HBN. Beas celebra este fin de semana la peregrinación conocida como ‘Clarines Chico’, una cita con la patrona del municipio que se viene celebrando desde que un 28 de febrero de 1969 se produjo un terremoto de 7,3 grados a unos 350 kilómetros al sudoeste de la Península, en el Atlántico, que derrumbó gran parte de la ermita donde se guardaba la imagen de Nuestra Señora de los Clarines. Milagrosamente, la Virgen quedó intacta en su camarín y es este acontecimiento histórico el que se recuerda el útimo fin de semana de cada mes de febrero desde hace 33 años.
Por aquel entonces, la imagen fue trasladada a Beas mientras los vecinos reconstruían la ermita y, justo un año más tarde, la trasladaron de nuevo al Santuario, viviendo después una jornada de convivencia. Surge así la peregrinación de Clarines Chico que, si inicialmente sólo duraba un día, concretamente un sábado, con el paso de los años se ha extendido también al domingo.
La de este 2016 será además una romería muy especial, ya que la imagen de la Virgen de los Clarines acompañará a los beasinos en su caminar hacia la aldea. Este hecho -de carácter excepcional- se produce después de que la talla fuera trasladada al término de la romería de agosto hasta la parroquia de San Bartolomé, en Beas, para proceder a laremodelación y restauración del retablo de la Ermita de Clarines y del camarín que alberga la imagen.