Federico Soubrier García. Como colofón al puente de Todos los Santos, Mazagón, después de salvar las pruebas de Triatlón y su décima Ruta Gatronómica de la Tapa, con la cabeza bien alta a pesar de las inclemencias del tiempo, se enfrenta al último coletazo del temporal que azota la provincia.
Mientras las olas saltan de lado a lado cuando rompen contra el Espigón Juan Carlos I, su espuma en el interior de la Ría de Huelva alcanza una altura desproporcionada al quebrar el agua sobre los escollos. Este velero, arrancado del muerto de su fondeadero, se debatía en la orilla con el consabido peligro de fragmentar su timón o su quillla, a la espera de que baje la marea y que vuelva la calma.