Redacción. ‘La vida en la ciudad del siglo XXI’ es título de la conferencia que el próximo lunes, 23 de noviembre, pronunciará Fernando Savater en el salón de actos del Centro Cultural Caja Rural del Sur. El acto, convocado por la recién constituida Asociación ‘Iniciativa Huelva’ se celebrará a partir de las 20.00 horas.
El filósofo y escritor Fernando Savater Martín nació en San Sebastián en 1947. En 1981 recibió el Premio Nacional de Literatura con su obra “La tarea del héroe”. Esa obra es considerada el punto de inflexión del Savater joven al maduro. En “La tarea del héroe” escribe: «He sido un revolucionario sin ira; espero ser un conservador sin vileza».
Desde temprana edad Savater manifiesta inquietud por las letras y la filosofía, renovador en el panorama de la filosofía en Europa cuando se publican en 1972 dos ensayos: “Nihilismo y acción” y “La filosofía tachada”. Claras influencias de Friedrich Wilhelm Nietzsche y de Émile Michel Cioran le permiten replantear las metodologías de la reflexión en ámbitos como su actividad periodística, teórica, pedagógica y literaria.
Savater cultiva diversas pasiones que compagina con el ejercicio de sus compromisos intelectuales y su evolución como pensador. Exiliado por voluntad propia en Francia durante los últimos años del régimen franquista, su línea de pensamiento se ha catalogado en un antiautoritarismo radical.
Es además un autor prolífico, que se autodefine como un «filósofo de compañía”. Su filosofía política ha evolucionado desde el pensamiento negativo libertario, antiprogresista, que mantuvo en los setenta al individualismo democrático, socialdemócrata, liberal y universalista de su etapa posterior. También ha reflexionado a menudo sobre el papel de las religiones en las sociedades democráticas actuales, propugnando un modelo de sociedad laica en su sentido más amplio, que ayude a afrontar no solo los planteamientos teocráticos, «sino también los sectarismos identitarios de etnicismos, nacionalismos y cualquier otro que pretenda someter los derechos de la ciudadanía abstracta e igualitaria a un determinismo segregacionista».
Se ha opuesto siempre al nacionalismo en general: «El nacionalismo en general es imbecilizador, aunque los hay leves y graves, los del forofo del alirón y el que se pone el cuchillo en la boca para matar. Hay gente sin conocimientos históricos, el nacionalismo atonta y algunos son virulentos”, ha señalado Savater, que se confiesa defensor de la Constitución Española, del estatuto de Guernica y de la unidad del Estado (no como dogmas indiscutibles sino como opciones mejores que las que proponen sus adversarios). Ha expresado en numerosas ocasiones su oposición a todo tipo de nacionalismos, y su deseo de superarlos en beneficio de un ideal de humanidad universal compartida, y traducido en un organismo gubernamental con autoridad mundial sobre los gobiernos de los estados nacionales, y que sirviese para resolver las disputas y realizar las labores administrativas de utilidad común.
El estilo agudo, incisivo, e irónico de Savater se aprecia de manera más evidente en sus artículos periodísticos, el género que más le gusta escribir.