C. Botello (Lepe). Carlos Antón, el nuevo entrenador del San Roque de Lepe, pertenece a esa generación que un día bautizaron como JASP (jóvenes aunque sobradamente preparados). Eso al menos se deduce de su hoja de servicios, amplia y completa, pese a su edad, 30 años recién cumplido y con un currículum que llama la atención desde casi su inicio: es entrenador profesional con Licencia UEFA Pro desde 2010 con 24 años.
Pero su historia, pese a esa juventud, tiene escritas otras páginas de interés en clubes como Real Madrid, Málaga y Bristol City. Como botón de muestra, en su periplo en el cuadro costasoleño dirigió al cuadro juvenil de Liga Nacional, con el que fue campeón de Ligam y luego subcampeón con el de División de Honor.
Ahora el reto es distinto, salvar no al soldado Ryan, sino al San Roque, club al que llega “muy agradecido a su dirección deportiva”, como anunció en su presentación “por aquello de la confianza depositada”, como también “al cuerpo técnico del club y a la plantilla; todos me están facilitando la adaptación”.
Carlos Antón tiene clara que la meta del San Roque es eludir el descenso, que llevaría el añadido de poder continuar al frente de la entidad. Por eso dijo que “si el año que viene estoy aquí será señal que hemos salvado al equipo”, eso sí, utiliza el plural porque otra de las cuestiones que dejó muy patente es que “esto no lo voy a salvar yo, esto lo tienen que salvar los jugadores”.
Señaló que coger a un equipo a mitad de temporada tiene más dificultades que hacerlo desde el inicio –en su caso, como dijo, “de un miércoles para jugar un sábado”-, eso sí confesando que “ahora mismo mi prioridad es el partido ante el Cádiz; ya habrá tiempo a partir del domingo para sentarme a organizar y generar una rutina”.