Ángel Custodio Rebollo. Con las nuevas generaciones que prevalecen en nuestra ciudad, no se han conservado algunos de los nombres populares que tenían nuestras calles y se da el caso que si preguntas a muchos de ellos donde está tal o cual calle, no te lo saben decir.
Por ejemplo, si usted pregunta por el Paseo del Chocolate, la nueva generación pondrá “cara de póker” y se encogerá de hombros. Pues bien, el Paseo del Chocolate, no es otro que el Paseo de Santa Fe, y popularmente lo llamaban así porque en una de las muchas reformas que ha sufrido, la enlosaron con un pavimento de color marrón, como el chocolate, y ese fue el origen de aquel coloquial apelativo.
Pero si por lo que pregunta es la Plaza del Bacalao, está muy cerca de l anterior, pues es la plaza que lleva actualmente el nombre de aquel ilustre alcalde de Huelva que fue Juan Quintero Báez y que ahora se denomina, coloquialmente, Plaza de la Palmera, por una centenaria palmera que está situada en su centro. Antes le decían Plaza del Bacalao, porque en aquel recinto hubo un comerciante que compró para su venta en cuaresma una gran partida de bacalao y como la venta disminuyó y no había frigoríficos, puso la mercancía en mostradores en el centro y el olor era tan fuerte que empezó a conocerse por Plaza del Bacalao, porque dicen que el olor duró muchísimo tiempo y se percibía en casi toda la Huelva que había entonces.
Sin embargo, hay calles que ha vuelto a sus antiguos nombres, como la calle Las Bocas y la Berdigón, por que hasta allí llegaba el río y se podían recoger los cangrejos y los moluscos.