Pienso, como soy “hoy”

Benito A. de la Morena. El cuño de esta frase seguro que está en la mente de muchos de nuestros conciudadanos que se han dedicado a la política de nivel. No me refiero a esos “vividores” que usan la política para descalificar terrenos, promover infraestructuras y hacer caja; me refiero a esos otros políticos que piensan poder cambiar los destinos de su país para llevarlo hacia el lugar que estiman le corresponde. Ese punto de honradez merece el respeto, proceda de donde proceda la intención y yo les rindo pleitesía, al igual que deploro la actuación del parásito que me chupa la sangre día a día y al que me niego a saludar.

El general del Ejército del Aire D. José Julio Rodríguez, no piensa como yo en este momento, pero es que yo tampoco sé lo que pensaré mañana, ¿y usted?

Sé que me ha sorprendido que proclame una postura tan aparentemente separada de los principios que un día tuvo que asumir, pero el juró por defender su Patria y ahora cree hacerlo aunque se salte los formulismo que le exigía una manera concreta de defensa. Pienso que él es consciente de lo que ha dicho y hecho, así como de sus consecuencias, pero estoy seguro que muchos de los “cargos” que ahora le condenan, lo hacen porque el guion obliga cara a ese gran público que mira expectante las próximas elecciones o, simplemente, por obediencia debida; pero también conozco a gente de “tropa” que prestó juramento y cuyo sentimiento es similar, aunque no lo dicen abiertamente.
¿Valor?, ¿temeridad?, ¿protagonismo?, yo creo, simplemente, que ha actuado como piensa, y por eso no le crucifico aunque yo considere, hoy, que él no ha tomado la dirección adecuada.