Ana Rodríguez. El Teatro Municipal de Cartaya acoge este 6 de noviembre la última función de la obra El baile, de Edgar Neville, en el marco del X Festival de Teatro de Otoño de la localidad. Bajo la dirección de Luis Olmos, los actores Pepe Viyuela, Susana Hernández y Carles Moreu protagonizan este espectáculo de la compañía El Vodevil que se pondrá por última vez en escena en Cartaya a las 21.00 horas.
Se trata de un montaje moderno y valiente, que recupera un clásico de nuestro teatro y lo lleva a escena de una forma original y sorprendente, con la firme intención de superar viejos prejuicios.
Con motivo de la actuación, hemos querido conversar con uno de sus intérpretes, el actor Pepe Viyuela, cuya trayectoria profesional es archiconocida por el público, especialmente por su papel en la serie Aída, en la que dio vida durante 11 temporadas al tendero Chema Martínez.
Pero la carrera como actor de este logroñés licenciado en Filosofía y Bellas Artes viene de lejos. Sus primeras incursiones en el mundo de la interpretación fueron sobre las tablas de los teatros, en las que lleva subido desde 1988. Ha puesto en escena casi una treintena de obras, entre ellas Antígona de Mérida de Miguel Murillo; El pisito, de Rafael Azcona; La tempestad, de William Shakespeare; Sonámbulo, de Juan Mayorga; o La visita de la vieja dama, de F. Durrenmatt.
El cine y la televisión también han tenido la suerte de contar con este actor consagrado, que ha dado vida a Filemón en las películas La gran aventura de Mortadelo y Filemón (2003) y Mortadelo y Filemón. Misión: Salvar la Tierra (2008) y que estuvo a las órdenes de Julio Médem en Tierra (1995); de Javier Fesser en El milagro de P. Tinto o de Juan Balaguer en Escuela de seducción. Además formó también parte del reparto de Di que sí, de Juan Calvo; Una pareja perfecta de Paco Betriú y dobló al personaje de Elliot en la cinta de animación Colegas en el Bosque.
En la pequeña pantalla realizó sus primeras apariciones en los programas Tutti Frutti y Un, dos, tres… responda otra vez donde pronunciaba su famosa frase ‘Pero, ¿esto qué es?’. Después de Manos a la obra y Hospital Central llegó Aída, uno de sus grandes hitos profesionales. En la actualidad, protagoniza la serie de Televisión Española Olmos y Robles, junto a Rubén Cortada, en la que da vida a un peculiar agente de la ley.
Por otro lado, y aunque sus facetas de actor, humorista y clown son más conocidas, Viyuela también ha publicado varios libros, la mayoría poemarios, con uno de los cuales, Y amarte sin saber, ganó la II edición del Premio Internacional de Poesía Margarita Hierro.
Finalmente, cabe destacar la labor solidaria que realiza el logroñés, quien ostenta los cargos de vicepresidente de la ONG Payasos Sin Fronteras y socio honorífico de la ONG Amigos de la Tierra.
Sobre El Baile y otras facetas de su vida nos habla directamente el actor en esta entrevista:
– En El Baile recuperan un clásico con un montaje moderno, ¿cómo ha sido este proceso?
– Se trata de un autor clásico, Edgar Neville, y al mismo tiempo contemporáneo porque en la obra aborda temas universales, atemporales, como la amistad, el amor, el humor… tiene un sentido del humor muy particular. La obra la hemos actualizado un poco, la hemos situado en nuestro tiempo, pues la original está ambientada en el siglo XIX. Es una comedia blanca, romántica y se habla del paso del tiempo tratado bajo la lupa del humor. Además es la última función de El Baile, con la que llevamos dos años y medio. Nos despedimos de ella, así que será un momento emotivo para nosotros.
– Imagino que la reacción del público en todo este tiempo habrá sido muy buena…
– Sí, muy buena. Con el público nos ha pasado de todo, ha reído y ha llorado. El Baile es una obra maestra del teatro español del siglo XIX, una joya escondida, pues llevaba sin representarse en un escenario muchos años. Es una pena que no sea más conocida porque es teatro del bueno, una comedia elegante, de contenido importante, no trivial. Los temas que trata dan mucho que hablar: el amor, la amistad, cómo a lo largo de la vida cambia todo, pero hay aspectos que no se estropean con el tiempo, sino que mejoran con él, con su paso.
– ¿Y qué tal la relación con sus compañeros de reparto?
– Pues ya había tenido contacto previo con Susana Hernández y Carles Moreu, habíamos trabajado juntos antes y esta experiencia nos ha hecho más amigos si cabe, nos ha permitido vivir muchas cosas en estos dos años y medio. En este oficio, lo bueno es que pasas mucho tiempo con esta otra familia y compartes mucho con ella. Tras esta función tocará despedirse hasta la próxima.
– ¿Tiene por casualidad usted alguna vinculación con la provincia de Huelva?
– No, lo cierto es que en Huelva no tengo familia ni tampoco amigos, sólo conocidos. Salvo por hacer algo de turismo fugaz, no conozco mucho de la provincia, es mi asignatura pendiente. Y me gustaría visitarla, pero al no tener a nadie allí que me invite, también cuesta más.
– Y después de El Baile, ¿tiene algún otro proyecto teatral?
– Sí, tengo un nuevo proyecto teatral, Mármol, una obra muy distinta a El Baile, es de una autora contemporánea irlandesa, Marina Carr, y la estrenaremos en febrero. También estoy de gira con un espectáculo de humor, Encerrona, que voy compaginando con El Baile, hasta ahora, y a partir de febrero con Mármol.
– ¿Seguiremos viéndolo también en Olmos y Robles, su nueva serie de televisión?
– Pues estamos esperando contestación de la posible renovación de la serie para una nueva temporada.
– Sin embargo, aún se le sigue recordando por su papel de Chema en Aída…
– Cuando te llevas tantos años haciendo una serie, sobre todo te acuerdas de tus compañeros, pero aunque emocionalmente estás muy cerca de ellos, profesionalmente queda ya muy lejos. En la vida hay que ir pasando páginas, no todos los capítulos pueden estar abiertos.
– Una de sus facetas, quizá no tan conocida, es la que desarrolla con Payasos sin Fronteras, acudiendo a país conflictivos para arrancar una sonrisa a los niños. ¿Cómo vive usted esa experiencia?
– Llevo mucho tiempo con Payasos sin Fronteras, es algo que me llama mucho, me gusta colaborar siempre que tengo un hueco, pero es muy contradictorio, porque lógicamente no es agradable ver que esas desgracias están pasando, que hay muchas personas sufriendo. Sientes que lo que haces es útil, pero ojalá no tuvieras que hacerlo, ojalá no hubiera niños que pasan hambre, que están enfermos, en medio de conflictos bélicos… No me gusta hacerlo, pero tengo la sensación de que sirve para algo, por eso repito.
– Finalmente, un mensaje para animar a los cartayeros, y a los onubenses en general, a acudir este 6 de noviembre a Cartaya.
– Pues les animo a que acudan al teatro, hemos estado mucho tiempo con esta obra y será un placer compartir esta último función de El Baile con todos aquellos que quieran venir. Se lo van a pasar muy bien y es una gran oportunidad porque a lo mejor pasan muchos años hasta que puedan volver a ver esta función en escena.
Muchas gracias Pepe. Un placer hablar con usted.