Rosa Mora. Recibe siempre mucho más de lo que da, y eso le invita a continuar participando en acciones solidarias en el continente africano. Antonio Abad Díaz Ortega es conocido por la mayor parte de los vecinos de Riotinto y la Cuenca Minera. La carpintería, su profesión, le permitió tener un primer contacto con la realidad marroquí. Tal y como cuenta a Huelva Buenas Noticias, a raíz de la creación de su blog personal con el que pretendía dar a conocer y promocionar sus trabajos artesanales, el riotinteño conoció -de forma casual- el proyecto de una fotógrafa después de que ésta hubiera participado en un viaje solidario por Marruecos. Así, explica, comenzó todo. Una aventura solidaria que se inició para el onubense en el año 2009, y que aún continúa.
“A través de Internet contacté con unos estudiantes de Biología y de Bellas Artes de Málaga. Organizaban un viaje solidario por Marruecos, y decidí unirme a ellos. Les ofrecí mi furgoneta para el transporte de ropa, material educativo y sanitario, que sería repartido a poblaciones necesitadas marroquíes a lo largo de un recorrido de más de 3.500 kilómetros”, nos cuenta Antonio. Una experiencia la vivida entonces que le animó a continuar.
«Desde el año 2009 -explica- vengo realizando tareas de ayuda humanitaria principalmente en dos zonas del Atlas marroquí. Una en el Medio Atlas, en la región de Khenifra en el centro del país y la segunda en el Alto Atlas, en la región de Tinhir bastante más al sur de Marruecos». En ambas zonas trabaja con población rural, en su mayoría de etnia Amazigh (Bereber) en regiones aisladas donde carecen de los instrumentos básicos en materia de salud, educación e infraestructuras energéticas. «Generalmente es población nómada o ‘seminómada’ sin asentamientos definidos de población, aunque puntualmente también hemos realizado alguna acción en aldeas permanentes que presentan asímismo carencias similares», explica el onubense.
Por otro lado, gracias a su amplia experiencia en acciones solidarias en el Atlas marroquí, el riotinteño participa desde el año 2014 en campañas de ayuda a inmigrantes subsaharianos en la valla de Ceuta. Actuaciones, nos explica, que cuentan con la autorización de las autoridades marroquíes, así como con la colaboración de Asociación Manos Solidarias de Tetuán y la Asociación Marroquí de Málaga, que interviene también en Marruecos.
El onubense ha participado ya hasta en cuatro campañas desarrolladas en las proximidades del bosque de Belyounech, cercano a la ciudad de Castillejos, situada en la región de Tánger. En estos montes, personas procedentes de todo el África subsahariana, de países como Guinea Conakry, Ghana, Camerún, Senegal, o Mali, entre otros, tras la heroicidad de atravesar el desierto, aguardan el momento de dar el salto al continente europeo. En el marco de estas campañas concretas, el riotinteño, junto al resto de voluntarios, ofrece atención médica -curas de las heridas producidas por las concertinas, alambres con cuchillas instaladas en vallas como Ceuta o Melilla-, medicamentos, ropa, calzado, mantas, alimentos y asesoramiento.
Antonio Abad Díaz, que aprovecha la entrevista para agradecer la incansable labor de sus vecinos «que siempre están trayéndome todo tipo de materiales para repartir durante las acciones en las que participo», se encuentra ya volcado con la organización de un acto cultural solidario en Minas de Riotinto con el que esperan obtener financiación para realizar la VI Caravana Solidaria. Así, nos adelanta, ya está casi todo preparado para la I Gala Solidaria Minera Andrés Prada «el niño» Flamenco y África.
La cita se celebrará el 19 de marzo, a las 20.00 horas, en el Teatro Juan Cobos Wilkins del municipio onubense. Tiene previsto su próximo viaje solidario en la próxima primavera.
1 comentario en «Un riotinteño lleva un halo de esperanza a los subsaharianos en la valla de Ceuta»
Muchas gracias por la publicacion.
El articulo me parece excelente!!
Pero sobre todo por difundir estas acciones, os lo agradezco en nombre de todas las personas a las que intentamos ayudar.
Saludos cordiales.