializado. Me ha llevado dos años y medio ver mi novela publicada, pero la espera ha merecido la pena. Desde que se presentara El color gris de la esperanza, casi a diario, me van sucediendo cosas positivas, anécdotas, comentarios o fotografías de lectores que llegan, personas que vas conociendo. Sólo puedo tener palabras de agradecimiento para todas las personas que me están apoyando en este proyecto. Sin ellos este sueño nunca se hubiera materializado.
– ¿Cómo surge la idea de realizar este libro?
– Supongo que todo apasionado a la lectura tiene ese momento en su vida en el que se pregunta por qué no escribir algo, lanzarse y dar un paso más allá, ser él quien se ponga al otro lado del libro. Así al menos me sucedió a mí. Un buen día, allá por verano de 2013, me hago esa pregunta, cojo cuaderno y lápiz y comienzo a dar rienda suelta a mi imaginación. Escribo un par de folios, se los enseño a mi mujer, ella queda sorprendida por lo que he escrito y me anima a que siga con este proyecto. El resto va surgiendo solo.
– ¿Qué historia nos cuenta esta novela?
– Por un lado, narra las consecuencias tan desastrosas que ocasionó el terremoto de Lisboa de 1755 en la entonces villa de Huelva. La novela comienza la misma mañana que tuvo lugar el seísmo, el día uno de noviembre, y se detalla cómo aconteció la tragedia que asoló a esta tierra, el posterior tsunami, cómo vivieron los vecinos de esta ciudad el temblor, las personas que perecieron, las pertenencias perdidas. Esa sería la parte histórica de la novela. A partir de ahí, la novela se centra en las vidas personales de los diversos personajes que van apareciendo por sus páginas, en su mayoría ficticios. Por eso siempre digo que esta no se puede catalogar como una novela histórica, ya que mi intención es que al final lo que predomine sean las historias, las vidas de aquellas personas, antiguos vecinos de Huelva, que tuvieron que sobreponerse a tan fatídico día, personas que lo perdieron prácticamente todo; casas, familiares, sus embarcaciones, y que a pesar de ello supieron levantarse y continuar con sus vidas.
– ¿Por qué de su interés por esta temática?
– Porque me gusta la historia, pero sobre todo la historia de mi tierra, y este es un episodio que se conoce en Huelva, pero un poco de pasada. Cuando me puse a ahondar en profundidad, a buscar información para la novela, pude comprobar que era un suceso del que no había excesiva información y, conforme fui indagando, más me fue atrayendo este episodio tan trágico de nuestra historia.
– ‘El color gris de la esperanza’, ¿A qué responde el título?
– El título es un juego de palabras. Normalmente se relaciona la esperanza con el color verde, un color que siempre mantenemos vivo. Por muy mal que nos vaya la cosa siempre decimos que nos queda la esperanza. Pero hay momentos en la vida, como lo sucedido aquella mañana de 1755, en la que se pierden demasiadas cosas, y ese verde se va tornando gris, porque no se ve el final de los problemas y la esperanza queda demasiado lejana, distante.
– ¿Cuáles han sido tus fuentes de inspiración para crear estos personajes?
– Ha habido un poco de todo. Aparecen varios personajes reales, como el párroco Antonio Jacobo del Barco o los duques de Medina Sidonia; para estos casos me ha servido la documentación que he encontrado sobre ellos, cómo eran sus vidas o sus rasgos personales. El resto de personajes han sido una mezcla de imaginación y de tomar rasgos de algunas personas cercanas; les he ido dando forma, hasta que al final han cobrado vida.
– ¿Qué ha supuesto para ti acercarte a este episodio histórico?
– Para mí ha resultado una experiencia gratificante. Me ha servido para conocer muchas cosas de mi ciudad que ignoraba. He conocido y, de un cierto modo, he paseado por la Huelva del siglo XVIII, he descubierto monumentos que fueran importantes y que han quedado en el olvido, como el Arco de la estrella o personajes que casi nadie conoce y que tuvieron una gran repercusión en el levantamiento de la villa, como fue el padre Jacobo del Barco, que además fue el hombre que relacionó a la actual Huelva con la antigua Onuba mediante sus disertaciones. También he descubierto cómo era la vida en aquel siglo de cambios; he visto a una villa marinera, de la que ya poco queda, un pueblo trabajador, humilde y fuerte. En definitiva, gracias a esta novela he descubierto una Huelva diferente y que quizás me haya gustado más que la actual ciudad que ahora tenemos.
– ¿Tienes en mente ya algún otro proyecto?
– Tengo otra novela terminada, que si todo sigue su curso verá la luz a finales de este año. Se titula “Al abrigo de los girasoles”. Es una historia que no tiene nada que ver con mi primera novela, es un relato actual y más íntimo, donde predominan las reflexiones internas y donde quizás se deje notar mi influencia por el gran Saramago. Ahora mismo estoy trabajando en mi tercera novela, que sí iría más en la línea de “El color gris de la esperanza”. Esta sería una novela que también transcurre en Huelva y que narra otro triste episodio acontecido en esta ciudad con tanta historia por contar.
– ¿Le gustaría invitar a los onubenses a que se acerquen a esta novela?
– Les diría que, si quieren conocer un poco más de cerca el triste episodio acontecido la mañana del uno de noviembre de 1755, esta es su novela. Pero no sólo porque conocerán un hecho del que seguramente ya han oído hablar, les diría que lean esta novela porque en ella encontrarán historias personales de unas gentes que sobrevivieron a tan terrible catástrofe, unas personas que vieron alteradas sus vidas aquella mañana gris y que no tuvieron más remedio que mirar hacia el frente, levantarse, en un tiempo donde ya de por sí era complicado subsistir y luchar. Les puedo asegurar que no saldrán de esta novela indiferentes, que se emocionarán y a la vez conocerán uno de los peores episodios que han sacudido a esta hermosa tierra.
-Muchas gracias.
