Ana Rodríguez. Lo primero que llama la atención de María José García Breva son sus bonitos ojos, tras los cuales se esconde una mujer de 21 años cuya vida ha cambiado de manera radical este 2015. La onubense ha sido coronada Miss World Huelva y también se erigió finalista de Miss World España, certámenes que le han abierto las puertas al mundo de la belleza internacional. Prueba de ello es que el próximo 2 de enero partirá a Colombia, concretamente su destino es la ciudad de Manizales, donde participará en el prestigioso certamen Miss Reinado Internacional del Café, convirtiéndose en la primera onubense que representa a España en un certamen internacional de belleza.
Con esta responsabilidad, María José está pasando un final de año muy movidito, lleno de emoción y nervios. Jamás pensó que sería así, que todo cambiaría tanto de repente, que en su último año de Facultad tendría que compatibilizar los estudios con la profesión de modelo. Y es que la joven onubense cursa la carrera de Trabajo Social en la Universidad de Huelva, un grado que eligió por vocación, «porque me gusta ayudar a los demás», reconoce.
Hace aproximadamente un año, García conoció la agencia de modelos Kilah y decidió apuntarse al curso de modelo profesional que imparten. Desde entonces todo cambió. La animaron a participar en el concurso Miss World Huelva 2015 y, aunque lo hizo para vivir la experiencia, acabó ganando. «Hasta ese momento tenía otro concepto sobre este tipo de certámenes. Pensaba que las modelos eran muy competitivas y que no se llevaban bien entre ellas, pero la realidad no es así. Por supuesto que hay competencia, pero también se ayudan mucho las unas a las otras. De Miss World Huelva he sacado nuevas amigas y contactos y, lógicamente una quiere ganar, pero también te hace feliz que lo hagan tus compañeras, te alegras por ellas», explica María José.
Su victoria en la provincia onubense la llevó a representar a la misma en Miss World España 2015, una prueba que se celebró en Estepona y en la que la joven logró ser finalista, quedando en un meritorio quinto puesto. En esta aventura, García conoció a la catalana Mireia Lalaguna, de quien se siente «muy orgullosa» porque tras ganar el concurso a nivel nacional se ha coronado Miss Mundo en China hace solo unos días.
De ambas experiencias, María José admite que se ha llevado magníficos recuerdos y grandes compañeras, además de cambiar por completo su visión del mundo de la belleza, en torno al cual existen numerosos prejuicios según la onubense. En este sentido, reconoce que muchos piensan «que las modelos sólo son físico, que son incultas o que esto es un hobby y no una profesión. Pero cuando estás dentro te das cuenta de que se necesita mucha preparación en aspectos muy diversos. Tienes que tener cultura, estudios, tienes que ensayar y practicas mucho, porque es una profesión como otra cualquiera, que requiere dedicación y empeño».
Como ejemplo de que en estas pruebas se valora mucho más que la belleza, la joven habla del proyecto social que todas las aspirantes a Miss World España tuvieron que presentar en el certamen. La onubense expuso una iniciativa que conoce muy bien, los campamentos de Aguas de Huelva que gestiona Cruz Roja, un proyecto en el que ella ha colaborado como voluntaria -lo es de la conocida ONG- y cuyo objetivo es que los niños tengan unas verdaderas vacaciones. Además, con el agravamiento de la situación económica, en los últimos tiempos a los pequeños que acuden se les da el desayuno, la comida y la merienda, a fin de que hagan varias comidas al día. «Yo iba uno o dos días a la semana el pasado verano como voluntaria, y la experiencia me encantó», asegura María José, que dio a conocer la iniciativa en el concurso nacional de belleza.
De cara a su próxima cita, el Certamen Internacional del Café, cabe destacar que el 40% de la valoración que obtendrá la joven dependerá de sus conocimientos sobre el café (plantación, recolección, etc.) y sobre Colombia y la ciudad de Manizales; el 30% de una entrevista personal que le realizará el jurado y el 30% restante de su belleza física. Así pues, no sólo valorarán la patente hermosura de la onubense, sino también su carácter, personalidad, su sabiduría en relación al país y el producto que da nombre al certamen y su capacidad de expresarse y comunicar.
Pero por supuesto, como en todo certamen de belleza, el aspecto cuenta. En este sentido, María José explica que las modelos tienen que estar saludables para soportar el ritmo agotador y estresante que llevan las profesionales. «Se acabaron las modelos demacradas, con trastornos alimentarios. Quien se sube a una pasarela debe estar saludable y para ello lo esencial es comer bien y hacer ejercicio«, defiende la onubense.
García tendrá que desfilar en Colombia con diversos diseños. Por un lado, tendrá una prueba en traje de baño, pero también lucirá uno de flamenca, otro de cóctel y uno de noche. Cabe destacar que todos ellos serán de diseñadores onubenses –Pepe Jiménez, Trinidad Banda y Antonio Arcos respectivamente-, ejerciendo así de embajadora de la moda de Huelva al otro lado del Atlántico y a nivel internacional. Un escaparate inmejorable para las firmas de nuestra tierra. En esta línea, la joven afirma que se siente «muy orgullosa de representar a mi tierra. Es un honor ser la primera onubense que llega tan lejos en este mundo, ya que creo que soy la primera que acude a un certamen de belleza internacional«.
Así, María José se ha metido de lleno, y casi sin darse cuenta, en este particular universo, en el que tiene un prometedor futuro. Este 26 de diciembre partirá a Madrid, para preparar allí las pruebas del certamen con la organización de Miss World España, y el 2 de diciembre cogerá un avión que la llevará a Colombia. El certamen del Café, uno de los concursos de belleza más antiguos del mundo, se celebra desde 1957 en el marco de la Feria de Manizales, una feria «a mitad de camino entre la Feria de Abril y el Rocío», explica con gracia García, y en la que no faltan los trajes de flamenca, las corridas de toros y las carretas.
Si la onubense ganara el certamen, al que acude bajo el título de Reina Internacional del Café de España, se convertiría en la segunda española en hacerlo, ya que la primera fue Aránzazu Amoedo Testa en 2005. El nombre de la vencedora se dará a conocer el próximo 9 de diciembre en la gala final del concurso, y a ésta le espera un duro año por delante, representando a Colombia en actos por todo el mundo.
En este sentido, María José asegura que si logra este nuevo título se lo dedicará Fernando y Adrián, de la agencia Kilah, por todo su apoyo, también a quienes colaboran en el evento y, por supuesto, a su familia. Sobre ellos, la joven destaca que la apoyan mucho en todo, tanto en los estudios como en este mundo de la moda, y que están muy contentos, aunque temerosos por el largo viaje que le espera a su hija.
En el supuesto de que no fuera coronada, la joven asegura que «aparcaría los certámenes para terminar la carrera y dedicarme a la pasarela, porque los concursos suponen mucho estrés. Pero yo soy optimista. Estoy muy contenta y muy segura de mí misma, he trabajado mucho para prepararme y voy pensando en positivo, en que voy a ganar y que me va a salir mucho trabajo«.
A pesar de que ahora la onubense está concentrada en hacerlo lo mejor posible en Colombia, García no pierde el norte, pues sabe que el mundo de la belleza y la pasarela no es «un trabajo seguro, no siempre vas a poder vivir de él, por eso también es necesario tener tus estudios aparte. Lo que sí es cierto es que este mundo te enriquece como persona y te da mucha madurez, ya que tienes que compaginar tantas tareas que eso te hace ser más organizada y madura. En suma, para ser modelo es imprescindible tener la cabeza bien amueblada«, pone de relieve.
Por este motivo, la onubense se plantea acabar sus estudios de Trabajo Social este año. Si lo logra, su objetivo es hacer prácticas con inmigrantes, de hecho la joven desea tocar todos los colectivos sociales para ver cuál recibe menos ayudas o tiene menos programas de intervención y centrar en éste su trabajo. En esta línea, María José pone de manifiesto que no ha dejado de lado su vocación, pues reconoce que «dentro de mi carrera como modelo mi objetivo es ganar este certamen y usar esta faceta para organizar proyectos sociales, es decir, usar esa popularidad para ayudar a los demás».
Con las ideas muy claras y el corazón lleno de ilusión y ganas, la onubense ha agarrado fuerte esta oportunidad que la vida le ha brindado y que no tiene intención de desaprovechar. Sus inmejorables intenciones y el apoyo de su tierra natal la acompañarán en esta nueva aventura al otro lado del Charco y cuyo desenlace conoceremos el próximo 9 de diciembre. ¡Suerte!
