Ana Rodríguez. Concebir en nuestros días un mundo sin energía eléctrica es prácticamente impensable. Disponer de ella es esencial para el funcionamiento de la sociedad y su ausencia, incluso momentánea, además de ser incómoda, da lugar a una alteración cuasi imperdonable de nuestra cotidianidad. Pero al margen del confort que proporciona, hay momentos es los que la electricidad es esencial, motivo de vida o muerte, como en enclaves que acaban de ser devastados por una catástrofe y es preciso tener energía para buscar supervivientes, curar a heridos, obtener suministros y un largo etcétera.
En este tipo de escenarios será crucial la nueva creación del grupo de investigación de la Universidad de Huelva ‘Control y Robótica, TEP-192’, ubicado en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y que dirige el catedrático de Ingeniería de Sistemas y Automática José Manuel Andújar. Su nombre es Aurora (Unidad Móvil Autónoma de Generación de Energía Renovable), en honor a la diosa romana que personifica el amanecer, el momento de la salida del sol que devuelve la luz al mundo. Y su misión será precisamente ésa, iluminar y acabar con las tinieblas en instantes de penumbra.
Como explica el profesor Andújar, Aurora es una unidad autónoma generadora de energía de fácil transporte (por avión, barco, tren o camión), ya que va integrada en un contenedor estándar, de los que estamos acostumbrados a ver estibados en los puertos. “La unidad es desplegable en el campo de operaciones ante una catástrofe humanitaria, necesidad de tropas desplazadas en el extranjero, ONGs, etc. La idea está basada en que lo prioritario ante este tipo de situaciones es disponer de energía eléctrica. Hasta ahora ésta requería de suministros de gasoil, gasolina u otros combustibles a grupos electrógenos desde estaciones base o desde nuestro propio país, lo cual, además de ser muy caro, entorpece y aminora las capacidades en el campo de operaciones”, pone de relieve el catedrático.
Pero con Aurora este tipo de problemas desaparecen, ya que la unidad diseñada en el seno de la UHU no requiere de suministro externo alguno. Se despliega en el campo de operaciones de forma semiautomática –el contenedor integra todos los sistemas y elementos de Aurora y le sirve de base- y enseguida está dispuesta para suministrar energía de forma permanente y, lo mejor de todo, limpia, ya que se nutre de las posibilidades de energía renovable, concretamente solar y eólica, del lugar donde se instala. Así pues, la unidad no contamina, ni siquiera produce ruido ni calor apreciable, por lo que no dejará ningún tipo de residuo ni huella medioambiental en el terreno.
Además, como detalla el profesor Andújar, genera hidrógeno y oxígeno de forma renovable, utilizando el primero como combustible no contaminante cuando no hay sol ni viento -origina como único residuo vapor de agua que se condensa y aprovecha como agua muy pura-, y el segundo, muy puro, tiene múltiples usos, como medicinal en un hospital de campaña o como desinfectante, por poner algunos ejemplos.
Así pues, ante una situación de catástrofe, Aurora permitirá poner a disposición de los equipos de emergencia energía eléctrica de forma independiente y autónoma, de modo que aunque se hayan deteriorado las vías de suministro de combustible como consecuencia del devastador suceso, la unidad funcionará como una isla y surtirá de electricidad a los gestores de la crisis. En este sentido, José Manuel Andújar destaca que, en estos supuestos, “las posibilidades de transporte y suministro se pueden dedicar a medicamentos, accidentados, material de auxilio, etc., en vez de a combustible para generadores eléctricos. Es más, en el caso de una masiva instalación de Aurora, podríamos pensar en trabajar con vehículos eléctricos que se recargarían en las estaciones de Aurora, lo que podría ser una gran oportunidad para ONGs que están trabajando en países en vías de desarrollo”.
Para conseguir generar energía eléctrica durante las 24 horas y lograr que el sistema sea autosuficiente, esta unidad consta de paneles fotovoltaicos, turbinas eólicas de alto rendimiento y pilas de combustible. De hecho, la inspiración de este invento nació a partir de los desarrollos en energías renovables para proyectos competitivos de I+D+i y de transferencia a empresas que lleva a cabo el grupo ‘Control y Robótica, TEP-192’.
Otra de las ventajas de Aurora es que dispondrá de un sistema de monitorización y gestión que permitirá su control de forma remota en cualquier parte del mundo desde los laboratorios de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Huelva, mediante Internet utilizando wifi, GSM/GPRS, radio o satélite. Ello servirá, por un lado, para obtener datos de su funcionamiento y, por otro, evitará que ante cualquier problema o circunstancia tengan que realizarse desplazamientos técnicos desde Huelva hasta el campo de operaciones, con los consiguientes retrasos y costes.
Por otro lado, el proyecto Aurora, que ha obtenido en la última convocatoria de proyectos de investigación CDTI Feder-Interconecta una subvención que asciende a casi 1,7 millones de euros, es 100% onubense y su desarrollo se va a llevar a cabo íntegramente en Huelva. Éste cuenta ya con un comité técnico de coordinación, el cual, mediante reuniones periódicas presenciales, videoconferencias y otros medios telemáticos, coordinará permanentemente el desarrollo del mismo y el cumplimiento de sus objetivos.
Un aspecto muy importante de Aurora, como destaca el catedrático de la Universidad de Huelva, es que se trata de un proyecto aplicado y con un objetivo directo de transferencia tecnológica a las empresas, para que lo exploten y generen economía en forma de puestos de trabajo, desarrollo y bienestar. Así, las entidades involucradas en el mismo –la multinacional constructora Sacyr, la pyme especializada en tecnologías del hidrógeno Ariema Enerxia y la pyme onubense Kemtecnia, centrada en energías renovables-, a través de la citada ayuda económica, serán las que soporten los costes de la iniciativa.
A partir de ahora, se inician dos años de duro trabajo para los desarrolladores de Aurora, con una intensa hoja de ruta. Al tener el diseño listo, el siguiente paso, y principal objetivo del proyecto, será llevar a cabo un primer prototipo para realizar pruebas con él: “el prototipo está diseñado y dimensionado a nivel conceptual, ahora hemos de construirlo, testearlo y optimizarlo para poder proceder a su fabricación en serie”, afirma Andújar.
Esta fabricación, como el resto de la iniciativa, también se pretende que se lleve a cabo en Huelva, bien por las propias empresas que integran el consorcio o a partir de una nueva empresa creada al efecto, contribuyendo de esta manera al desarrollo de la UHU y, por ende, a generar riqueza para la provincia onubense.
En este sentido, las empresas participantes ya han realizado estudios y previsiones de los costes y beneficios que generará la comercialización de unidades Aurora y “hay una cierta presión interna para acelerar los logros, de modo que el prototipo pueda pasar a ser comercializado cuanto antes, ya que empresas y organismos, tanto españoles como fundamentalmente extranjeros, han mostrado un enorme interés en poder adquirir ya alguna unidad de Aurora”, afirma el catedrático de Ingeniería de Sistemas y Automática. Así pues, la intención es acortar en la medida de lo posible el plazo previsto para la terminación de la unidad, que es finales de 2017.
“Pensamos que este proyecto puede suponer una gran oportunidad de financiación externa para la Universidad de Huelva, ya que fui especialmente obstinado en algo que al final se consiguió, y es que nuestra Universidad tendrá una participación en los beneficios económicos que genere la comercialización de Aurora, que al menos, a priori, hay expectativas de que sean muchos”, pone de relieve el responsable de la iniciativa.
En suma, Aurora suministrará energía eléctrica en cualquier parte del mundo sin contaminación, empleando sólo las condiciones medioambientales del lugar donde se encuentre y sin necesidad de suministro de combustible externo desde una estación base u otro país. Será un sistema revolucionario en situaciones de emergencia, lo cual justifica el interés y las ‘prisas’ para que esté lo antes posible en el mercado.
Asimismo, “Aurora es sólo una pequeña muestra de la gran cantidad de proyectos posibles para que la Universidad de Huelva pueda ser el motor que la provincia de Huelva necesita”, concluye José Manuel Andújar, quien además destaca el papel investigador de la Universidad, que trata de revertir multiplicados a la sociedad, en forma de bienes sociales y desarrollo cultural y económico, los recursos que ésta pone a su disposición para obtener así su consideración y reconocimiento. Este proyecto es un buen ejemplo de ello, ya que la diosa romana del amanecer promete aportar su granito de arena para potenciar la economía onubense a partir de 2017.