Redacción. Ayer domingo tuvo lugar la procesión de Cristo Resucitado y Nuestra Señora de la Esperanza. Y no fue una más. Se celebraba el cincuenta aniversario de la primera salida procesional de esta Hermandad toleana. A las nueve y media de la mañana, salía desde la ermita de “Nuestra Señora de los Remedios” el paso de Cristo Resucitado, talla de Pío Mollar que portaba un grupo de costaleros llegados desde la capital hispalense.
Seguidamente era el paso de Nuestra Señora de la Esperanza llevado por la Cuadrilla del Toleo el que paseaba por las calles del municipio. En esta procesión del Domingo de Resurrección fueron un grupo de niñas y mujeres vestidas de mantillas quienes le dieron el toque de vistosidad, la bandera y Simpecado de la Esperanza, representantes de otras hermandades, la alcaldesa Rocío Cárdenas Fernández y Corporación Municipal, así como la junta directiva presidida por Manuel Vázquez Escacena.
Fue la Banda de Cornetas y Tambores de la Escuela Municipal de Música de Punta Umbría la que le tocó al Resucitado; mientras a la Virgen fue una veterana en la mañana dominical sanjuanera: la Banda “Hermanos Niño” de Moguer. La procesión discurrió por el itinerario previsto aunque tuvo que modificarse a última hora por el estado en el que se encontraba un tramo de la calle Colón.
En la Plaza de España tuvo lugar la tradicional “Rifa de los Borregos” organizada por el Ayuntamiento. Estuvieron vendiendo papeletas la Corte de Honor de las pasadas fiestas patronales, los miembros del equipo de gobierno, así como los voluntarios y voluntarias de la Asociación “Siempre Adelante” que era el colectivo para quien iría la recaudación de los veintitrés lotes vendidos.
En definitiva, el balance de la Semana Santa 2016 en San Juan del Puerto ha sido muy positivo, incluso en los primeros días en que pese a que los partes meteorológicos no eran tan favorables, pudieron llevarse finalmente a cabo los desfiles. Ayer domingo desde temprano hubo muy buen ambiente registrado en la localidad. Aglomeración de personas tanto en calles, plazas y terrazas de bares y cafeterías, en las que algunas agotaron existencias, como en las salidas y recogidas de las diferentes procesiones