C. Botello (Lepe). No diga San Roque, diga empate. En 2015 y parece que en 2016 también. Porque en su segunda comparecencia en casa este año, el equipo por ahora dirigido por Juanito -a saber lo que pueda ocurrir en el Real Betis y las pretensiones de sus dirigentes-, ha cosechado su segundo empate (1-1), ante un buen Granada B.
Arde en deseos el cuadro sanroquista de romper esa dinámica de tantos empates, que de perpetuarse le acercaría de forma inexorable a la zona de descenso. No salen las cuentas sumando de uno en uno.
Y de la misma forma que todos expusieron sobre la mesa la necesidad de ganar por fin un partido, aplicaron sus deseos en el terreno de juego. Así, de salida se vio un San Roque muy metido en el partido, con ganas, dispuesto a todo y teniendo en mente el portal de Dimitrievski, que tuvo que emplearse a fondo en un centro de Gasca con Chaco e Iván prestos al remate, cuando el reloj no siquiera marcaba el minuto 1. Más aún, porque casi a renglón seguido un lanzamiento de Nico Cháfer se fue por encima del larguero.
Pero la ocasión que debió suponer el 1-0 se vivió en el minuto 20, cuando Iván se plantó ante el meta granadinista que, muy atinado, realizó un paradón tras el remate del sanroquista. Curioso esto del fútbol, porque la jugada que siguió a esa parada salvadora de Dimitrievski fue el penalti que, como Juan Palomo, se lo inventó Sergi Guardiola, que se aplicó a la perfección eso de “yo me lo guiso y yo me lo como”. Suya fue la jugada que acabó con derribo de Bonaque, y suyo el lanzamiento desde el punto fatídico. Y el gol, claro.
Con el mazazo del tanto en contra el Granada B comenzó a dominar, a controlar mucho más el juego y a acercarse por el portal local, eso sí, con el peligro justo y necesario a pesar que la oportunidad que tuvo para cerrar el partido era evidente.
Clifford, a la media hora, sí pudo hacer mucho daño a las esperanzas locales, pero su remate salió desviado; lo mismo que Brian, con un par de acciones a balón parado.
Sin embargo quien estuvo cerca, muy cerca, de gol fue otra vez el San Roque. Fue a cinco minutos del intervalo, en un remate de cabeza de Gasca, con todo a favor, que no encontró portería; y en una acción posterior protagonizada por Dimitrievski y Chaco, reclamada como penalti. El árbitro votó en blanco.
No cambió mucho el partido en el segundo tiempo. Todo estaba dispuesto para que el Granada B, a poco que apretara un poco, se mostrara algo más ambicioso, pudiera sentenciar. No lo hizo, sus acercamientos al portal de Bocanegra se limitaron a lanzamiento de Brian sin mayor peligro.
Como el San Roque estaba vivo, la posibilidad del empate siempre estuvo presente. Y más con la salida al terreno de juego de Camacho y de Isuardi, que le dieron más aire al ataque local, aunque sin provocar apuros ante Dimitrievski que vivió feliz y contento hasta que, en el minuto 82, en una acción a balón parado, Pedro Baquero le remató casi en su misma cara, estableciendo el empate, el empate nuestro de cada día del San Roque.
Fue a raiz de ese tanto cuando el Granada B quiso estirarse algo más, y fue en ese momento cuando Bocanegra tuvo que intervenir con acierto, primero para rechazar un lanzamiento de Nabil Jaadi, y luego para impedir que un disparo de Luizinho llegara a su marco. No se movió el marcador y el partido acabó en tablas, nada nuevo bajo el sol de Lepe.
SAN ROQUE DE LEPE: Bocanegra; Gasca (Manu Ramírez, 72′), Bonaque, Pedro Baquero, Mena; Luis Lara (Isuardi, 55′), Lolo (Camacho, 55′), Dani Fragoso, Nico Cháfer; Chaco, Iván.
GRANADA B: Dimitrievski; Corozo (Álex Carmona, 20′), Fran Morante, Pawel, Brian; Sulayman, Navarrete; Nico (Luizinho, 89′), Clifford, Nabil Jaadi; Sergi Guardiola (Matheus, 85′).
Árbitro: Fernández Fernández (comité extremeño). Mostró la tarjeta amarilla a los locales Luis Lara y Bonaque; y a los visitantes Navarrete y Brian.
Goles: 0-1 (23′) Sergi Guardiola, de penalti. 1-1 (82′) Pedro Baquero.
Incidencias: Partido correspondiente a la 20ª jornada en el grupo IV de Segunda División B jugado en el Ciudad de Lepe, al que asistieron en tono a los 1.000 espectadores.