Redacción. Dada la globalización y la competencia prolongada, muchas empresas han comenzado a comprender que sus activos más valiosos no son sus equipos o maquinarias, sino la fidelidad de los clientes, el potencial innovador, y los conocimientos técnicos y especializados del personal.
Es decir, la experiencia y conocimiento de cada persona en una organización es la que representa en la actualidad la mayor fuente de competitividad.
Sin embargo, las empresas deben saber administrar ese conocimiento o capital intelectual, debe formar parte de la estrategia organizacional, y deben estar acompañado de una estructura que permita que se transforme en un bien organizacional sólido. El capital intelectual es el principal responsable de la actividad comercial, así como también de la prestación de servicio, y al ser (en muchos casos) quienes los usuarios ven en primer momento, es importantísimo que estos sean elegidos de acuerdo a su perfil, evaluados y remunerados según su competencia, ya que un correcto desarrollo de la política de personal en una empresa es tan útil como necesario para garantizar el buen funcionamiento de la organización.
Es por ello que una Dirección de Recursos Humanos capacitada y bien organizada es de suma importancia para mantener un negocio floreciente y con liquidez. Sería ideal que los individuos que pertenezcan a ese departamento de su empresa tengan conocimiento y experiencia en Relaciones Laborales, Psicología, Administración o Dirección de Empresas, pero adicional a ello, siempre sería bienvenido unos estudios de Master en la materia, como por ejemplo el Master en Técnicas de Gestión de Recursos Humanos y Relaciones Laborales dictado por la IL3 (Instituto de Formación Continua), ya que les otorgaría una práctica y visión adicional para una gestión humana saludable.
El Master en Dirección de Recursos Humanos va dirigido a formar especialistas en la dirección, gestión y administración de Recursos Humanos, buscando adaptar a sus empleados en el cambio de modelo organizativo que vivimos en la actualidad, considerando el factor humano como una fuente de mejora en tu empresa y no como un instrumento de trabajo, y con ello sacar su mayor potencialidad.